“NADIE VA AL TRABAJO PENSANDO QUE PUEDE PERDER LA VIDA”

“NADIE VA AL TRABAJO PENSANDO QUE PUEDE PERDER LA VIDA”

Por Ana Belén Marrello

Agentes de Tránsito y Orden Público del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires reclamaron al gobierno porteño la reincorporación de doce trabajadorxs despedidxs, desde el inicio de la pandemia, entre ellxs una compañera embarazada y un compañero con enfermedad de riesgo. A su vez, pidieron mejoras en las condiciones salariales y laborales.

La medida constó de un ‘silbatazo’ que tuvo lugar el jueves 27 de enero en Emilio Mitre y Avenida Asamblea, entre las 12:00 y las 15:00. Primero se manifestaron abajo de la Autopista, donde está la base de Parque Chacabuco, a la cual pertenecen. Luego, en Avenida Asamblea se movilizaron con pancartas, durante el corte de semáforo, para visibilizar la protesta sin interferir en el tránsito.

“Estuvo la gente despedida, vinieron de ATE a acompañarnos y también de prevención del delito, por estar en las mismas condiciones, o peores”, relató a PPV, Claudia Acosta, trabajadora de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires y delegada de ATE Capital, y detalló: “Primero echaron compañeras por grupo de riesgo, estando de licencia, siendo monotributistas, porque no quisieron volver a trabajar. El 8 de marzo, el Día de la Mujer, las llamaron para decirles que les bajaban el contrato en marzo. En diciembre volvieron a echar compañeros que eran monotributistas, cinco años facturando para el gobierno de la Ciudad, sin una ART, sin vacaciones, sin aguinaldo, siendo grupo de riesgo. Este año fueron por más: Despidieron a una embarazada y a un chico con HIV. No les importa nada”.

“Somos personas que estamos en la calle arriesgando nuestra vida todos los días. Porque estamos las 24 horas trabajando para brindar seguridad vial, que la gente no maneje alcoholizada, que no choque; en una manifestación haciendo tránsito, y no les importa. De hecho, estamos esperando que las autoridades nos reciban, porque tuvimos tres directores en un mes, nos dicen que no somos delegados, cuando somos delegadxs de ATE elegidos por nuestros compañeros, que nos pudimos organizar luego de que asesinaron a nuestra compañera Cinthia Choque”, señaló Acosta en relación a la agente de tránsito de 28 años que, en 2019, mientras realizaba un control de alcoholemia en Figueroa Alcorta y Tagle junto a un compañero, fue atropellada por el periodista Eugenio Damián Veppo, que conducía a más de 130 kilómetros por hora. El otro trabajador, Santiago Siciliano, sobrevivió, pero tiene secuelas físicas y psicológicas.

“Nos organizamos entre nosotrxs. Fuimos con una parte de ATE, fuimos con otra parte de ATE, porque Sutecba (Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires), que es el gremio mayoritario, permite todas estas injusticias. Da las plantas transitorias a dedo, ellos deciden a quién echan, a quién no. Ellos hostigan compañeras, tienen denuncias por acoso sexual, por acoso laboral y tienen cargos. O sea, se supone que para trabajar en el Gobierno de la Ciudad no tenés que tener antecedentes penales. Entonces es todo muy injusto”, subrayó la delegada de ATE Verde y Blanca, gremio que logró, el año pasado, la reincorporación de una compañera que también había sido arbitrariamente despedida.

“En el 2019, Cinthia Choque murió. Era madre de dos criaturas. Santiago Siciliano quedó con muchas secuelas, pero por suerte hoy está bien. Después de eso hubo un fallo judicial que decía que no podían echar a los agentes de tránsito y que nos tenían que mejorar las condiciones laborales. Echaron a un montón de compañeros por cortar la 9 de Julio, por primera vez en su vida. Eran agentes de tránsito cortando el tránsito, y se asustaron tanto, porque por primera vez nos unimos todxs. No importaba de dónde eras, con quién estabas, cuánto hacía que habías entrado”, contó Acosta y rememoró la trágica noche del 8 de septiembre de 2019 en que atropellaron a sus compañerxs de trabajo: “Yo esa noche estaba trabajando en las grúas y agradezco al destino o a quien sea que no estaba en un puesto de alcoholemia, porque podría haber sido mi vida, como podría haber sido la vida de cualquier compañerx, que hoy en día nuevamente sale a la calle sin medidas de seguridad, sin un uniforme en condiciones, sin móviles de tránsito que estén en condiciones, sin luces”.

