TIEMPO DE DESCUENTO PARA EL GRUPO DE LIMA

TIEMPO DE DESCUENTO PARA EL GRUPO DE LIMA

Por Miguela Varela

El recién elegido Canciller de Perú, Héctor Béjar, realizó declaraciones vinculadas al Grupo de Lima que lo alejan de la tradicional posición peruana. Según el Ministro “los socios del Grupo de Lima han cambiado su política, sus puntos de vista son distintos ahora (…) mi deber es mejorar las relaciones con Venezuela”. Béjar, con un pasado de guerrillero entrenado en Cuba y fiel defensor de Fidel Castro, apuesta a un cambio en la política exterior en el marco de un nuevo Perú.

Si bien no se han realizado anuncios formales, estas declaraciones generaron pánico en el establishment limeño ante el reperfilamiento de la política exterior del nuevo Presidente Pedro Castillo. Muy atravesada por la cuestión venezolana, la política latinoamericana se encuentra en una emboscada donde la principal herramienta política se erigió dentro del Grupo de Lima. Fundado en el año 2017, en pleno auge de la restauración conservadora en la región, 14 países dieron origen a este acuerdo que tenía por objetivo atacar al gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, el propio desgaste de la oposición venezolana y la salida de varios gobiernos de derecha, lo han desinflado. En marzo de este año, el gobierno argentino anunció su salida formal, mientras que ni Bolivia ni México siguen acatando sus recomendaciones. Continúan al mando de este frente el desgastado Jair Bolsonaro, el gobierno fantasma de Sebastián Piñera y el acorralado Iván Duque. Gobiernos de derecha con una fuerte caída de su imagen pública y asediados por las manifestaciones populares.

Tiempo de descuento

Al mismo tiempo que Béjar elude pronunciarse a favor del Grupo de Lima, en su discurso de asunción señaló: “En el año bicentenario seremos coherentes y consecuentes con esta tradición histórica de la diplomacia peruana y retiraremos del Congreso la solicitud para que el Perú denuncie el tratado que instituyó UNASUR. Por el contrario, impulsaremos su reconstitución y modernización, como el organismo de cooperación y consulta que afirme en este mundo global la entidad propia de Sudamérica en la política mundial”. Y además agregó “De manera convergente y siempre en la conciencia histórica del significado del bicentenario de la independencia patria, reinsertaremos vigorosamente la presencia peruana en la Comunidad Latinoamericana y del Caribe, CELAC. Trabajaremos en su fortalecimiento e impulsaremos su capacidad de acción”.

Esta revalorización de UNASUR y CELAC como contrapesos, no sólo al grupo conservador, sino también a la propia OEA muestra la necesidad del gobierno de Castillo de avanzar con rapidez en la suma de apoyos regionales. ¿Y esto por qué? Porque sabe que la embestida de la derecha será feroz y que sólo con el poder del gobierno no será suficiente para enfrentarla. La historia reciente demuestra que el contexto regional puede salvar a un gobierno de un golpe de Estado (como el caso del Ecuador de Correa) o no (como en la Bolivia de Evo Morales).

Por otro lado, el nuevo Perú toma posición clara ante Cuba. En palabras del Canciller: “En ese espíritu y en concordancia con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, condenamos los bloqueos, los embargos y las sanciones unilaterales que solo afectan a los pueblos y respaldamos plenamente el libre y autónomo derecho de cada pueblo a mantener libremente y sin obstáculos el intercambio comercial y cultural con el resto de la comunidad global y latinoamericana”. En momentos donde Estados Unidos nuevamente ataca a Cuba, Perú se posiciona rápidamente con un fuerte cambio de discurso.

Nuevos vientos

Por último, Béjar deja en claro cuál será el objetivo central de su gobierno: “Ingresa a la historia oficial de la patria, espero para quedarse, el poderoso e inmortal espíritu de Javier Heraud. Con él ingresan, también, los Andes de nuestro mundo campesino, los cerros y desiertos donde viven los pobres de Lima, las rondas de Cajamarca, los campesinos, los mineros, los trabajadores y trabajadoras callejeras, las mujeres de las ollas comunes, las trabajadoras del hogar, junto con todos los pobres, humillados, ofendidos y marginados. Ingresan , también, a este palacio y a esta Cancillería para que un Perú digno y justo represente a nuestro pueblo en el complejo mundo universal de nuestros días”. Soplan nuevos vientos para América Latina.