“EL JUGADOR ES EL DUEÑO DE LA LLAVE DEL NEGOCIO, PERO NO SE DA CUENTA”

Entrevista a Hugo Lamadrid


“EL JUGADOR ES EL DUEÑO DE LA LLAVE DEL NEGOCIO, PERO NO SE DA CUENTA”

Por Daniel Bello
PH: Walter Velázquez

Todos los 14 de mayo se celebrará el Día del Futbolista Argentino en conmemoración del gol que marcó Ernesto Grillo en el partido en el que Argentina venció por 3 a 1 a los ingleses en la cancha de River Plate, en 1953.

Con la excusa de este 14 de mayo, PPV buscó Hugo Lamadrid – jugador del medio y de los medios- para que defina.

Lamadrid jugó en Racing y logró la Supercopa Sudamericana y la Interamericana de 1988, se fue peleado con el presidente porque no le pagaban las primas. Se retiró en 1999 y decidió poner un negocio… a 3 meses de diciembre de 2001.
Poseedor de una fama de jugador áspero, por momentos se dedica al stand up y posee una cuenta de twitter en la que hace las delicias de un volante central consagrado como un Triunfador.

Siempre se dice que un jugador nunca se retira, que siempre se siente jugador.
Para vos, ¿cómo fue “el después” del fútbol?

El después del fútbol para mí ya lleva 20 años. Dejé de jugar en 1999 y me encontré con un panorama complicado, que fue en 2001-2002.

Dejé de jugar en Douglas High de Pergamino y una convocatoria de acreedores me limpió 70 mil dólares de un saque, entonces, fue muy difícil arrancar, porque la guita con la que contaba era esa, que era para meterme a dirigir. Y para ser técnico no se dan las cosas de un día para otro, tenés que estar, rosquear, ir a un lado, ir a otro. Necesitás un canuto de guita que te sostenga en ese tiempo.

Entonces, al no estar esa guita cuando deje de jugar, puse un negocio, que fue una panadería, pero podría haber sido cualquier otra cosa porque para mí era todo desconocido. Aproveché un local que tenían mis suegros en su casa, y puse la panadería entre julio y agosto de 2001.
O sea, a los meses voló el país a la mierda.

Esto implicó adaptarse a cuestiones que tenían que ver con el funcionamiento del negocio.
Por ejemplo, con el pan empezamos a estar justos o a perder un manguito, pero ganábamos con todo lo que era repostería. Eso implicó aprender sobre repostería, porque no era que yo contaba con un repostero o alguien que se dedicara a eso, sino que esas cosas las terminé haciendo todas yo. Laburaba casi 20 horas por día sin dormir.

Así pasaron casi 3 años, hasta que en 2004-2005 arranqué con otros laburos, el HSBC, vender seguros de vida. Pero fue la panadería la que me permitió mantenerme a flote durante ese tiempo que coincidió con el retiro del fútbol y la situación de mierda del país.

¿Y cómo llegas a las redes?

Esto de las redes arranca mucho tiempo después, en 2011 aproximadamente, y sale medio de casualidad, porque para mí las redes eran un mundo desconocido.
Uno venía de la dinámica lenta e insoportable del facebook, con esos posteos gigantescos, kilométricos -que ya me empezaban a hinchar las pelotas- y encontré en twitter algo más dinámico, de ida y vuelta.
En las redes lo que pude aprovechar fue ser alguien medianamente conocido por haber sido jugador, entonces, de entrada, me empezaron a seguir todos los que estaban relacionados con Racing: periodistas, hinchas.
Y ahí entendí cómo hay que manejar la cuenta, cuándo hay que pelearse y cuándo no, y empecé a encontrar recursos para generar empatía con el tipo común.  El tipo común que hace la cola del banco, que viaja en colectivo, que va a comprar al supermercado y ve que la cola que avanza es la otra y no la suya.
Entonces, eso generó que mucha gente común se empiece a dar cuenta de que el jugador de fútbol no es siempre como ese 2% exitoso y millonario que termina de jugar y puede hacer nada, vivir de rentas, viajar, esperar un tiempo y decir, bueno me voy a dedicar a ser técnico dentro de 2 años.  Esa es la minoría, el resto tenemos que salir a laburar todos los días.

