MI MADRE, TU MADRE, SU MADRE, NUESTRA MADRE

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Entrevista a Hebe- un recorrido por 39 años de Lucha

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MI MADRE, TU MADRE, SU MADRE, NUESTRA MADRE

La historia que transformó al sujeto en sustantivo colectivo

Por María Quintero y Ludmila Centurión Girola
Fotografía: Cecilia Markic

Es miércoles por la tarde, llegamos a la Casa de las Madres. Puntuales, ansiosas.
La oficina de Hebe nos recibió con una fresca y esperanzadora bocanada de historia, de amor, de lucha, y con la tranquilidad de sentirnos a salvo como cuando tras tiempos difíciles, llegamos al mate y al abrazo de la casa materna.
Hebe nos sonríe, nos saluda, se pone su pañuelo blanco, y nos miramos por primera vez en sus profundos ojos celestes. Alguna vez alguien me dijo por ahí, que el primer espejo de un niño son los ojos de su madre, que el niño se ve en la expresión que esos ojos le devuelven.
No hizo falta más que mirarnos en los ojos de Hebe para entender que nos iríamos de ahí sabiendo que un presente y futuro de lucha nos estaba esperando._MCM3282

Hebe es sinónimo de lucha y fortaleza, ejemplo no sólo en Argentina sino en el mundo, ¿cómo se lleva adelante todos los días esa responsabilidad tan grande ante el mundo?

Mira nunca me planteo que es así ante el mundo, yo siempre digo que no me quiero sacar las chancletas (risas), ¡porque es lo peor que te puede pasar! Lo que sí me gusta es responder cuando pasan cosas en el mundo, si le tengo que mandar algo a los griegos, se los mando, a los turcos, a Venezuela, a Correa, Evo, me preocupa lo que pasa en el mundo, y me ocupo de esas cosas. Acá también respondo. Viste que a veces también le hago cartas a Cristina. Me parece que esa es la posibilidad que uno tiene, además de hacer todos los días lo que uno viene haciendo.

Y en el hacer y seguir y seguir haciendo ahora también reabrieron una oficina en La plata…

Sí, desde que nosotros armamos este colectivo tuvimos mucho trabajo también en La Plata. Que después cuando vino Alfonsín, como Alfonsín dijo que ya estaba todo arreglado se desarmó, y las madres eran todas radicales, así que desarmó… Pero tuvo una historia muy rica La Plata. Estamos recopilando las cosas que hicimos porque mi hija ahora reabrió la oficina que tenemos allá y la está atendiendo ella. También tenemos que estar en los lugares en los que está el enemigo! Y como nosotros tenemos una oficina ahí en el Dardo Rocha, le dije a mi hija que ya no podemos ir las madres ahora, yo aunque vivo en La Plata, es como si viviera acá porque estoy acá todo el día. Y ella me dijo ‘Deja que la voy a atender yo’. Y enseguida se puso a lavar cortinas y arreglarla para ponerla en actividad.
Y es que eso siempre nos planteamos las madres: hacer todos los días algo. ¡Todos los días algo! Aún hoy, a pesar de que ahora las madres estamos más viejas todas, algunas más viejas del cuerpo y otras están más viejas de la cabeza… y todo es un poco más complicado.
A mí se me complica bastante porque tengo que tener armado el equipo de las madres, el colectivo y cuando sea cae alguna hay que ayudarla a seguir. Por ejemplo, el caso de una madre que en estos días se operó de las cataratas, y le parecía que no había salido bien, y yo le decía ‘tenés que venir, no pasa nada, yo me operé sola en Mendoza y vine sola, vas a ver que no te va a doler nada’, y le das manija y se viene. ¡Y vino! Y le preparamos un cumpleaños, yo le hice arroz con pollo, otra madre hizo una torta y al rato ella estaba lo más bien, ya no le dolía nada. Entonces también tenemos esa tarea de hacer todos los días.
Este mes tuvimos y aún tenemos tantas cosas: tenemos una caravana de italianos que viene a visitarnos, inauguraciones, obras de teatro, charlas en diferentes lugares, presentación de un libro, hicimos el acto de Venezuela, y se estrena la película de las madres de los pibes nuestros!!!

