MATE LAVADO

MATE LAVADO

Por Ignacio Vila

«Si no se nos escucha, no vamos a dudar en llevar nuestros tractores a Buenos Aires». Con esa frase, el dirigente yerbatero Hugo Sand resumió la posición de parte del sector yerbatero ante la posible eliminación del Instituto Nacional de la Yerba Mate -INYM- planteada por el presidente Javier Milei en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023.

Ante  tamaña afirmación, surge preguntarnos cuáles son los motivos por los cuáles los productores yerbateros han presentado recursos judiciales para frenar la medida. Además, pretenden convocar a movilizaciones para obstaculizarla definitivamente.

Vamos a volver

En el año 1991 el gobierno  argentino desreguló, vía un DNU, la economía nacional y el sector yerbatero tuvo su capítulo particular. La medida específica daba de baja la histórica  Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM). El argumento para esta decisión sonará conocida: el DNU explicaba que se estaba «profundizando la libertad de mercados con el objeto de afianzar la estabilización de los precios y provocar la disminución de aquellos artificialmente elevados por efecto de regulaciones o monopolios legales que provocan falta de competencia y de transparencia en muchos mercados«. Y agregaba “que es necesario favorecer la tendencia desreguladora en la esfera de la producción y comercialización de la yerba mate, debiendo abandonarse la práctica de restringir la competencia mediante el control de plantaciones y fijar cupos de producción, contribuyendo de esta manera al aumento de la competitividad del sector” y “que por ello se torna conveniente la disolución de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate y del Mercado Consignatario Nacional de Yerba Mate».

Esos raros efectos nuevos

A partir de 1995 los precios de la hoja verde de yerba mate inician una caída notoria, pasando de 0,19 centavos por kilogramo en 1990, a 0.06 centavos en 1999. Esto llevó al sector productivo a una crisis cuasi terminal.

Sabrá apreciar el lector que los precios en los supermercados argentinos no tuvieron un comportamiento similar, lo que generó una transferencia de riqueza desde los productores primarios al resto de los actores de la cadena.

Tractorazos

El 29 de mayo del 2001 comienza en Oberá la primera jornada de tractorazos que, luego de varias jornadas y meses de lucha, dio origen al actual Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), que el actual DNU pretende desaparecer.

El 21 de febrero del 2002, el Congreso de la Nación sancionó la Ley 25.564, a través de la cual se creó formalmente el INYM. Las mejoras demoraron en llegar y se retomaron las protestas. El  segundo tractorazo ocupó la ciudad de Posadas por 53 días hasta que el Gobierno de la Nación firmó el decreto reglamentario, y el 19 de julio se realizó la primera reunión formal de Directorio del INYM.

La expresión inicial del dirigente yerbatero Hugo Sand se enmarca en este relato histórico. Por supuesto que la postura no es hegemónica en esta sociedad atravesada por la grieta, pero no será fácil para el gobierno nacional eliminar definitivamente una institución como el INYM. La lucha de miles de productores, productoras y de trabajadores y trabajadoras tareferas promete volver a ponerse en el centro de la escena de la lucha sectorial. Esta vez, mucho más rápido que en los 90, porque esta historia reciente está muy presente en la memoria de los y las yerbateras.