Mencionabas que un porcentaje bajo puede vivir holgado, de rentas, sin hacer nada, y que la mayoría tiene que salir a laburar todos los días, ¿por qué crees, entonces, que el jugador no termina de identificarse como un trabajador?

Pasa que el fútbol no es un trabajo estándar; no es un trabajo de oficina de 8, 10 ó 12 horas.
Es una profesión privilegiada. Después entramos a debatir si te fue bien o mal, si económicamente zafaste o no, si estás manejando un colectivo, un uber o atendiendo un kiosko, pero lo cierto es que es una profesión privilegiada porque haces lo que te gusta, no sé cuánta gente puede hacer lo que realmente le gusta o laburar de lo que se preparó.

En el fútbol tenés horarios en el día que nadie tiene, entrenas 3 horas a la mañana, hay días que a la tarde no tenés entrenamiento, hay días que tenés doble turno, concentras en los mejores hoteles, viajas, entonces, es una profesión privilegiada, es difícil entenderla como un trabajo.  Te das cuenta de que era un trabajo cuando lo dejaste y tenés que empezar a levantarte a las 7 de la mañana y volvés a tu casa a las 9 de la noche, tomándote 2 colectivos o dos subtes y un tren… Ahí decís: aquel sí que era un lindo laburo.

Hay muchos que te pueden decir “ah porque yo me acuerdo de que la gente coreaba mi nombre”, bueno a mí me pasa que no extraño un partido, la cancha llena, sino que lo que extraño son las cosas que no me gustaban: extraño las pretemporadas. Siempre digo que extraño los dolores de los calambres, ahora me acalambro porque no tengo potasio, estoy hecho mierda, camino todo el día, antes me acalambraba por el entrenamiento.
Extraño las concentraciones, a nosotros no nos gustaba concentrar, concentrábamos en hotel 4, 5 estrellas, y no nos gustaba… Íbamos a concentrar para poder descansar.  Pero en ese momento no te das cuenta, lo ves cuando haces un análisis y ahí pensás “pelotudo, sos un privilegiado”. Y bueno, es como decía Bonavena, “es el peine que te dan cuando te quedaste pelado”.

En la mañana del 22 de abril de este año, el país amaneció con la noticia del suicidio de Julio César Toresani. Estaba, según indicaron, deprimido por temas personales y sin trabajo, lo cual habría sido el detonante para que tomase la decisión de quitarse la vida.
Recién mencionabas esto de una profesión privilegiada, y Camote Acuña -quien fue campeón en el ‘88 con Racing junto a Lamadrid- , habló de que para la contención del jugador después del retiro debía crearse una mutual. ¿Crees que esa puede ser la solución?

Alguno me va a putear seguramente, pero fui uno de los que participó de la creación de la Mutual en Racing, por el año 2006, 2007. Cuando la mutual se constituyó tuvo un pequeño funcionamiento y luego se cayó, dejó de funcionar, nadie iba.
Hace 3 o 4 años volví a impulsarla y dije: ¡Muchachos, hay que armar la mutual! A la primera reunión vinieron 17, a la segunda 6, y a la tercera 3… ¡Váyanse a la concha de su madre!

Gracias a Dios no necesito la mutual porque me puedo pagar el monotributo, tengo una obra social, tengo la familia cubierta desde la salud, me la rebusco con el laburo, yo no voy a pedir limosna para el laburo, que es a veces lo que se confunde.
No está bueno eso de “Che dale un laburo, este fue jugador de fútbol. Jugó en Boca, jugó en River”, eso es limosna, no está bueno.

Entonces, cuando hablan de una mutual, yo creo que es algo muy grande para hacer, muy difícil. Y creo que ahora se habla del tema por lo del Huevo Toresani. Vi muchos noticieros ese día a la mañana, sobre todo los noticieros de la mañana, y todos rasgándose las vestiduras sobre que el jugador de fútbol o que el Huevo que jugó en Boca, River, Unión… pa, pa, pa, pero si hace dos días ni sabían dónde estaba El Huevo Toresani.
Hay que dejar de ser hipócrita desde los medios de comunicación.


