Entrevista a Lilian Capone
“SUSPENDER SÓLO LA ESCUELA NO SIRVE”
Por Ana Belén Marrello
La Secretaria de Salud Laboral de CTA Provincia de Buenos Aires y Coordinadora del Espacio Intersindical de Salud, Trabajo y Participación de lxs Trabajadorxs, Lilian Capone, dialogó con Revista PPV sobre la segunda ola de Covid y la multiplicación de los contagios en nuestro país. También se refirió a los riesgos de mantener la presencialidad escolar en esta coyuntura y el pedido de los gremios de afianzar los cuidados comunitarios.
La cantidad de contagios tuvo ayer en Argentina otro récord histórico. Los números indican que los casos ascendieron a 27.001 en todo el país y fueron 217 las personas fallecidas. En provincia de Buenos Aires los casos positivos treparon a 14.004. La siguen en cantidad de contagios CABA, con 2.934 casos, y Córdoba con 2.268.
“Nos encontramos en una situación en el mundo, en América y en nuestro país muy compleja, muy complicada. Como siempre decimos, este virus tan diminuto demuestra lo mejor y lo peor de todos los sistemas sociales, sanitarios, políticos, económicos y educativos; lo mejor y lo peor. Y también de las personas. El mezquino va a ser más mezquino, y el generoso, es el que tendrá una mirada cuidadosa con los otros”, expresó Capone y agregó: “Hay un pico mundial, se está hablando de una segunda o tercera ola, pero ahora se está hablando de otra pandemia, puesto que el virus sigue mutando de una forma vertiginosa”.
¿Cuál es el impacto de esta segunda ola de la pandemia de Covid-19 y del aumento acelerado de los contagios?
En nuestro país, el tema de los contagios, vamos viendo con mucha preocupación que es exponencial. Si bien después de fin de año y las vacaciones hubo un amesetamiento, ahora, la suma de contagios diarios en todo el país, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano es realmente preocupante.
Con respecto a la mutación del virus, esa es una característica de los virus. Los virus mutan siempre, por eso nos damos la vacuna de la gripe todos los años, porque son virus diferentes. ¿Qué es lo que ocurre hoy con el Coronavirus por ejemplo de la cepa Manaos? Sabemos que en Brasil no hubo ningún tipo de contención, es un virus que proliferó, se fortificó contagiando a miles de personas y obviamente, cuando entra a la Argentina el alto grado de contagiosidad se mantiene.
La situación es grave. Hay varios grupos de sanitaristas. Hay algunos sanitaristas que definen cerrar todo por tres semanas para alivianar el colapso en las camas de los hospitales y para disminuir la fuerza del virus. Tenemos que saber que a cuanta más gente contagia, más fuerte es el virus, más se fortifica. También hay otro grupo de sanitaristas que plantea una mirada muy estricta, muy puntual, ver caso por caso, provincia por provincia, distrito por distrito, tener un control sanitario muy específico y obviamente nuclear o aislar a todos los focos como se hizo en su momento el año pasado. En este contexto hay dos cuestiones: la económica, que es difícil, venimos de muchos años de vapuleo económico, que no es una cuestión solamente de la pandemia argentina, sino que está en todo el mundo, que hubo muchos esfuerzos por parte del gobierno nacional de apoyar los salarios, las asignaciones de emergencia, a la economía popular, a la cultura, congelar las tarifas de los servicios públicos, etc. Todo eso ayudó a que en algún momento merme un poco la situación caótica, pero hoy en nuestro país hay hambre. Con lo cual, eso no se puede obviar.
¿Cuál es tu opinión sobre la situación en las escuelas?
El tema de las escuelas, es un tema en el cual el gobierno nacional avala la presencialidad y cuida la necesidad de que las escuelas estén abiertas. Hoy, nosotros consideramos que obviamente los docentes quieren estar en la escuela, los chicos quieren estar en la escuela, los padres quieren que sus hijos vayan a la escuela. Sigue siendo la escuela un lugar, un reservorio por el cual los niños y los padres, pensemos en clases quizás más castigadas por toda esta situación, sigue siendo el lugar de confianza para las familias que muchas veces están olvidadas. Por lo cual, la escuela tiene un nombre, un apellido, una identidad propia y los docentes eso lo saben y toda la comunidad educativa también. Pero también es cierto que los chicos en las escuelas están cuidados. Los protocolos, en los lugares donde se instauraron, hay lugares donde no se instauraron, hay gobiernos provinciales que no vieron esta situación y hay otros gobiernos provinciales que sí, y trabajaron con mucho cuidado. Por lo tanto, los niños y los docentes dentro de las escuelas están cuidados. El tema es lo social, lo que está alrededor, la entrada, la salida, los encuentros, las reuniones, pero sobre todo el tema del transporte. Tanto el subte en la Ciudad de Buenos Aires, como los trenes, y también los colectivos. Hay una situación donde la gente necesita trabajar y eso no se pudo controlar, no está bien controlado y no está bien ubicado dentro de la pandemia.
