Mundial de Fútbol Femenino
GARRA, OVARIO Y CORAZÓN:
LAS PIBAS HICIERON HISTORIA EN FRANCIA
Por Amadora Pajolchek
Argentina comenzó el partido con un esquema muy distinto al de los partidos anteriores, se mostró mucho más abierta a jugar y se perdió un poco en la parte defensiva. El riesgo futbolístico cuando se juega a atacar es que el contrataque te puede lastimar, eso nos pasó con el primer gol de Escocia. Después de una excelente jugada de varios rebotes y pelotazos que pudo haber sido gol de Argentina, de contragolpe Escocia encontró el primer gol. Argentina encontraba espacio y llegaba al área rival, mucho más que en los otros dos encuentros.
Apenas comenzó el segundo tiempo, llegó el segundo gol de Escocia, pero Argentina nunca bajó los brazos y siguió tratando de llegar al área contraria. Parecía que el cansancio y el desánimo mostraban su peor cara con el tercer grito de Escocia.
Durante el segundo tiempo, ingresó Dalila Ippolito, jugadora de River Plate de tan solo 17 años, a cambiar el aire. El primer gol llegó a los pies de Milagros Menéndez. No tardó en llegar el segundo, en una jugada en la cual la arquera escocesa terminó metiéndola adentro. Y para el tercero, a sufrir: Jugada de penal no visto por la árbitra, se pidió el sistema VAR, interminables minutos hasta que se sancionó. Pateó Flor Bonsegundo, lo atajó la arquera, adelantada. Se volvió a pedir VAR y ahí, con mucha más seguridad y firmeza, ¡pateó Bonsegundo y GOL! Argentina daba vuelta el partido, no sólo haciendo su primer gol en un mundial, sino haciendo tres. Haciendo más que historia: la primera selección que dio vuelta un resultado de 3 a 0 en mundiales femeninos de fútbol.
Ni las escocesas, ni algunes periodistas despitades contaban con estas mujeres que no saben de derrotas, y que fueron a cambiar la historia, dando vuelta un resultado prácticamente cerrado según el olé.
Los que pasa es que los muchachos de olé y otros tantos medios deportivos quizás no sepan que nunca hay que dar por perdida una batalla que llevan a delante un grupo de mujeres reales con sueños reales, con realidades tangibles. Mujeres que trabajan todos los días, antes y después de entrenar. Estas guerreras que en 2017 presentaron una carta anunciando que no se presentarían a los entrenamientos por problemas con AFA. En ese momento, las jugadoras iniciaron una huelga exigiendo el pago de viáticos, dormir en un hotel cuando viajaban y que cortaran el césped de las canchas que utilizaban en el predio.
Estas mujeres no se rinden porque viajaron por un sueño en común, por una lucha que las une. Una lucha que las llevó al mundial y que van por más, mucho más. Porque esta selección, no es la selección de los millones, en esta selección hay humildad, hay diversidad, hay feminismo y eso hace que todos los partidos puedan ser ganados.
Pasarán a la historia, y quizás un día de estos, un niñe en la calle lleve su camiseta celeste y blanca con el nombre de Banini.