“Si ves un puesto de alcoholemia, lo vas a reconocer porque gracias a nuestra lucha tiene todas las medidas que corresponde: Dos móviles de protección, luces, el bastón luminoso, el uniforme en condiciones. Si ves un puesto de documentación a la noche, que pide solamente seguro, cédula y licencia, es de documentación del Ministerio de Seguridad. No tenemos móviles, no tenemos uniforme en condiciones, no tenemos bastón luminoso. Somos nosotros parando un auto a la noche”, explicó la trabajadora.

“Ya tuvimos una tragedia, yo no sé qué están esperando. Porque Veppo está preso, pero el móvil en el cual estaban mis compañerxs no estaba ploteado y no se veía, que nos pidieron que no digamos que no se veía para que le den más años a Veppo. El móvil no se veía. Está bien, este tipo estaba alcoholizado, cortó los semáforos, hubiera matado a cualquiera. Les pasó a mis compañerxs por no tener las medidas de seguridad correspondientes y Cinthia Choque murió siendo monotributista. Seis años facturándole al gobierno de la Ciudad, con dos criaturas y falleció una noche saliendo a trabajar”, lamentó la delegada.

Y argumentó: “Los enfermeros tienen una frase que a mí me gusta mucho que es ‘vos tenés que vivir para trabajar. No, morir en el trabajo’. No, trabajar para morir. Porque nadie va al trabajo pensando que puede perder la vida. Los enfermeros están con el pase a la carrera profesional, tienen tres trabajos. Mis compañerxs también, la mayoría tiene dos, tres trabajos, porque la miseria que paga el señor (jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez) Larreta, el Ministro de Seguridad (porteño, Marcelo D’Alessandro) y demás, no nos alcanza. Yo no cobré un bono el sábado, ni un montón de compañeros más que son planta transitoria. Y no llego, no tengo plata. O sea, no tengo para cargar la SUBE. Y no tengo porqué andar pidiendo plata prestada para llegar a fin de mes, cuando yo voy y cumplo con mi trabajo”, manifestó.

Por último, Acosta afirmó que seguirán reclamando hasta tanto sean escuchadxs y se reincorpore a lxs trabajadorxs despedidxs: “Seguimos luchando por estas doce personas que hoy, en plena pandemia, que no hay trabajo, que no hay nada, se quedaron sin trabajo. Una chica embarazada y un compañero que lamentablemente tiene una enfermedad y que por eso no iba a trabajar, porque estaba autorizada la licencia por grupo de riesgo. Y no tienen que bajar el contrato a nadie, porque no es bajar un contrato. Es gente que hace cinco años que factura, que pone el dedo, que le descuentan un presentismo, que no te pagan, que tenés menos vacaciones porque no sos planta, que no cobrás aguinaldo, que no cobrás hasta febrero. Nosotras vamos a trabajar enero, febrero y hasta, a veces, marzo sin cobrar, sin figurar en ningún lado. ¿Si te pasa algo en la calle y no tenés ART, no tenés un seguro? Ni siquiera podés pagarte una prepaga para decir ‘bueno, me pasa algo…’. Hay muchos chicos que no pagan el monotributo porque no llegan y no tienen obra social”, describió y agregó: “Estamos esperando que nos reciban para que nos escuchen porque tenemos un montón de reclamos para hacerles. El principal es la gente despedida, obviamente. Los llamaron el 30 de diciembre de un número privado para decirles que les bajaban el contrato. Ni siquiera los citaron para darles motivos, si los hubiese, que no los hay, para decirles bueno, ‘vení y firmá acá’, como corresponde. Les están pidiendo que devuelvan los uniformes, es lo único que les importa. O sea, una persona que fue despedida, lo único que les importa es que devuelvan el uniforme sino van a iniciar acciones legales. No corresponde”.