LICENCIA PARA MATAR

LICENCIA PARA MATAR

Por Amarú Varela

Días atrás, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich volvió a generar polémica tras una declaración en la que quedó mal parada.

En medio de abucheos e insultos, la encargada de velar por la seguridad de lxs argentinxs, nuevamente, apoyó la idea de la justicia por mano propia.

Todo comenzó en una entrevista frente a un restaurante cordobés, donde dos movilerxs le preguntaron acerca del estado de inseguridad que crece día a día en las calles de todo el país.  La Ministra arrancó su alocución diciendo: “no hay más inseguridad, todas las cifras nos dan mejor, tenemos menos homicidios, menos delito”.


A prima facie, observamos la falta de información de Patricia, ya que si tomamos como ejemplo la ciudad de Rosario (sitiada hace varios años por el narcotráfico) sabemos que la tasa de homicidios es de uno cada dos días. Si ese número se mantiene, a fin de año se superaría las víctimas del año 2016.

Lejos estamos de ser un país modelo respecto al tema inseguridad, pero la ministra juega a mantener el discurso de que la seguridad está bajo control.

Los gritos de fondo continúan, pero ella no da el brazo a torcer. Dice que el gobierno nacional cambió el paradigma donde el centro de contención ahora es la víctima, haciendo referencia (pero sin decirlo) a que el gobierno anterior protegía sólo a los delincuentes, olvidando al que sufría la agresión. Nada más falaz, ya que las reformas impulsadas en materia penal durante el kirchnerismo han dado más potestades a la víctima en los juicios para evitar la revictimización. Pero el problema es que los medios de comunicación “mienten, mienten, que algo quedará”.

Así las cosas… tras apoyar nuevamente al policía Chocobar en su accionar homicida, la ministra defiende la tenencia y portación de armas, que si bien es legítima si existe la debida autorización, claramente, no resuelve el tema de inseguridad en el que nos vemos inmersos en el día a día. La contradicción es grande: si (según ella) hay menos delito, ¿cuál sería la razón para que nos armemos en nuestras propias casas?

¿Quién asesora a la alta funcionaria? ¿Nadie le da las cifras respecto a los accidentes y delitos que se dan en casas particulares por el uso indebido de armas de fuego autorizadas? Pareciera ser que no. O sí, pero tal vez no le interese, ya que lo que dice es funcional a su discurso de la Vendetta privada.

Tengamos esperanza de no ser como Estados Unidos, donde en la mayoría de las grandes cadenas de supermercados se pueden comprar armas de altos calibres con sus respectivas balas, y todo esto respaldado por la segunda enmienda a la Constitución.

Tengamos esperanza.

No tengamos armas.

No tengamos.

No.

God bless (Latin) America.