Ahora, no sé si falta una mutual, yo creo que lo que el fútbol, los clubes, la AFA y Agremiados tienen que dar son herramientas. A mí no me las dio, a todos los jugadores de nuestra generación no nos dieron herramientas para el día después. Entonces, hoy están los que manejan un taxi, los que nos las rebuscamos y le buscamos una vuelta a todo esto.

¿Lo de la Mutual sirve? Sí, claro, porque hay muchachos a los que, lamentablemente, la vida no los llenó de conocimiento, ni de posibilidades, ni de herramientas para arreglarse, y si por ahí manejaste un taxi y te chocaron, cagaste, quedaste ahí paralizado y no sabés qué más hacer.

¿Hay muchos muchachos con problema de guita? Sí, claro ¿Con problemas de cobertura de salud? Sí. El Pato Fillol peleó hasta hace un año, porque los jugadores del ’78 no tenían cobertura de salud médica. Entonces, claro que hay un abandono del jugador por parte de los estamentos del fútbol, pero no nos confundamos, el fútbol lo que tiene que darle al jugador son herramientas para cuando deje el fútbol.

Entonces, si hay que armar algo que tenga participación estatal, participación del fútbol, participación del gremio, que tenga que ver con un sistema de cobertura de salud al menos, perfecto. ¡Vamos!, ¿a dónde hay que ir a patear una puerta?
Ahora si buscamos una mutual para que nos den 2 mil pesos ó 3 mil pesos, no. Dame herramientas, capacitame.

¿El retiro del fútbol se vive igual hoy a cómo lo vivieron quienes se retiraron en los ‘80 o los ‘90?

Los jugadores de la década del ‘80 – por ahí alguno se ofende con lo que digo, pero me chupa un huevo- somos unos grandes resentidos, porque el cambio que se da en el fútbol desde lo económico llega pasada la mitad de los ’90, cuando aparece el cable. El fútbol ahí empieza a ser otro, los ingresos empiezan a ser otros, los clubes tienen ingresos que antes no tenían y todo eso repercute en lo que gana el jugador de fútbol, se empiezan a abrir nuevos mercados que antes no había.
Antes, si vos no podías jugar en Primera, bajabas al Nacional B o Primera B. Ahora tenés: Turquía, Kazajistan, Singapur, Camboya y la concha de mi madre. Vas y cobras 5 mil dólares. Tenes esa opción. Nosotros no tuvimos nada de eso.
Entonces, claro que somos resentidos. Si ves a alguien jugar un partido el domingo y decís: “ese hijo de puta está cobrando 500 mil mangos por mes y yo no puedo pagar la luz”, cómo mierda no vas a ser un resentido.

Ahora, tenés dos caminos:
ser toda la vida un resentido del orto y quedarte en la cómoda de quejarte,
y quedarte con ese resentimiento que te carcome por dentro o le das la vuelta y pensás “bueno, pará, me quedan 40 años, o lo que te quede, de vida”. Y ahí empezás a buscarle la vuelta para sentirte un poco más cómodo con la realidad de mierda que te tocó.
Cuando vos das toda esa vuelta, y esto es en mi caso, lo hablo por mí, te empezás a reír de vos mismo, y es ahí es cuando te empezás a curar.

San Lorenzo fue el primer equipo en firmar contrato con el plantel de fútbol femenino, ¿cómo ves la lucha que vienen dando las mujeres por lograr conquistas y derechos laborales?

Este reclamo, hace 10 años no tenía repercusión en ningún lado. Entiendo que hay un cambio de paradigma. En esto también tienen que ver mucho con las redes. Por eso digo que hoy las redes son una forma de vida.

Ahora, hay dos cuestiones: si uno lo va a ver al fútbol desde el punto de vista crítico, desde el espectáculo, aún está en pleno desarrollo, faltan años y años.
Pero la otra parte que tiene que ver con la de la inclusión: ¡bienvenida! Vengan, pateen puertas: Maca Sánchez, que la conozco, y un montón de chicas más a las que le podemos dar visibilidad.
Y esto también entra un poco a las piñas y contra la voluntad de muchos dirigentes.