Hablando de la película de las Madres, la vas a ver por primera vez en el estreno, ¿por qué eligís no verla antes?

Sí, porque a mí no me gusta corregir a los artistas, a mí me parece que es una falta de respeto. Después la podrán hacer bien o mal, linda o fea para mí gusto, pero no porque esté a la cabeza de este colectivo tengo que corregirla. Se hizo acá una reunión para un núcleo selecto de artistas, directores, para que opinaran, y me invitaron pero yo no quise venir. Un director de cine puede corregir el arte, decir mira esta escena así o de esta forma. Yo lo que puedo decir es desde otro lado, y no es justo porque cada uno tiene una visión de lo que es el arte…
Por ejemplo, yo tengo la idea de que el arte dice muchas más cosas de lo que la gente en realidad cree que puede decir, creo que con un cuadro, con una canción, con una pintada en una calle, lo que se puede decir es brutal y también creo que se utiliza poco. Mirá, cuando habían hecho todo lo de Esma que inauguró Cristina, yo quería que hiciéramos que a la entrada un artista, que supiera expresarse bien, dijera por qué habían desaparecido nuestros hijos, y contara cómo el monstruo del capitalismo había hecho todo eso, que fuera una cosa muy fuerte, y teníamos la idea con Cristina de hacerlo!.. pero bueno ahora que vinieron estos chantas y se llevaron todo, imagínate que ya no se puede.

_MCM3279Contanos un poco sobre las otras actividades que tienen por estos días y cómo se organizan las madres para llevarlas adelante…

Acá todas las madres tienen una responsabilidad, o de enviar las revistas o del archivo, o de todas las cosas que tenemos para vender del merchandising, las que ya tenemos y las nuevas, porque además siempre hay cosas nuevas de acuerdo a las actividades. Ahora, por ejemplo, estamos preparando para el 30 de abril la actividad también en el Ecunhi con los niños de 2 a 10 años, y se hicieron unos rompecabezas preciosos con imágenes de las madres. Siempre estamos haciendo cosas nuevas. Ahora ya estamos terminando el mes de abril, mayo las voy a dejar descansar… ¡Pero ya hoy trabaje toda la mañana para el mes de junio! (y una sonrisa esplendorosa ilumina la cara de Hebe)
Nos vamos organizando con cosas aunque sean pequeñas, pero que son el motor, porque la vejez trae muchas cosas. Trae las angustias y tristezas del acercamiento a la muerte, porque tenés conciencia de que te vas a morir. Trae la debilidad, porque te pasan cosas de salud, todas tenemos cosas… muchas madres murieron entre el año pasado y este, algunas porque las internaron en el geriátrico- y me parece que el geriátrico es como la peor muerte-, y otras que murieron de viejitas como Juanita, que murió de 101 años. Pero el planteo que las madres tenemos, y que nos hemos propuesto, es hacer todos los días algo, que cada una tenga una responsabilidad, eso nos mantiene la fuerza.

Las madres además de vivir con la responsabilidad de ser ejemplo de lucha en el mundo también vivieron con el hostigamiento y la estigmatización constante de la derecha, ¿cómo se hace para reponerse de eso también?

Y mirá, ahora nosotros tenemos acá en la vereda, por ejemplo, ese pozo que no terminan de arreglar, ¡y en el que nos podemos caer! Viene Aysa y dice que no, que tiene que arreglar la municipalidad, y la municipalidad dice que Aysa! Y así ya lleva tres meses roto. Y bueno, no importa, si ellos no lo quieren hacer y no lo van a arreglar, conseguimos por otro lado. Ellos ahora prueban, que no entres a la plaza, se meten en la radio, prueban decir que te van a matar, que te van a degollar, prueban hablar por teléfono todo el tiempo con amenazas.
Y hay que aprender a vivir con todo eso, yo creo que ése es también el planteo de las madres y de la reivindicación delos hijos. Yo siempre digo, nosotras como madres tenemos que hacer como si tuviéramos a nuestros hijos; porque si ellos estuvieran les cocinaríamos, les lavaríamos y plancharíamos la ropa, cuidaríamos los nietos; bueno no los tenemos, entonces hagamos todo esto que es para ellos, porque en definitiva ¡ellos están corporizados en ustedes! Y no es que nosotras estamos tan locas que creemos que lo hacemos para nuestros hijos, no. Nosotras la tenemos clara en que no tenemos cada una a su hijo, pero tenemos otros hijos y tenemos que luchar, para que no les pase nada.

