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¡Saltá el cerco medíatico!

“SI HOY TENEMOS LA DEMOCRACIA QUE TENEMOS ES PORQUE ESTUVIERON LAS MADRES”

“SI HOY TENEMOS LA DEMOCRACIA QUE TENEMOS ES PORQUE ESTUVIERON LAS MADRES”

Por Darío Ferrazzano

Este mes se cumplieron diez años del ciclo de cine-debate que llevan adelante Felipe Deslarmes y Walter Bosisio en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), espacio que tiene la Asociación Madres de Plaza de Mayo en la ex ESMA.  Revista PPV se acercó hasta allí para hablar con ellos.

Diez años de este proyecto, ¿cómo se atraviesan?

Felipe: 10 años es un montón, a uno le cuesta pensarlo.  Cuando empezamos, lo hicimos pensando en el día a día, nunca en cuánto iba a ser el tiempo de proyección.  El ciclo lo comenzamos con Walter Bossisio (NdR: Sociólogo responsable de Derechos Humanos de la UNAJ – Universidad Nacional Arturo Jauretche-).  El planteo que nos hicimos con Walter fue “qué podemos hacer para devolverles a las Madres un poquitito por todo lo que hicieron para que tengamos una Democracia donde se juzgue a los genocidas, donde la Memoria se pueda pensar y trabajar”.  Me parece que el trabajo de las Madres es fundamental, porque si hoy tenemos la Democracia que tenemos, más allá de todas las dificultades que tenemos, es porque estuvieron las Madres.  Porque en lugares como Brasil tenemos un Presidente prácticamente facho que directamente no tiene ningún reparo en reivindicar a la gente que torturó a una ex presidenta.  Y en otros países de la región también ha sido así.  En Uruguay todavía no se ha podido quitar la Ley de Caducidad, con lo cual la mayoría de los milicos responsables de atrocidades están sueltos, todo lo que fue el Plan Cóndor ha tenido muy poco castigo en todos lados salvo en Argentina, que es ejemplo.  De alguna forma, esto es por unas viejas que se jugaron, sin conciencia política en ese momento y sin idea de cómo organizarse, que empezaron a laburar desde lo más visceral que es el reclamo por la aparición de sus hijos y que sin saber cómo, empezaron a juntarse y a trabajar para reclamar por la vida de todos.  Y ahí nació la socialización de la maternidad: decidieron quitar el nombre de sus hijos de los pañuelos y comprender que todos los desaparecidos son sus hijos.  En todo ese contexto, decimos “¿de qué forma podemos devolverles un poquitito?”.  Entonces, hablando con Walter empezaron a surgir ideas y contactos que teníamos de directores y documentalistas (de cuando me ocupaba de organizar la selección de documentales de Miradas al Sur).  Él empezó a encontrar el marco más intelectual, lo mío es más áspero desde lo más llano.  Nos complementamos con la mirada. Y lo más importante era encontrar una excusa para empezar a encontrarnos con los vecinos, con el barrio.  Armamos una propuesta, la trajimos acá y la aceptaron sin ningún reclamo.

¿Cuál fue la respuesta de Las Madres frente a esta propuesta?

Maravillosa, nunca nos pusieron un pero.  Y hemos hecho cosas que quizás podían parecer medio jugadas.  Por ejemplo, en un momento se habían peleado con Osvaldo Bayer y lo trajimos para el debate.  Con el tiempo se zanjaron esas diferencias porque eran momentáneas.
El debate nos enriquece muchísimo, ese encuentro con la comunidad nos ayuda a reflexionar.  La idea no es salir pensando todos lo mismo como si atravesáramos el marco de la puerta para que nos termine dando el marco al cerebro, sino al revés: nos vamos con un montón más de dudas.  Me parece que las certezas nos han traído bastantes problemas a la humanidad en general.  Me gusta mucho una frase de Benedetti que decía: “hay que estar demasiado seguro de la brújula de uno para apretar el gatillo del odio contra otro”, entonces, ese tema de la certeza me preocupa y prefiero que salgamos con un montón de dudas, que nos pensemos y pensemos de qué forma podemos encontrarnos, de qué forma puedo colaborar con otro, porque siempre en el otro estoy yo.  Incluso en el concepto más individualista: en ese otro siempre estoy yo.

