Portada. Modelo híbrido en educación

EL MINISTERIO DE EDUCACIÒN PORTEÑO Y UNA REFORMA ENCUBIERTA

Educación Híbrida

Portada. Modelo híbrido en educación

EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PORTEÑO Y
UNA REFORMA ENCUBIERTA

Por Beatriz Chisleanschi

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de su Ministerio de Educación, está en plena implementación de un modelo de Educación Híbrida en las escuelas porteñas, sólo a modo de prueba piloto, al momento, y en algunas escuelas puntualmente seleccionadas.  

Esta metodología está pensada, en principio, sólo para los 4°s y 5°s años de las escuelas secundarias y encuentran su fundamento en las necesarias e inevitables prácticas educativas durante el período pandémico donde el formato digital tomó la centralidad en el plano comunicacional en general, y pedagógico en particular. 

El Modelo Híbrido refiere a la organización de una escuela diferente a la conocida hasta el momento  en la que se pretende combinar estrategias de enseñanza presencial con enseñanza en formato digital, o virtual, como se la nombra habitualmente. Es decir, el 70% de las clases se dictarán de manera presencial y el 30% a través de las pantallas. Este último 30 % deberá contemplar tanto la modalidad sincrónica como la asincrónica. 

“Las diferentes alternativas en las cuales se organizó la escolaridad han permitido pensar en lógicas y dinámicas institucionales diversas, así como también lograron visibilizar otros modos de “hacer escuela”. Estos modos implican un nuevo formato en la organización de los/las docentes, en la distribución de los tiempos y de los espacios donde se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje, aprovechando recursos en diversos soportes y potenciales beneficios educativos de las tecnologías digitales.” -sostiene en su introducción el documento “Lineamientos curriculares para la implementación del Modelo Híbrido en el Nivel Secundario” que emitiera la cartera de Soledad Acuña. 

En este sentido, subrayan “la necesidad de generar nuevos espacios y nuevas herramientas para la sociedad del conocimiento, fortaleciendo, entre otras cosas, la educación digital y la promoción de estrategias de cambio e innovación, adaptando al sistema educativo a las demandas y las exigencias del siglo XXI”. 

Además de lo expuesto, las razones que fundamentan esta nueva propuesta híbrida es el contribuir al desarrollo de capacidades digitales de estudiantes y docentes.  

Nos siguen pegando abajo 

Mucho se ha analizado y escrito sobre las consecuencias que ha tenido la pandemia y el dictado de clases de manera digital en les estudiantes adolescentes. Ese período de necesario confinamiento y en el que les docentes trabajaron a destajo y pusieron al servicio del vínculo pedagógico una explosión de creatividad, evidenció que la escuela es presencial o no es escuela. Como señala la pedagoga Flavia Terigi “Aprender en la escuela no es lo mismo que aprender en otros espacios” ya que la escuela es un lugar de encuentro donde pasan otras cosas: se establecen relaciones afectivas, amistades, se comparten otras culturas, se generan intercambios, diálogo, la posibilidad de pensar colectivamente y de construir aprendizajes de manera intra e intersubjetiva. 

Todo esto quedó suspendido durante los dos años de pandemia en las que se tomaron “clases en el hogar comandadas en la escuela”, al decir de Terigi.

Incluso, el propio Horacio Rodríguez Larreta manifestaba durante la pandemia y en plena disputa con Nación respecto a si se volvía a la clase presencial o no que “En la medida en que la pandemia se agrave, lo último que tenemos que cerrar son las escuelas, porque, como dije ayer, el aula más peligrosa es el aula que está vacía” (https://buenosaires.gob.ar/jefedegobierno/noticias/rodriguez-larreta-sobre-la-presencialidad-en-las-escuelas-seguiremos). Así como también señaló que Es contundente la necesidad de que los chicos vuelvan a las clases», en una clara confusión entre escuelas, clases presenciales y clases, ya que éstas nunca se dejaron de dictar.

Lo cierto es que colocar el acento en la importancia de la formación tecnológica es dejar de lado algo tan esencial para la educación como lo es la Didáctica. 

A lo planteado se suma que aún, muches alumnes, e incluso docentes, continúan sin acceso a la conectividad o carecen de un soporte tecnológico, ya que se ha suspendido el programa que entregaba computadoras a les alumnes y que les permitiría llevar adelante este nuevo modelo que no es más que una Reforma Educativa encubierta. 

Así lo manifiesta la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) quien sostiene que no se puede hacer ninguna reforma a espaldas de la comunidad educativa. 

En tanto, Ademys, se apoya en datos de organismos internacionales y detalla que “Los propios documentos de los organismos internacionales sobre los que dice basarse la propuesta del gobierno, tanto el Banco Mundial como la UNESCO, UNICEF, OCDE, afirman que la implementación del aprendizaje remoto aumentó las diferencias sociales y empobreció los procesos de aprendizaje; y estiman que en los países de medianos y bajos ingresos un porcentaje muy bajo de estudiantes pudo acceder a la educación en forma virtual” y manifiesta que “En una Ciudad y un país donde se incrementa a pasos agigantados la pobreza, donde nuestres estudiantes tienen cada vez mayores dificultades socioeconómicas, de salud física y mental, y por ende educativas y de socialización, se presenta este proyecto como si en sí mismo fuera a resolver todas esas dificultades, depositando una vez en la “innovación” de la docencia y la organización escolar la responsabilidad de mejorar las condiciones de aprendizaje. Se llega al ridículo (o el cinismo) de plantear que, si alguien no tiene equipo o condiciones de buena conectividad para realizar la clase virtual, en lugar de ir a la escuela… asista a una biblioteca o algún espacio con buena conexión a internet para conectarse ¡con la escuela!”. 

En una clara contradicción con el relato que intentó establecer en los años de fuerte presencia del Covid, la cartera educativa porteña ya puso en marcha las pruebas pilotos, algo similar pretenden realizar en los Profesorados. Tal como está demostrado, la pandemia acentuó las desigualdades educativas, ¿será que para el gobierno que más redujo el presupuesto en materia educativa (un 17% desde que el PRO lidera la Ciudad de Buenos Aires) y que desde lo discursivo muestra un interés particular en la educación, sosteniéndose en el relato de la inclusión pretende, como otrora, educación de calidad para la clase privilegiada y poco y nada para les más vulnerables? 

La realidad es que en la Ciudad de Buenos Aires a la educación la están golpeando todo el tiempo. Nos siguen pegando abajo.