Hubo un proceso entre ser las madres cada una de sus hijos hasta ser las madres de los 30 mil y además las madres de todos nosotros, ¿Cómo fue ese proceso?

Eso costó un tiempo de educación, hasta que planteamos que había que socializar la maternidad. Primero lo planteamos inconscientemente, haciendo habeas corpus por otros chicos que la gente no hacía, y ahí en realidad éramos inconscientes de que estábamos socializando. En ese momento no lo planteábamos con la palabra ni lo entendíamos con la cabeza, lo que hacíamos era porque era bueno que lo hagamos por ese pibe también.
_MCM3266Después cuando empezamos a llevar las fotografías del los chicos, sacarlos a la calle, llevárselos a la gente, yo decía: ‘Y los que no están, los que no tiene foto, los que las familias no denuncian? Era muy triste eso. Entonces empecé a hacer reuniones y a explicarles a las madres que socializar la maternidad sería una cosa muy importante, que yo sabía que no era fácil no sacar más la foto del hijo a la calle, pero que probáramos en que cada una llevara la foto de otro chico, y bueno fue una prueba… Y, claro, se la pasaban dándose vuelta a ver quién llevaba la foto del hijo de cada una (porque yo llevaba todas las fotos en la camioneta y cada una agarraba una) y no te cuento si alguna la dejaba un ratito en el suelo parada. Y bueno, dijimos no, ¡así no va!
Después decidimos llevar la foto de Azucena y Maria Esther. Entonces dijimos no, nosotras no tenemos que hablar más de nuestros hijos individualmente, tenemos que hablar de todos. A cada una se le dio el tiempo necesario porque no se podía cambiar eso de raíz. Y bueno costó, porque algunas madres llevaban alguna foto en la cartera y cuando venían los periodistas sacaban las fotos, era como intuitivo. Y los periodistas quieren que las madres lloren, que la madre hable de su caso, porque el periodismo, ese que se dice periodismo pero no lo es, está infiltrado por el capitalismo, y el capitalismo es la lucha individual.
Para el capitalismo los colectivos no sirven, por eso nos quisieron dar una reparación económica a cada una, y que las madres rechazamos; por eso nos dieron un muerto a cada una y que las madres rechazamos; por eso inventaron las baldosas y un nombrecito de cada uno, porque todo eso viene a ser el final y todo es individual, y que nadie se ocupe del otro. Te damos un muerto, te damos un dinero por tu hijo, te damos una baldosa o el nombre en una pared o en una biblioteca o en una calle… Y yo planteé que la reparación económica no, nuestros hijos no son un cadáver, nuestros hijos son patriotas y nadie imagina un patriota como un esqueleto con un montón de huesos, a los patriotas tenemos que recordarlos como patriotas, y por ahí pasa la cosa.
Porque si no ponen que esa chica y ese chico dieron su vida por la Patria, dentro de 20 años se va a pensar: y estos pelotudos quiénes son, que está el nombre acá y no sabemos quiénes son ni qué hicieron. Entonces no. Y la verdad es que tampoco nadie pone que se los llevaron por ser revolucionarios y por haber entregado su vida por la Patria, mientras no pongan eso, los hijos nuestros no están en ningún lado y si los ponen se los hago sacar. Por ejemplo, querían ponerle el nombre de mi hijo en el museo de Ciencia, y yo dije que no, porque a mí hijo no se lo llevaron porque era físico, ¡porque si no, no habría ningún físico! Y hablar de todos, aprender a hablar de todos, te da mucha unidad. Y además, hablar de todos los desparecidos además de Unidad te da siempre tema de conversación.
Mirá te voy a contar una cosa, nosotros teníamos una casa abierta donde estaban todos los compañeros de mis hijos. Y mirá vos que ahora el hermano de un íntimo amigo y compañero de mi hijo, es chofer de las madres ahora, pero por casualidad. Lo tomamos y después nos enteramos de que era el hermano. La familia de él no decía ni denunciaba nada porque el papá era policía, y yo los ponía a los dos porque pensaba cómo mi hijo iba a ser más revolucionario que el otro, si hacían lo mismo y se jugaron la vida juntos. Y hoy le di una solicitada donde había puesto al hermano porque claro salió primero porque era Aguilar de apellido. Y esas cosas que una vivió son muy fuertes para una y muy fuertes para el grupo de las madres. Y así también se entendió con muchísima fuerza, porque cuando vamos a algún lado nos dicen que también somos las madres de los desaparecidos mexicanos, por ejemplo. Y eso también te pone en conciencia de que tenés que hablar de eso y sufrir por eso también!!!
Durante estos 40 años hubo un cambio en la forma de lucha de las madres, sin bien la lucha fue siempre la misma, la forma de encarar la lucha fue cambiando…
