VOLVER A LA LSCA COMO UN PUNTO DE PARTIDA PARA PONER UN LÍMITE A LA VIOLENCIA Y LOS DISCURSOS DE ODIO DE LOS MEDIOS

VOLVER A LA LSCA COMO UN PUNTO DE PARTIDA PARA PONER UN LÍMITE A LA VIOLENCIA Y LOS DISCURSOS DE ODIO DE LOS MEDIOS

Por María Quintero

¿Por qué decimos esto?

Este ecosistema de medios que tenemos hoy con todos sus discursos de odio y su violencia es hijo del cercenamiento de la Ley de servicios de comunicación audiovisual.

Este conglomerado de medios de corporaciones económicas, que junto con un sistema judicial corrupto y con una parte de la dirigencia opositora llevan adelante el lawfare que persigue a CFK y a dirigentes del campo nacional y popular en Argentina, es hijo del cercenamiento de la Ley de servicios de comunicacional audiovisual.

¿Una ley cercenada por quién?

Vamos a sacar a LSCA del cajón de la pedagogía del olvido donde, a fuerza de estigmatización, amparos y decretos, logró meterla justamente la misma corporación económica a quien esta ley quiso democratizar.

Vamos a recordar en esta columna cómo llegamos hasta acá, porque en el marco actual vuelve a ser necesario volver a poner este debate en el centro de la escena.

La LSCA ha sido una Ley debatida profundamente en más de 24 foros a lo largo de todo el territorio argentino y ha sido votada por amplia mayoría en el Congreso de la Nación en el año 2009. Sin embargo, las grandes corporaciones mediáticas han llevado adelante durante años una judicialización de la Ley que bloqueó sistemáticamente su puesta en vigencia.

Recién en el año 2013, la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la constitucionalidad de la LSCA. Sin embargo, las corporaciones económicas siguieron sin cumplir con lo que demandada la norma en sus artículos troncales.
A fines de 2015, con la asunción del gobierno neoliberal de Cambiemos, encabezado por Mauricio Macri, a través de los decretos de Necesidad y Urgencia 13/15, 236/15, 267/15, la LSCA fue cercenada justamente en aquellos artículos que contenían el espíritu democratizador y antimonopólico: Cuatro artículos centrales que dictaminaban la cantidad de licencias que podía adquirir cada empresa de medios, es decir que ponían un freno a la concentración mediática y que evitaban la propiedad cruzada.

¿Qué proponía?

Para pensar una comunicación desde una perspectiva de derechos y una regulación basada en la consideración de la comunicación como un derecho humano es necesario hablar de movimientos y luchas sociales. Han sido los movimientos sociales, surgidos al calor de estas luchas, quienes han puesto las demandas por sociedades más igualitarias en el centro de la escena.

Cuando hablamos de comunicación, hablamos también de estos movimientos, luchas y demandas.

La LSCA tuvo como premisa la democratización de la comunicación, garantizar el acceso a tener sus propios medios a diferentes sectores de la sociedad civil, regular en clave de reducir la desigualdad impuesta por las grandes corporaciones económicas dueñas de todos los medios.

Esta Ley, sin dudas, nació también al calor de las demandas de distintos movimientos y luchas sociales que se tradujeron en corrientes de comunicación alternativas, populares, comunitarias.

Otro caso de cancelación en términos de aporte a la democratización de la comunicación pasó cuando la Defensoría del Público intentó crear el observatorio NODIO. Es importante aclarar que la defensoría es organismo creado al calor de la LSCA que no tiene carácter vinculante ni carácter punitivo ni de censura y que NODIO era solo un observatorio de investigación.

La paradoja de Nodio fue que justamente era un observatorio para investigar la proliferación de noticias falsas y discursos de odio y fue cancelado justamente a través de noticias falsas y discursos de odio por parte de las redes sociales y los medios de comunicación.

Desde antes que naciera Nodio, los medios a través de noticias falsas sobre el verdadero alcance que iba a tener este observatorio y lo denostaron hasta quitarle legitimidad.

Entre los días 11 y 27 de octubre.

El medio que más notas publicó con tono crítico y difundiendo información falsa sobre el tema fue el sitio Infobae, con un total de 14 notas, le siguieron TN Radio Mitre, La Voz, Clarín, Cadena 3 con un número y tono de las notas similares.

En definitiva, nada es casualidad. La LSCA, así como las políticas públicas como Nodio, están pensadas y articuladas desde el campo nacional y popular como un aporte a la redistribución de la riqueza, porque sin dudas y a la luz de lo que vivimos en este momento histórico, para redistribuir la riqueza es necesario primero comenzar con la redistribución y democratización de la palabra. Sin esto, los gobiernos populares, la dirigencia del campo nacional y popular estarán condenados a la persecución sistemática.

Sin dudas, para democratizar la comunicación en los tiempos que corren necesitamos ir un poco más allá, pensar la democratización de la comunicación también es democratizar la pauta, tener medios con paridad de género. Porque es cierto que con al LSCA sola no alcanza, pero que sin la LSCA no se puede.

Las corporaciones económicas no menosprecian y estigmatizan a la LSCA porque sea obsoleta, no denotan a Nodio porque no sirva, sino porque ambas herramientas son un puntapié importante para ponerle un freno al poder mediático, que es económico; al poder mediático que ejerce los discursos de odio y de violencia que cargan las armas, ya no solo del lawfare, sino las armas con las balas de plomo que se disparan justamente contra ese mismo campo nacional popular que gestó la ley.

ESCUCHA A MARÍA QUINTERO Y SU COLUMNA EN LA 530
CONTÁNDO PORQUÉ DEBEMOS VOLVER A LA LSCA