Desde los gremios de docentes abogaron por una presencialidad cuidada. Trabajamos mucho para que estos protocolos estén al servicio de todos los compañeros y compañeras en las escuelas. Hubo mucha inversión, no en todos lados, pero en muchas provincias hubo mucha inversión para asegurar estos protocolos. El tema es que el contexto de pandemia hace que la situación de la circulación comunitaria del virus deje una franja muy lábil. Que, si bien no es la escuela el lugar del contagio, sea alrededor de la escuela. Entonces en este momento, lo que se está planteando es tener una situación muy crítica, evaluar muy seriamente. Y, por supuesto, hay organizaciones sindicales que solicitan la suspensión, pero no de las escuelas, sino de todas las actividades. Suspender sólo la escuela no sirve, tiene que estar inmerso en una suspensión de todas las actividades, con toda la implicancia que tiene.
El Espacio Intersindical de Salud, Trabajo y Participación de lxs Trabajadorxs expresó, en un comunicado el 9 de abril, su preocupación ante la resolución conjunta del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Salud nacionales, Nº4/21, que habilita a que quienes hayan recibido la primera dosis de cualquiera de las vacunas, y transcurridos 14 días de la inoculación, puedan ser convocadxs por sus empleadores a asistir a sus puestos laborales, independientemente de su edad y condición de riesgo.
Ya lo ha dicho Alberto Fernández en un mensaje muy claro, que lo primero que iba a cuidar este gobierno es la vida y la salud de los argentinos. Por eso llamó mucho la atención el comunicado, que dos días después sale, firmado por el Ministerio de Salud y por el Ministerio de Trabajo, donde se convoca a las personas que son grupo de riesgo, se las convoca a trabajar una vez que tengan una dosis. Y la verdad es que esto es una imprudencia sanitaria. Por eso muchas provincias no están adhiriendo. Nosotros consideramos que hasta que no haya una verdadera contención epidemiológica con respecto a las vacunas, esto realmente es complicado y es peligroso. Porque la verdad es que el esfuerzo que está haciendo el gobierno en el plan de vacunación, desde agosto del año pasado el gobierno se puso a la cabeza de las discusiones de las adquisiciones de vacunas sabiendo que esto iba a ser un bien escaso, estamos en un medio muy mezquino, un mundo que esconde vacunas para venderlas más tarde más caras. Esta es la realidad, no les interesa la vida de los demás. A nuestro gobierno sí le interesa la vida de los demás. A pesar de todas las falsedades, de todos los embates, de todas las situaciones tan complicadas que ha hecho la oposición, nuestro gobierno sigue vacunando. Hoy tenemos más vacunados que enfermos. Tenemos arriba de cinco millones de personas vacunadas y eso es algo muy importante y es un logro político y es un logro sanitario. Y van a venir más vacunas, por lo tanto, lo que uno puede ver y considerar es que lo ideal es que se haga un buen control, que haya la menor cantidad de personas circulando, la menor cantidad de transporte público circulando con amontonamiento. Muy cuidado, muy puntualizado, y en aquellos lugares donde no hay casos y donde se pueda realmente controlar, las escuelas puedan estar abiertas, pero siempre y cuando todo el resto esté controlado. Cerrar las escuelas solamente no nos sirve. A nosotros nos sirvió el año pasado porque hubo un aislamiento social muy importante, con lo cual el virus inmediatamente no tuvo a quien contagiar y la cantidad de casos disminuyó.
Esto es inversamente proporcional. Cuanta menos gente haya circulando, mayor será la posibilidad de que el sistema sanitario siga en pie como hasta ahora, mayor será la posibilidad de seguir avanzando con un plan de vacunación inédito. Nuestro país es el número 24 en la adquisición de vacunas y el número 20 en la implementación de un plan de vacunación nacional. Esto es inédito. La vacunación como contención colectiva es para todos. Esto es la generosidad y la solidaridad, por un lado, y por otro lado tenemos que seguir pensando que, en estos tiempos de pandemia, la ventilación, el distanciamiento físico, el barbijo o el famoso tapa nariz boca y obviamente la desinfección son los cuatro pilares para darle batalla a esto que realmente nunca pensábamos que lo íbamos a vivir.