IMG_20160425_213539Y porque la palabra Madre implicaba la madre abnegada que lava, plancha y cocina, callada la boca y que cría los hijos… y nosotras rompimos con ese esquema, somos las madres que sí siguen siendo madres, que lavan, planchan, cocinan, que nos gustan las plantas, pero que no por eso dejan de hacer política.
Y entender eso también llevó un tiempo, porque al principio cuando nos decían que hacíamos política, nosotras decíamos ¡NO! Y mi hijo Raúl -que aún no se lo habían llevado y se lo llevaron 10 meses después- me decía: ‘sí, mamá, están haciendo política’! Y me decía que era por la aplicación del Plan Económico, por Martínez de Hoz. Y yo decía: ‘No, cómo por aplicar un plan económico van a matar a la gente así a baldazos, no puede ser, ustedes están exagerando’. Había un pibe guardado al que yo le llevaba la comida, y un día mi hijo mayor me dice, ‘mamá te voy a dar para que leas la historia de este chico’, y me da un boletín donde habían contado su historia, y en el boletín habían puesto que se habían llevado al padre, a la madre y a un hermanito de 14 años, y este pibe – que era en realidad el único militante- se había disparado. Y yo le decía que no pongan eso, y pensaba ¡para qué se van a llevar un chico de 14 años!! ‘Eso no se los va a creer nadie, si ustedes ponen eso después nadie les va a creer’, les dije. Y él me decía: ‘mamá te juro que se llevaron, y se llevan pibes de 7 años, de 8 años’. Claro, todavía no se hablaba de los niños nacidos en cautiverio. Bueno, después empecé a entender que sí, que era así como ellos decían. ¡¡¡Y cómo no los iba a ayudar!!!
Yo no es que entendía tanto lo que ellos hacían, sino que yo pensaba que ojalá que si a mis hijos les pasaba, hubiera otra como yo que los ayude. Y teníamos cosas claves para hacer y para sacarlos por la frontera, para ayudarlos… _MCM3269Y así fui entendiendo un montón de cosas, y después traté de transmitírselas a las madres, porque era una manera de entender a los hijos. Y también de entender la cosa hermosa quetenían, la alegría que tenían de vivir. Y eso nos hizo crecer un montón a las madres. Y después, esa comprensión nos hizo también decidirnos a viajar. Cuan locas éramos nos fuimos a Estados Unidos y ni bien llegamos pedimos ir al departamento de Estado, mirá si no éramos locas (risas). Rematadamente locas. Y nos atendieron en el Departamento de estado eh, y los hijos de puta lo primero que nos preguntaron fue de dónde habíamos sacado la plata para el viaje, en vez de preguntarnos qué nos pasaba. Y con los viajes no te imaginas la cantidad que tenemos de historias…
Y todo eso nos hizo aprender mucho. Aprendimos cómo es el enemigo, los países, bah los gobiernos de los países, porque los gobiernos de ésos países no pensaban como nuestros hijos, los Pueblos sí, y ahí estaba la diferencia.
En París, por ejemplo, se hacía todos los jueves una marcha frente a la embajada donde iba Miterrand, que todavía no era presidente, y cuando fue presidente me recibió, y la verdad que sorprendió que a una mujer de un pueblo que no era nadie la reciba un presidente. Y con eso también aprendés, tenés que aprender a manejarte a moverte. Yo siempre le decía a las Madres no hagamos un libreto, cada una cuente lo que sintió, lo que le pasa, y no lloremos, y si la prensa dice cómo no lloran, decimos no, no lloramos, nosotras lloramos en casa. Porque en realidad el sistema capitalista quiere una madre cuente su historia si llora mucho mejor, si es muy trágico mejor y si cuenta torturas mucho mejor. Y nosotras dijimos: no.
Y bueno también tuvimos que romper con eso. Y lograr que igual nos dieran bola, que nos atendieran. Y empezamos a pedir más, y como nosotras somos bastante locas, decíamos bueno, hagámoslo en el mejor lugar que tengan los periodistas en París. Y nos dieron una sala de Prensa de la más lujosa de París para hacer una conferencia de Prensa y para hablar lo que hablábamos las madres, que hablábamos como ahora. Y ahí nosotras ya habíamos empezado a hablar de: Los hijos, Nuestros hijos, los 30 mil, los 15 mil fusilados en las calles los 8,900 presos políticos, de visitarlos en las cárceles. Era mucho el trabajo que se hacía y pedíamos por todos, y nos solo por los desaparecidos. Y bueno también tuvimos que aprender que los compañeros que estaban en el exterior no podían entrar a las entrevistas con las madres, porque nosotras éramos las madres e íbamos a contar lo que nos pasaba a nosotras y ellos iban a meter la política partidaria de su grupo revolucionario o guerrillero como fuera, al que reivindicábamos y queríamos, no es que lo despreciábamos, pero en esos lugares íbamos a hablar de lo que les pasaba a la Madres.