Es lo que decían las Madres en la marcha de la resistencia, Hebe hablaba de “El otro soy yo”…

Totalmente, escuchar ese discurso de vuelta te pone la piel de gallina, porque en el 81 decían eso.

Y después ese concepto fue evolucionando y se convirtió en “La Patria es el Otro

Maravilloso, porque es eso.  Es una vuelta, si se quiere, a lo que planteaba Sartre cuando cuestionaba aquella frase «el infierno es el otro».  Por supuesto lo decía cuestionándolo, porque en definitiva todo lo que le pase a ese otro me pasa a mí.  Es como aquella frase de Mariano Moreno “Estoy totalmente en desacuerdo con lo que pensás pero daría gustoso mi vida por la posibilidad y el derecho de que puedas manifestarte igual”.  Es esa comprensión la que sintetiza el por qué yo no puedo ser ni feliz, ni convivir ni pensar en una idea de democracia si ese otro no tiene la posibilidad de expresarse.  Y hoy estamos frente a un gobierno patético que se encarga primero de boicotear el trabajo: desde ya un abrazo muy grande a la gente del SIPREBA, TELAM, a toda la gente que está laburando en los medios y gremios, en Canal 7.  Las persecuciones que ha habido ahí… Directamente, llegaron a sacar los noticieros del fin de semana de Canal 7.

Y encima son tan cínicos que te hablan de todas las voces. Sí, todas las voces menos la de los trabajadorxs, menos la de los opositorxs…
En ese contexto, nosotros poder generar un espacio de discusión nos parece súper interesante.  Hemos tenido charlas sobre libertad de expresión donde han venido Stella Calloni, Julio Ferrer, Tomas Eliaschev (en representación de SIPREBA) y a todos ellos les hemos entregado un ladrillo de Madres en representación de todo el laburo que ha hecho Madres.

¿Cómo fue la respuesta de la gente en estos 10 años?

Maravilloso.  Nos han pasado cosas bien distintas, por suerte es bastante heterogénea la respuesta: hubo una vuelta que un grupo empezó a venir muy seguido y siempre.  Y hubo una película que les hizo un clic y dijeron “yo me tengo que involucrar” y empezaron a militar en el PJ de Vicente López…

Hubo un mes que la temática fue la violencia de género, y una vuelta vino una pareja que en el momento en que empezamos a hablar de violaciones y de violación intrafamiliar y los maridos que violan a las mujeres y  el flaco saltó y dijo “No, si están casados no hay violación”.  ¡Uf! ¡Para qué!  Al principio le saltaron todos a la yugular, empezamos a charlarlo y fue interesante que el flaco pudiera reflexionar al respecto.  Porque se sintió en un lugar con la suficiente confianza para poder soltar cosas que están muy tapadas en el fondo.  Y empezar a rascar ahí, trabajar ese tipo de conceptos para que pudiera comprender que en realidad en una relación sexual siempre tiene que haber consentimiento y no hay pertenencia de uno sobre la otra solo por el hecho de estar casados…  Como ese tipo de cosas pasaron un montón
Nos hemos encontrado siempre con respuestas muy interesantes y muy dispares.  Del 2016 para acá, tuvimos que bajar la cantidad de proyecciones: de 1 por semana pasamos a 2 mensuales, también por la dificultad de los tiempos.

En este momento, llega Walter Bosissio para sumarse a la charla, luego del saludo afectuoso y de recordar otras entrevistas previas, lo invito a participar de la charla. Walter acota algo que habíamos charlado antes de prender el micrófono:

Walter: Las dificultades que tenemos son muy grandes, el Gobierno apenas paga la luz y el teléfono y ahora han empezado a poner medidores en cada edificio, por lo que creemos que en cualquier momento cada espacio va a tener que pagar su factura.

¿Cuál fue el momento más emotivo que vivieron en estos 10 años?

Walter: Hay varios, pero uno fue cuando proyectamos una película sobre la Iglesia de la Santa Cruz, una de las mujeres asistentes comenzó a hablar y contar que había nacido acá (NdR: la ex ESMA), estaba con una hija adolescente y nunca lo había contado.  Una mujer de 50 años y ahí nos quedamos en silencio.