Yo estoy seguro de que no todos los dirigentes, no hablo de los de San Lorenzo sino en general, están muy convencidos del fútbol femenino, pero la oleada los lleva puestos. Y lo que han hecho las minas, esto de cagarse a trompadas en todos lados, en los medios, en las radios y contra viento y marea, logró que vivamos este momento. Así como se está deconstruyendo en un montón de ámbitos: la mina ya entró en el fútbol, que es un ambiente muy conservador, muy machista, y entonces, es un mérito doble.

Ahora, que les va a llevar tiempo, y sí, les va a llevar tiempo para terminar de armar un producto que vos digas: “che, ¡fa! mirá que partidazo”, por lógicas cuestiones técnicas de desarrollo, de tiempo. Pero por eso digo, mirémoslo de los dos lados: del lado del espectáculo deportivo es una cosa; ahora del otro lado, desde el lado de la inclusión, del meterse y de romper o mover determinadas estructuras ancestrales, conservadoras, del fútbol, está perfecto.

Sos de una generación en la cual las cuestiones de género no eran ni tema de debate. Se dice que un varón no tiene que discutir el feminismo sino las masculinidades que se construyen, precisamente, bajo el patriarcado.

En un lugar machista como son los vestuarios, ¿cómo te ves en ese punto, en el marco social actual que impuso la lucha feminista?

No sólo en un vestuario, en el humor también.
Hago stand up a veces, muy de vez en cuando, y un montón de cosas hubo que volver a pensarlas y a repensarlas.

Hoy, yo, con más de 50 años, como muchos otros en mayor o menor medida, empezamos a aprender algunas cosas, a enterarnos de algunas cosas, y a darnos cuenta de algunas animaladas que hacíamos y decíamos. Vos hacías referencias a un vestuario, y en un vestuario podías escuchar cualquier cosa. CUALQUIER COSA.

Yo tengo una hija de 22 y una de 9, y digo: ¡qué buen momento van a vivir estás pibas!
Lo comparo con mi jermu que tiene 40 y pico y mi vieja, que ya se murió, que tenía 80 y pico, entonces, y me acuerdo de mi viejo mirado fijo a mi vieja, ella bajando la cabeza y haciendo lo que mi viejo le ordenaba, telepáticamente.

Cuando vos tenés en tu casa tres generaciones y vos ves cómo vivió cada una, pensas que nos mal que hay cosas que las nenas ya no las van a vivir, hay maltratos a los que no van a ser sometidas, hay derechos que ganaron y hay posibilidades que antes no tenían.
Todo esto se está dando en este momento, dónde el fútbol obviamente no es ajeno.

Es un momento, es un cambio de paradigma, sin lugar a duda.

Sabemos que hiciste un curso y despuntas cada tanto el vicio con el Stand Up, usas el twitter y hacés programas de radio, en todos esos soportes entendemos que se desarrolla un alter ego del verdadero Lamadrid, pero ¿cuánto hay de realidad en las escenas de la vida cotidiana que se muestran?

Creo que en un punto es más fácil ser actor dramático, agarras una calavera… (gesticula).

Yo voy por la vida tratando de no perderme detalle, tomo el colectivo, miro la gente, voy mirando para afuera, miro si las 4 patas de una mesa están bien.
Voy mirando todo, porque el humor se nutre de lo que pasa día a día, de lo que escuchas en televisión.
Después, hay distintas clases de humor, el humor escrito, es lógicamente más fácil, porque vos escribís, borrás, armás, le buscas una rima si hay que buscarle, le buscas un recurso, te da tiempo.

El humor arriba del escenario, no. Te equivocaste, te equivocaste. Y en el stand up, a diferencia de los contadores de chiste clásicos, tenés que poner un montón de otros recursos, que están estudiados, que están escritos. Tratar de sorprender al tipo que tenés sentado enfrente, es muy difícil, pero uno toma de la vida diaria y de sus propias cosas.