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¿Cómo cambia esa lucha con la llegada de la Democracia y luego con el kirchnerismo?

Mirá, nosotros tuvimos siempre mucha pelea, porque no fue que porque vino la democracia, esa señora rubia y de ojos celestes que no conozco, se solucionó todo. Al contrario, Alfonsín dio la ley del perdón, sacó la ley 2679 que todo aquel que por 6 años no había sido visto estaba muerto, decretó la muerte de nuestros hijos, y entonces nosotras sufrimos mucho. En la época de Alfonsín nos pintaron la casa, nos dijeron madres terroristas, me quisieron matar a mi hija… y después vino Menem, y con Menem la torturaron a mi hija en la propia casa, entraron en 45 veces en 15 días en esta casa de la Madres, robaron todos los archivos, las cosas de oro que teníamos de regalos que nos daba la gente en la calle, que nosotras teníamos guardadas como riqueza para el futuro. Nos robaron todo. Después vino De la Rúa y nos cagó a palos… Nosotras estábamos acostumbradas a estar apaleadas.
Pero después vinieron Néstor y Cristina y fueron 12 años de felicidad, de gloria, de vivir bien, tranquilas. Sin dejar de ir a la plaza, ya no como marcha de resistencia porque no teníamos a quien resistirle, el enemigo ya no estaba más en la casa de gobierno. Lo que sí, la verdad, es que tuvimos que hacer un replanteo de la política, y seguir yendo a la plaza para criticar a los que sí seguían siendo enemigos.
Yo siempre dije lo que quise. Néstor me dijo un día “vos seguí diciendo todas la barbaridades que decís porque yo no puedo decirlas” siempre me cargaba con eso. Me decía: “Qué cagada te mandaste Hebe, pero qué bien”. Primero me decía que era una cagada, pero después me decía “pero qué bien” (risas).

¿Y hoy con el macrismo?

