LA DESINFORMACIÓN EN TORNO AL NUEVO OBSERVATORIO DE NOTICIAS MALICIOSAS

 

LA DESINFORMACIÓN EN TORNO AL NUEVO OBSERVATORIO DE NOTICIAS MALICIOSAS

Por María Quintero

La Defensoría del Público creó un Observatorio que abordará la problemática de la proliferación de las fake news, una cuestión que preocupa mundialmente y que se encuentra en el eje del debate público, académico y periodístico desde el Brexit y las última elecciones en Estados Unidos en 2016.

Como es de público conocimiento, la Defensoría del Público no es vinculante, no tiene carácter de abordaje punitivo ni sancionatorio, sino que sus funciones y objetivos consisten en generar ámbitos de reflexión, investigación, articulación con las audiencias y medios de comunicación. Así ha sido siempre su función desde su creación. Ejemplo de esto es el abordaje que ha tenido sobre la violencia mediática. Sus intervenciones en los medios de comunicación audiovisuales, de carácter puramente formativas hacia los y las periodistas mediante capacitadores/as ampliamente formados en el tema, así lo demuestran. Fueron varios los medios de comunicación que han contado con sus herramientas para llevar adelante una comunicación más igualitaria y libre de violencias de género.

Por esto, llama la atención que desde el lanzamiento del observatorio, el viernes pasado, aunque mayormente desde el día de ayer, varios medios de comunicación hayan publicado notas extremadamente críticas que hablan de censura, Gestapo, control, cepo a la verdad, entre otras tantas acusaciones. La primera pregunta ante esto es si esos medios de comunicación desconocen que la Defensoría del Público no tienen carácter sancionatorio y que , por ende, no podría nunca censurar contenido. ¿Desconocen también que la tarea de un observatorio anclado en un tipo de organismo como la Defensoría del Público no puede ser otra que el estudio, la investigación, la elaboración de propuestas articuladas entre la sociedad civil, los medios de comunicación privados, comunitarios y el propio estado?

¿Se puede refutar un observatorio sobre discursos de odio y noticias maliciosas con una fakenews?
En una de las notas publicadas por el diario Infobae que se titula “El kirchnerismo creó un organismo para supervisar qué noticias se publican en los medios de comunicación”, la ex directora del ENACOM de Cambiemos, Silvana Giudici (la misma de la polémica por los millones de pesos adeudados en FOMECAS a los medios comunitarios y que usó para engrosar el presupuesto de las fuerzas de seguridad), asegura que el Observatorio habilita a un estado interventor y autoritario, y se pregunta si las operaciones de noticias maliciosas se desarticularán con la fuerza policial.

Cuesta creer que la ex directora de ENACOM desconozca el carácter no vinculante de la Defensoría del Público. Una característica del organismo que por sí sola responde la descabellada pregunta de Giudici.

Pero más aun cuesta creer que, en la misma nota, Giudici asegure que “en el mundo se debatió el tema de las fake news y salvo en países donde se instalaron leyes de control absoluto como China o Rusia, en los países democráticos se llegó a la conclusión de que ningún organismo estatal puede funcionar como decisor de la maliciosidad de las noticias”. Doble “error” de la ex directora del Ente Nacional de Comunicación, la Defensoría no propone leyes y el observatorio tampoco puede hacerlo. Por otro lado, países como Francia (2018) orientada a la distorsión de las elecciones y Alemania (2017) orientada a combatir la difusión de diferentes tipos de información como discursos de odio, fake news, sí tienen leyes con el objetivo de combatir la proliferación de las noticias falsas. En Inglaterra, tras el Brexit, hubo varias iniciativas que aún siguen en debate. ¿Será que para Giudici ninguno de estos países representa una democracia?
Por otro lado, los otro países que sí poseen legislaciones contra las Fake News son Kenya, Arabia Saudita y Singapur. Este último caso sí tiene una ley contra las fake news restrictiva y punitiva. En Brasil, actualmente está en pleno debate una ley en el Congreso.

Será que Giudici decidió comparar un observatorio de un Organismo argentino con China y Rusia adrede, agitando el siempre presente fantasma del comunismo con el cual pretenden invalidar desde la oposición toda iniciativa del actual gobierno. Novaresio, para criticar el Observatorio apela directamente a nombrar a Venezuela y el debate de esta semana sobre el respeto a los derechos humanos.

Hay que destacar, además, que una de las principales tareas del nuevo observatorio, que lleva como nombre NODIO, será la búsqueda para avanzar en el desarrollo de un código de prácticas autorreguladas sobre desinformación para plataformas en línea, una experiencia similar a la que se viene desarrollando en la Unión Europea y del que participan las principales plataformas digitales y la industria publicitaria.

En igual sentido que las afirmaciones de Giudici, también han escrito Novaresio, La Nación, en la radio, Marcelo Longobardi, y la organización periodistica ADEPA. Y claro que también fue uno de los discursos de esta tarde en la marcha de los anticuarentena fogoneada por la oposición. ¿Son casuales los graves errores sobre el rol del Observatorio y la Defensoría del Público cometidos por algunos medios de comunicación justo horas antes de una marcha opositora?

Por otro lado, también llama la atención una segunda línea en las críticas a la iniciativa expresada en el reguero de notas publicadas entre ayer y hoy que hace alusión a la alfabetización mediática, con una acusación a quienes conforman el observatorio de creerse una vanguardia esclarecida y de no confiar en la madurez de la sociedad.

Es importante recordar que hace unas pocas semanas, Infobae cerró un acuerdo con Google para participar en el programa llamado Google News Showcase, que privilegiará y permitirá a los sitios de noticias publicar diariamente entre 3 y 21 notas para ser distribuidas en esta nueva plataforma. Las empresas periodísticas recibirán por parte de Google una compensación monetaria por participar en el programa.

Un dato más que paradójico es que al final de la nota publicada por Infobae, es el mismo diario el que recomienda la lectura de otra nota sobre “Cómo es el programa de Google para capacitar a niños y adolescentes sobre desinformación” en América Latina, sobre temas como ética de la información, pensamiento crítico, reflexión, interpretación, comunicación y toma de decisiones, entre otros. El proyecto piloto comenzará en la Argentina, Colombia y México.

¿Será que no les molesta la vanguardia de Google?

En este marco, no termina de asombrar cómo los medios opositores se han empeñado en los últimos dos días en hacer un berenjenal con la información sobre el nuevo Observatorio y han mezclado investigación con regulación, autorregulación con censura, las lógicas de los medios de comunicación tradicionales con las de las redes sociales.

Como interrogantes, también nos queda pensar como sociedad cuánto desconocen los medios más importantes de nuestro país sobre unos de los temas en debate más resonantes en términos políticos y comunicacionales actualmente en el mundo y cuánto están dispuestos a hacer por salvaguardar al periodismo, como actor fundamental de las democracias, de la proliferación de las noticias maliciosas.

Por lo demás, a pesar de que es un debate que no da el Observatorio ni la Defensoría pero que, sin dudas, habrá que dar articuladamente entre todos los actores intervinientes y en otros ámbitos de cara al futuro, la discusión de fondo que plantean los medios de comunicación hegemónicos parece ser la de siempre: Quién pone las reglas para la alfabetización y para la regulación, lo hace la regulación pública o la regulación del Mercado.