Cuando hago el monólogo, a veces hablo del tipo de 50 años, ¿y de quién carajo te crees que hablo? Hablo de mí. Ahora, vos que tenés 50 te vas a sentir identificado en algunas cosas porque te levantas, te duele esto, te duele lo otro, no hay momento del día que no hagas un ruido.
El que está sentado se va a identificar con eso, el pibe de 20 y pico tiene al padre que seguro le pasa lo mismo en la casa, entonces, el humor cuando es autorreferencial, garpa muchísimo. Porque yo no me estoy riendo del gallego… me estoy riendo de mí, de mis lesiones como futbolista, de las malas decisiones que tome en la vida, de haber tenido que manejar un taxi, yo me río de eso.

En alguna entrevista leí que Pedro Saborido te había dado algunos consejos sobre esto del humor, ¿podemos decir, entonces, que es el gran culpable?

¡Gran parte de culpa tiene Pedro!
Yo no lo conocía, sabía que era hincha de Racing, que le daba poca bola al fútbol, lo tenía más como el guionista de Capusotto que como Pedro. Un día, Mex Urtiberea, creo que fue en Pura Química, me dice: “Che boludo, me dijo que te siga Pedro Saborido, que se caga de risa con lo que vos escribís”. Entonces, le pido el teléfono de Pedro y ahí empieza la relación.

Pedro es un tipo al que vos le mandas un mensaje hoy y por ahí te lo responde un miércoles, ponele, él es así (sonríe). Él me decía que no tenía twitter, y le digo “¿y cómo me lees si no tenés twitter?”, y el me dice: “yo entro a twitter y leo dos o tres cuentas, una informativa, otra y la tuya porque me cago de risa”.

¡Que Pedro Saborido te diga me cago de risa con tu cuenta…! Bueno, vos decís, ¡che!, pará, acá hay algo.

Yo era de escribir, era muy poco del video y esas boludeces, un día me voy a Mar del Tuyú y le saco una foto a una casa, de costado, a una pared grande que tiene dos ventanas en forma desproporcionada, no tiene puerta, no es que están las dos en el medio, es una forma muy rara, y la subo y pongo algo así como la arquitectura de Mar del Tuyú, así como está el gótico, está la arquitectura de Mar del Tuyú.
Entonces, me manda un audio, y me dice: “Cabezón -porque me llama así-, la próxima vez, lo que vas a escribir decilo y filmate”. Y ahí, en ese mismo fin de semana, estando en la costa, sale esto del triunfador.

Yo estaba en la playa, había muerto mi viejo y habíamos ido a ver cómo estaba la casa, fin de semana de octubre, lindo fin de semana, pero no había nadie, poca gente. Y fuimos a la playa con mis dos hijos más grandes. Estoy sentado en la reposera, bajo la sombrilla, y mis dos pibes jugando a la paleta. Y no había nadie. Y me acordaba de lo que me había dicho Pedro, y en ese momento iba a escribir algo sobre las bondades de Mar del Tuyú como centro turístico. Armé algo en la cabeza como haciendo un paralelo con los grandes centros internacionales.

Y ahí puse la palabra triunfador, este lugar de triunfadores o algo así, si querés, llegar podés venir en auto o en avión, tirate en paracaídas en Santa Teresita porque no tenemos aeropuerto, alguna boludes así. Pasó. Y claro, hace 3 o 4 años no estaba el 4G cómo está ahora, y con 3G era un dolor de huevos que suba un video, y bueno, dejo el teléfono ahí y vuelvo a la casa y se ve que en un momento agarra la señal y empieza a descargar las notificaciones. El video había explotado, y no entendía por qué, entonces, lo volví a ver y digo, acá está el tema, acá hay algo explotable, y era esto que me decía Pedro: filmate, en vez de escribir, filmá lo que querés decir. Y ahí arranca esto del triunfador.

A veces, me asombro, llego a casa a las 9 de la noche y leo que alguien me dice: “Che flaco, ¡gracias!, tenía un día de mierda y me lo alegraste”.

Y todo esto termina conmigo yendo a Rusia con Cinzano a cubrir el mundial… ahora me voy a la Copa América con otra compañía.