Yo de entrada dije que era el enemigo. De entrada lo dije, me criticaron, los organismos hicieron unas cartas en mí contra, pero no me importa, las tengo guardadas. Yo enseguida supe que era el enemigo y como tal lo trato. Y como tal denunciamos todos los jueves todo lo que podemos y decimos lo que sentimos.
Al enemigo no se le puede pedir entrevista, no se le puede pedir clemencia, al enemigo hay que atacarlo. No hay que dejar que las cosas le salgan gratis. Yo ahora puse abogados porque Macri sacó de la casa de gobierno, del museo, todas las cosas de Chávez, de Cristina, de Néstor y todas las cosas de las Madres, que nosotras se las habíamos dado a Cristina; cosas únicas que eran de las Madres como el pañuelo manchado de sangre de una vez que los milicos me cagaron a palos y con el hablé esa misma tarde en el acto, con ése mismo pañuelo y con un parche. Bueno, eso se lo dimos todo a Cristina ¿y ellos lo van a tirar a un rincón ahora?, no, así que yo se los voy a pedir.
Pero voy a hacerlo público, no va a pasar que ellos lo sacan, lo guardan y listo, nadie dijo más nada. No. Y que no me respondan con que lo van a poner otro día, porque no, yo quiero que me lo devuelvan ahora. Cuando lo vuelvan a poner que me llamen y yo se los devuelvo.

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El Instituto de las Madres fue aprobado por el Congreso, por una ley, y hoy el Estado inhabilitó el edificio. ¿Cómo sigue la situación?

Está complicadísimo porque no tenemos dónde atender porque acá no hay lugar, y donde estamos no nos quieren dar más el lugar; está complicadísimo porque no quieren nombrar a los docentes. O sea está aprobado el presupuesto porque los compañeros que ya estaban nombrados firmaron todos hasta el año que viene todo el presupuesto de este año, pero no quieren nombrar a los profesores, son trabas que nos ponen.

Las medidas extremas que toma el macrismo, que son violentas, muy cruentas, desde los despidos hasta la violación de la Constitución Nacional, y que a veces hasta parecen de torpeza política, ¿te parece que es parte de la torpeza política del ninguneo al empoderamiento del pueblo o porque están convencidos de que van a poder ir por todo porque tienen la impunidad de la corporación económica y del partido judicial?

Yo creo que les prometieron a los yanquis, a la embajada yanqui, y a Magnetto, que estuvo en la reunión el otro día, que iban a ir al mango desde el principio para tomarnos de sorpresa porque esa es la táctica que tienen en la guerra. Para lograr que estuviéramos desanimados, afligidos, tristes como se estuvo muchos días, lo que ellos no se dieron cuenta es que eso hacía crecer a Cristina. La hacia ver más grande, mejor. De entrada dije: ‘no digan volveremos porque no nos fuimos’. Y la grandeza de Cristina explotó en el 40 aniversario del 24 de marzo y ya después con el acto de Cristina. Eso fue alegría, porque la gente cantaba en los trenes, subtes, en los micros, en la calle. Nosotros cuando veníamos para acá, cada 10 cuadras la gente hacía un acto para parar el micro. Una locura.

En Comodoro Py, la gente escuchaba el discurso alrededor de las radio como quien escucha el clásico del domingo y en un silencio ensordecedor…

Sí, y venían como en la época del peronismo, caminando como se podía. Porque del 17 de octubre me lo acuerdo como si fuera ahora, que yo tenía 17 años, y venía la gente de Berisso, yo vivía de este lado del canal y así de Berisso para Buenos Aires, pasaban en carro, a caballos, en camiones viejos, en micros hasta arriba de los techos de los micros viejos que conseguían por ahí y a pie. Gente, gente y gente.
Y el otro día veía gente así, la gente se bajaba y caminaba, caminaba para acá y para allá. Era una maravilla porque llovía, y la lluvia parecía que no nos mojaba y fue una cosa maravillosa que nos puso muy bien a todos.
Y está venida de Cristina nos puso muy bien a todos. Les está guiñando un ojo a todos.

Moreno decía el otro día que lo que había vuelto hoy al país era la oligarquía de la década del 30. Y Cristina en su discurso también hizo referencia al ‘30 al 5’5 y al ‘76. Esto deja afuera del neoliberalismo de los ’90, por ejemplo. ¿Crees, también, que no sólo es el liberalismo nacional sino la oligarquía mundial que vuelve hoy por la dominación de toda la región?