Felipe: Para llegar al auditorio, atravesás un pasillo que tiene las fotos de un montón de desaparecidos que representan a los 30.000.  Es una instalación que es interesante analizar cómo está hecha, porque están puestas de esa forma para que siempre tengas que verlos con la frente en alto (NdR: Felipe hace una pausa, traga saliva y explica que siemrpe que habla de eso la emoción lo llena).  Al principio me corría un sudor por la espalda y pensaba “cuándo se me va a pasar esto” y en 10 años nunca se me pasó, lo cual agradezco, porque creo que es fundamental que no se me pase, porque te obliga a comprender por qué estás acá y por qué hacés estos.  Una vuelta una señora vino acá y de repente se quedó mirando un rostro y hay una cosa que aprendimos con el tiempo y es identificar a alguien que reconoce a otra persona que conoció.  La cara le cambia completamente: se pone blanca y se queda petrificada como si la estuviera viendo en vivo.  Y esta mujer nos dijo que había sido su primer novio.  Y todo lo que significaba para esa mujer porque lo había dejado de ver.  También una vez vino un sobreviviente de Mansión Seré que vino a charlar un día acá (que proyectábamos una película sobre la mansión) y de repente estaba en la puerta y se quedó mirando una foto y fue el mismo gesto que aquella mujer: se quedó petrificado.  Le pregunto a quién había reconocido y me dijo; “ese estaba al lado mío”.

Eso habla de la importancia del archivo de Madres…

Felipe: Sí, tal cual.  Vos me preguntabas del momento más emotivo y no puedo dejar de recordar el día que vinieron muchas de las Madres acá cuando proyectamos Todos son mis hijos.  Vinieron muchas de las Madres que todavía están vivas y escucharlas a ellas es TRE-MEN-DO.

¿Y la cuenta pendiente?

Felipe: Creo que lo pendiente es que venga alguien a participar y diga “che, yo me quiero sumar”.  Las puertas siempre están abiertas como dicen las Madres.  Y participar es: desde sumarse a la programación hasta arreglar las banquetas que estar rotas.  La verdad que es lo que tenemos como pendiente y siempre estamos expectantes para que ocurra.

Walter: Son muchos años de sostener este ciclo que también tiene sus bemoles, hay días como este: frío, lluvioso en los que por ahí no viene mucha gente.

La charla se va para el lado de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo y cómo el actual gobierno quiere y está destruyéndola:

Felipe: No es un tema menor lo de la Universidad.  Buján tiene la intención de quedarse con el archivo de las Madres argumentando e inventando que el archivo pertenece a la Universidad y entonces él tiene que tenerlo.  Es querer quedarse con toda la información que juntaron las viejas durante tanto tiempo, de tanta luchas… Por eso tuvieron que pedir la solidaridad de periodistas que hicieron, por ejemplo, los dos tomos de los viajes de las Madres, que lo hizo Luis Zarranz, que es un genio.  Y cómo tratar de recuperar todo eso antes de que te lo quieran chorear.  Han querido intervenir el espacio de Madres buscando excusas ridículas que lo único que buscan es ir por la Memoria de las Madres porque no quieren que queden registro de eso.

Estamos en pleno año electoral, faltan meses para elegir nuevo gobierno.  ¿Cuál es la expectativa para este momento?

Felipe: Yo digo que hasta que no veamos que ganamos tenemos que salir a militar con lo que sea.  Me gusta mucho el concepto de Gramsci que decía que cada persona es una trinchera y que había que ir ganando de a trincheras.  Me acuerdo cuando fue el balotage contra Macri, la diferencia entre la primera vuelta y la segunda se achicó 10 puntos.  Yo creo que si en ese momento, en un mes y monedas se pudo revertir ese 10%, ahora es el mismo laburo hasta el momento en que digan: “ganó un gobierno que respeta los derechos humanos y no que los considera un curro”.  Entonces, hasta ese momento es fundamental no descansar

Walter: Son pocos meses, pero son meses álgidos, hay muchos realineamientos.  La construcción es compleja, pero es un paso pensar en la diversidad y en la construcción en la diferencia que también es un aprendizaje acerca de cómo modelar nuevos liderazgos que, tal vez, no sean tan centralizantes, tan de único mandato, que eso también es difícil para la historia argentina que siempre fue hiper-presidencialista.  Cristina dio un primer paso en correrse del centro de la escena, pero no irse: estar y también ceder.  Hay enseñanzas y aprendizaje a las que no todxs están dispuestos.

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