Llego al final de la nota y le pido que defina, que tome la pelota y patee haciendo equilibrio en la línea. Lo miró y hago el pase:

Racing: Fue mi vida, Fue mi segunda casa, fue mi segunda familia. Llegué cuando tenía 6 años y me fui a los 23 sin querer irme. Me tuve que ir porque me pelee con el presidente de ese momento (Juan D’ Stéfano). Quedaron muchas deudas pendientes en Racing.

Basile: ¡Un fenómeno! Siempre digo que el Coco es el técnico que sabe armar mejores grupos, no estoy hablando de equipos, estoy hablando de grupos de gente. Cuando llegó a Racing, vino el Pato Fillol, vinieron un par de muchachos, ese plantel tenía gente grande y pibes.
Es un excelente creador de armonía dentro de un plantel, al menos lo fue cuando dirigía. Sin ningún tipo de duda, fue el mejor técnico que tuve en mi vida.

Rubén Paz: Un día me preguntó Víctor Hugo, en la segunda etapa de Rubén en Racing, en una nota: Lamadrid, vuelve Rubén Paz a Racing, ¿Qué le produce eso? Y le digo: “Otra vez los boludos vamos a correr para él”. (risas)

Parte del desarrollo del futbolista es darse cuenta de cuáles son sus limitaciones y sus potenciales. El mío era recuperarla y dársela a él, yo después me paraba en la barrera, entre la línea de la pelota y el arquero, para taparle la visual, así que la mitad de los goles son míos (más risas).

Lo he puteado varias veces porque tenía la extraña capacidad de quedarse parado bajo la sombra del mástil mientras nosotros corríamos como hijos de puta en las tardes de verano…  un pibe bárbaro, un jugador de la concha de su madre desde lo técnico, humilde, tímido, lo aprecio mucho a Rubén.

Fillol: De él aprendí muchas cosas fuera de la cancha, en el vestuario.
El Pato llega a Racing creo en el 87-88 y yo tenía 21-22 años, y con el Pato aprendí cómo llevar adelante un vestuario.
El Pato me ordenaba adentro de la cancha, yo lo escuchaba. Porque hay muchas veces que cuando el jugador habla no se hace entender, y si vos estás adelante mío, y yo te digo : “guarda el 7, el 11”,  Vos decís “de qué carajo me habla”, decime, te están ganando la espalda, volvé para atrás, cuidado a tu izquierda o tu derecha… Bueno eso es lo que hacía el Pato: “Flaco a tu izquierda, Flaco esto o lo otro”.
Siento un gran aprecio por el Pato, un tipo que se la jugó cuando a nosotros, que éramos pibes en Racing, no nos pagaban. Un día dijo: “Si no les pagas, me voy”.

¿Y el fútbol argentino?

Uf…
El fútbol argentino es hermoso y trágico a la vez. Cuando pasan los años y seguimos sin poder jugar con visitantes, tiene que ver con el fútbol, pero también con otras cosas fuera del fútbol.
Nos estamos perdiendo de algo hermoso.

Hemos llegado a un punto con un fracaso en un Mundial, que no es casualidad: la muerte de Grondona, con los manejos que este tenía. Después Luis Segura, la votación de 38 a 38. Sigue la Comisión “Anormalizadora” como le decía yo, que puso este gobierno con el presidente de Belgrano, Armando Pérez, a la cabeza. Una eliminatoria que tuvo a Martino, Bauzá, Sampaoli – tres técnicos en una misma eliminatoria-. No resiste demasiado análisis… ¿qué viene de ahora en más?

Tenés la Superliga, que a mi me gustaría saber por qué se crea, ojo no soy boludo, hay todo un negocio atrás, pero vos tenés la AFA y la Superliga… ¿Por qué?

Y hay que tener mucho cuidado con el tema de las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas).
Tenemos un gobierno que claramente impulsa, a veces sin un papel arriba de la mesa pero sí con acciones, las llegadas de las SAD a los clubes.
No va a ser ni a Racing, Independiente, ni a San Lorenzo, seguramente, pero hay muchos clubes chicos que en estos momentos lo hacen mierda.