Lo que pasa es que, si no te dominan los españoles que te mandaron a Colón a “descubrirnos”, aunque ya vivíamos acá, la tenemos a la Reina de Inglaterra que te invade las Malvinas. Ellos son un imperio, es un imperialismo muy fuerte con muchas ansias de poder, muy colonialistas. Donde han visto que nosotros teníamos todas las riquezas que teníamos antes, que nos la sacaron de Moctezuma. Me parece que es eso, eso mismo con mucho más poder económico. Ellos tienen que seguir construyendo armas porque las fábricas de armas son las que mantienen sus países y para mantener las fábricas de armas hay que armar guerras. Es tremendo lo que hacen. Yo cuando fui a la guerra de Yugoslavia… a acompañar a las mujeres… aprendí un montón de lo que hacen, y ahí aprendí a ver también cómo se quería a la Patria, fue una cosa impresionante. Las mujeres vestidas con traje de novia, todas la noches iban al puente –a cuidar los puentes- y tiraban los misiles y yo veía los misiles; que los empezás a ver recién a los 10 mil metros de altura y son como una lucecita –-. Ningún día fuimos al refugio, porque las mujeres no iban. Sonaban las sirenas y nosotras no íbamos, estuve una semana acompañándolas haciendo todas las noches un discurso en el puente, lo traducían en inglés. Y ahí aprendí también qué es la Patria para esa gente, la Patria era un asilo de ancianos, la Patria era una escuela, la Patria era un puente. Entonces vos ahí te das cuenta de cuántas cosas contiene la Patria.

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¿Cómo ves hoy la región?

Está convulsionada, vienen con todo y por todo. Y como acá no pueden desarrollar una guerra, porque para hacer una guerra acá necesitás una bomba atómica y se desprestigiarían mucho. Entonces empiezan de a poco, entonces serruchan, la sacan primero a Dilma. Después lo sacan a Maduro, después lo sacan a Evo. La sacaron a Cristina, bah, creyeron que la sacaron a cristina. Por eso tenemos que juntarnos. Nosotros vamos a hacer unas conferencias de políticas latinoamericanas trayendo gente de cada país que explique lo que pasa en cada país. Porque a veces sabemos pero a medias. La vemos por arriba, pero así haciendo charlas y debates vamos a ir viendo cómo se van acercando.

Es importante entender cómo van operando en todos lados. Porque como bien decís, no necesitan la guerra ahora porque tienen los medios de comunicación…
Claro porque ellos tienen los medios, tienen la justicia. Tienen todo. Las balas de tinta, como dicen. Pero como hay unos cuantos que tenemos mucha boca para hablar, y podemos seguir diciendo todo lo que queremos. Eso también conmueve a la gente y tenemos estos medios, y esto de pasarlo por los twitter y por todas las redes sociales.

Hablábamos recién de corporaciones económicas y mediaticas, ¿cuál es el rol hoy para los medios populares? ¿ cuál crees que sería la lucha que hay que encarar desde los medios populares para poder hacerle un poco de peso a las corporaciones económicas y mediáticas?

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Mirá, yo creo que todo puede ser un medio, desde un billete como hicimos las madres escribiendo “tengo un hijo desaparecido” e ir a las ferias a pagar con eso o tomar el colectivo con eso, hasta hacer una tarjeta. Cada madre hacia 20 o 30 tarjetas diciendo tengo mis hijos desaparecidos y las entregaba en la esquina de su casa, para que no fuera un volante. Desde eso hasta un pequeño boletín. O lo que vi en la Alemania del Este que como les habían sacado todo, ellos tenían bocinas. Y en las plazas contaban lo que les pasaba a ese barrio o a esa ciudad, y así se enteraban de lo que estaba pasando, si les pegaban o los invadían, si les sacaban el trabajo. Desde la bocina hasta una radio. Yo conocí a unas mujeres turcas, jóvenes, chicas muy jovencitas, que en Alemania tenían un camión con una radio y trasmitían en una equina en alemán, en turco – tenían maquinas muy poderosas en esa camionetita que no parecía nada- y cuando venían a sacarlas, o les avisaban que venían, disparaban. ¡Tenían loco a media Alemania y nadie sabía cómo agarrarlas!
Me parece que todo sirve, todo, no hay que descartar nada. Ni medio chiquito, ni medio grande, ni online… Todo sirve. Pintar los cordones de la vereda con brea, pintar el pavimento con pintura de pavimento. Podes hacer un diario en el pavimento, y después tienen que romper el pavimento para sacarlo. En una iglesia podes ir a la mañana temprano a las 6 de la mañana cuando abren y sacar los cantos y donde irían los cantos poner la denuncia que vos querés y listo. Cuando la gente va a cantar… se encuentra con la denuncia. Eso lo hicimos las madres mucho tiempo. Todo se usa ¡Pintamos los cordones de la vereda con brea que no sale! Con los nombres de los asesinos. Todo se puede usar, todo es medio de comunicación, todo es comunicación. Y no hay que cansarse de hablar, hablar en la verdulería, en la pandearía, en la carnicería.

