LEO BILANSKI – Presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentinos-.
Por Miguela Varela
¿Qué representa para los y las trabajadores esta reforma laboral?
La reforma que propone el gobierno hoy es un borrador, todavía no es la letra dura. Es un retroceso de posiciones en términos de derechos y de poder relativo respecto de la patronal de las empresas. En particular, este retroceso lo que va a generar es muchos espacios de avance para hacer más eficientes los sistemas de negocios de las corporaciones, y de las empresas en general, incluso las pymes. Esquemas donde antes no se podía tercerizar, ahora se va a poder, va a haber flexibilidad donde antes no había, relaciones de poder que antes eran más equilibradas ahora van a ser más desfavorables. Básicamente lo que hace la reforma es correr la frontera de poder entre el sector trabajador organizado y el sector de los empresarios, es decir, hace retroceder una instancia, al colectivo trabajador. Aceptar estos derechos, es aceptar nuevas reglas de juego.
¿Cuáles son los puntos de mayor retroceso en los derechos laborales que plantea esta reforma?
Fundamentalmente, los puntos que más afectan a los trabajadores es el intento de disolver el concepto de empresario y trabajador como una situación de poder relativo diferente. Se equilibra el elemento trabajador con el sujeto empresario, que en realidad es un organizador de múltiples elementos. Pero no se lo reconoce, para el derecho laboral, como un sujeto de relevancia, y por lo tanto como un sujeto de responsabilidad. Entonces, se busca poner en otro lugar al empresario y ver las relaciones en la letra del derecho con el trabajador justamente para eliminar responsabilidades legales y económicas con el obrero.
Particularmente en el sector de las Pymes ¿cómo afectaría la reforma?
El sector que yo represento, que es el de las empresas que viven del mercado interno, esta ley lo que permite es apropiarse a partir de estas ventajas, de una rentabilidad mayor en un esquema de recesión económica donde las empresas están perdiendo terreno frente a las corporaciones. Y esta cuota aparte, que se comen los empresarios a la hora de avanzar sobre los trabajadores organizados, lo que hace es distribuir de una forma diferente la rentabilidad, que antes tenía una aplicación más homogénea. Si antes se distribuía la riqueza en un 50% y 50% entre empresarios y trabajadores, a partir de esta serie de ventajas se puede llegar a distribuir un 60% a 40% en beneficio de las empresas
¿Cuál cree que debe ser el plan de acción para hacerle frente a esta intención del gobierno de ir contra las y los trabajadores?
Respecto a los empresarios el problema de esta reforma es que no plantea un esquema de solución a los problemas que son estructurales de la economía, no plantea una salida política para encausar a la Argentina hacia una senda de crecimiento económico, de aumento del mercado interno, de aumento de los recursos hacia las empresas nacionales en detrimento de las corporaciones extranjeras, ni sobre una reforma de la matriz industrial. Entonces, más allá de que el proyecto de reforma afecta a los derechos de los trabajadores, el problema superior es que no sólo no resuelve los problemas estructurales de la economía, sino que los va a agravar porque el resultado de la propuesta es un poder adquisitivo más bajo para los hombres y mujeres que trabajan en la Argentina. Esto hace que el mercado interno finalmente se debilite y ese círculo vicioso hace que la empresa que tenga menos rentabilidad despida con mayor facilidad, lo que va construyendo un espiral negativo de la economía, ahí radica el defecto de diseño de este proyecto que va a vulnerar en el corto plazo la economía de la Argentina. Ya lo estamos viendo en Tierra del Fuego donde están planteando, aún antes de que se apruebe esta reforma, la nulidad de las paritarias libres y el congelamiento de los salarios por dos años para que las empresas sigan estando donde están, pero sin garantizar que van a tomar a nuevxs trabajadorxs ni que van a subsistir más allá de esos dos años, entonces prácticamente se está comenzando a delinear una economía de guerra interna, el que se pueda apropiar del recurso que antes tenía otro, subsiste y el que no, se diluye.
Esto es lo que están planteando estas reformas en letra. Así que además de defender los derechos de lxs trabajadorxs hay que defender a la economía nacional, porque este proyecto no la va a subsanar de ninguna manera.