Hubo una modificación en el decreto 1212 no hace mucho.
Ese decreto, que se creó en 2003, ponía un poco a salvo las finanzas de los clubes, de las asociaciones sin fines de lucro, en el tema de los aportes de sus empleados.
Porque entendiendo al club como un lugar de desarrollo no sólo deportivo sino también no cultural, social, educativo -hay clubes que tienen colegios-, se les da un beneficio, y ahora ese beneficio se quitó.

Eso, por un lado, y por el otro, la eliminación de la Secretaría del Deporte y la degradación en Agencia, son todas señales a las que hay que estar muy atentos y en el fútbol sabemos que dónde anda Fernando Marín alguna cagada van a hacer.
Marín es la mano derecha de Macri en esos temas, también está Daniel Angelici…

Después, el fútbol es hermoso, pero el fútbol que empieza a rodar la pelota.

Con esa última definición se terminaba el partido, pero quise forzar el tiempo extra.
Volví a patear:
¿Macri?
El Flaco me miró y no dudó, volvió a definir.
Creo que Macri, y todo lo que está pasando ahora no es casualidad, creo que ellos tienen una gran conciencia de clase, que tiene que ver con su clase, con sus amigos, con su grupo cercano. Siempre tengo encima lo que fueron las ganancias de los grupos en la época de Macri: fueron las petroleras, las energéticas, las telefónicas, las financieras, entonces, cuando los que ganaron son todos esos, no creo que haya sido un error o una mala praxis, esto estuvo armado así.

Lo que sí hay es una gran crisis o hay un gran déficit de información por parte nuestra, porque hubo grandísimos inoculadores de odio durante muchos años, porque el trabajo que hicieron fue perfecto, ¡eh! Si lo analizamos desde el trabajo que hicieron, fue excelente, es para sacarse el sobrero. El otro día me preguntaron a qué iba a Tribunales, “hay una marcha”, les dije. Y no tienen la más puta idea de lo que pasa, yo tampoco -aclara-, pero me tomo el trabajo de escuchar a uno, a otro, quién es este, quien es Stornelli, porqué esto, porqué lo otro, y así te empezás a dar cuentas de quién es el que te miente, el que te acomoda.

Sintetizando…. Creo que Macri es producto de una sociedad desinformada o informada parcialmente por profesionales inoculadores del odio como Lanata, Feinmann, Majul, Baby Etchecopar, un misógino de mierda, facho del orto que dice cualquier boludes en la radio… ¿y qué pasa? Hay gente que le cree. Gente que escucha todos los días eso… y claro si escuchás todos los días eso, cómo mierdas no te vas a convencer…

¿Cristina?

Lo que siempre me asombró – me pasó con pocos políticos-, es la gran capacidad de oratoria… ¿Por qué? Porque el político profesional tiene un recorrido corto. Vos lo escuchas en este programa y dijo más o menos lo mismo. A mí me gusta mucho Daniel Arroyo, vos lo escuchas y en algún momento te va a decir “porque el prestamista del barrio, ese que te presta la plata para que vos pagues la factura de luz…”, siempre te habla del prestamista del barrio, lo mismo De Mendiguren… siempre te hablan de lo mismo.
Ahora, cuando vos mantenes 3 horas de oratoria sin un papel delante de la ONU, estamos hablando de otra cosa.

Muchos de nosotros que fuimos muy boludos cívicamente- y yo me hago cargo de que, siendo jugador de fútbol, la política me chupaba un huevo-, vivíamos en una burbuja, no sabíamos qué carajo pasaba. Entonces, cuando uno viene de equivocación en equivocación y venís, al menos en mi caso, de familia radical antiperonista, mi viejo policía, de un lugar donde no existía la charla política, cuando uno siempre fue un pelotudo cívico, y de golpe te encontrás con Néstor primero, decís: ¡qué suerte los pibes jóvenes que pudieron vivir, como jóvenes, estos años esto de la política!” Porque lo que lograron fue que la masa de pibes jóvenes se vuelque a la política como no se había producido en los últimos años. Entonces, creo que políticamente la vara es tremendamente alta.

¡Yo me quiero sentar a hacer una paja en un debate Macri -Cristina! Es obligatorio ahora, y yo me quiero sentar a ver ese debate. Espero que estos 4 años de mierda que pasamos, al menos me den este debate.