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¿Qué mensaje le darías hoy a esa porción de pueblo argentino que está empezando a sufrir el embate de las políticas del macrismo, a la juventud y a la militancia, para no caer en esta sensación de incertidumbre, tristeza y abatimiento?

Yo les puedo dar mi opinión, porque es muy grandiosa la palabra “mensaje”. A mí me parece que lo más importante en este momento, lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta de lo que nos está pasando. No seguir engañándonos de que esta situación va a pasar, que a los 6 meses vamos a volver a tener trabajo y a los dos meses va a nacer el bebe. No, eso no va a pasar porque estos son unos mentirosos. Entonces, tenemos que tomar conciencia de la realidad, buscar cómo vamos a vivir los que no tenemos trabajo y rápidamente hay que buscarnos cosas para hacer, hay mil cosas para hacer con nuestras manos para zafar. Formar pequeños grupos, los que tienen trabajo para ayudar a los que no tienen, no como una cosa de limosna sino con el espíritu solidario. Mis hijos me enseñaron que la solidaridad es una sola, porque lo otro es beneficencia, y eso que es lo que hacen los ricos,- dar lo que a uno le sobra-. Te cuento una anécdota. Un día vino mi hijo y me dijo: mamá mirá que hay un pibe que está guardado y le voy a llevar una frazada… y yo le digo: no, pará que tengo en el galpón. Me responde: No mamá, cómo en el galpón, ¿y la solidaridad? Eso hacen los ricos, dar lo que les sobra, vos tenés que dar lo mejor que tenés, que es lo que tenés en tu cama. Me voy a llevar la frazada que tenés en tu cama. Y se llevó la que tenía en mi cama, y para mí eso fue como un cachetazo. Yo creía que iba a ser grandiosa porque le daba una bolsa de ropa vieja. Y mi hijo me cacheteó… y tenía razón. Y de ahí aprendí que hay que dar lo mejor que uno tiene, la mejor cama, la mejor ropa, lo mejor de su vida. Y eso es lo que tenemos que hacer, formar grupos para ayudar compañeros, y dar lo que a uno le cueste dar porque esa es la verdadera solidaridad, la que te hace mejor persona. Y a partir de ahí, hacer política, no la política del “Ay viste la política es una mierda porque mirala a Mirtha Legrand, mirá a Cobos, los que son traidores o los que están por traicionar”… No, no nos tenemos que detener en eso, es demasiada mierda, demasiada basura que nos ensucia a nosotros mismos. Instalemos nosotros de qué queremos hablar, no hablemos de lo que ellos quieren que hablemos, que eso es lo que nos va, también, a mejorar. Hablemos de todo lo hermoso que nos pasa, de este hermoso país que queremos defender, de nuestros hijos que queremos que se críen en libertad y que sean niños felices.
Yo creo que eso es lo que tenemos que hacer, no es una cosa grandilocuente, pero yo creo que nos mejora como personas. El juntarnos, el darle a la política las mejores horas del día, no las horas que te sobran, a veces a uno le parece que porque hace política no atiende a los hijos. Sí es verdad, a veces no los atiende, pero les está haciendo una Patria nueva, una Patria para que sean felices. Algunos le dan cariñito y le compran la Play. Y otros les damos el tiempo para lo que después van a disfrutar.
Mi mamá como era muy dramática, me ponía a la nena de por medio y me decía ¿“vos no pensás en tu hija?- Y yo le respondía: sí porque pienso en mi hija estoy haciendo lo que hago. Mi hija aún hoy siempre me dice “yo sufrí mucho pero entiendo que es lo mejor que podrías haber hecho”.