CULTURA EN CUARENTENA

CULTURA EN CUARENTENA

Por Darío Ferrazzano

Hace 12 días, escuchábamos al Presidente de la Nación comunicar el decreto de la cuarentena obligatoria hasta el 31 de marzo para paliar los efectos del COVID-19, socialmente denominado Coronavirus.  La media (que se extendió hasta fin de Semana Santa) fue y es reconocida por la celeridad de su sanción para aplanar la curva de contagios y, por ende, de muertes como consecuencia del virus.

Sin dudas, esta medida, pensada en beneficio de la salud del pueblo, modificó los hábitos de todas las personas: la soledad pasó a ser la compañera más fiel, el celular que antes sonaba hasta quemarnos la cabeza hoy es mirado con cariño porque gracias a él te acercas a esa gente de la que obligadamente te alejaste, ir a comprar comida pasó a ser una excursión, la contaminación sonora provocada por millones de personas aglomeradas en las calles desapareció, el aire está mucho menos viciado, entre muchas otras cosas que podríamos considerar como amigables.  Sin embargo, la mayoría de las consecuencias de este aislamiento social son negativas: mucha gente que vive al día y del mango del día se vio altamente perjudicada por no poder salir a trabajar, a tal punto de no tener para comprar comida, las grandes empresas aprovechan para sacar ventaja aumentando los precios, acopiando mercadería para especular, llegando incluso a despedir gente.  Por suerte (o mejor dicho, por convicción) el actual Presidente no tomó esta medida sin pensar en esas consecuencias y puso en marcha varias medidas para que el parate obligado no afecte tanto a la gente más vulnerable.

Uno de los sectores que se ven más afectados es, sin dudas, la cultura y las personas que viven de ella: lugares de encuentro y difusión como salas de cine, de teatro, galerías, teatro-bares, centros culturales, etc. se vieron obligados a cerrar sus puertas y, por lo tanto, la difusión de la cultura tuvo que readaptarse para no perderse.  Muchxs artistas músicxs optaron por hacer shows en vivo por internet en distintas plataformas (Instagram, Facebook, YouTube, etc), mucha gente de teatro decidió liberar por streaming sus obras, algunas editoriales subieron a internet varios libros en PDF gratuitos con el fin de no perder audiencia, seguir vigente y también como forma de mantener circulando la cultura.  Pero detrás de esos actos desprovistos de egoísmo y altruistas, hay personas que día a día viven de la cultura, es su único ingreso y el medio que tienen para vivir.

Desde Revista PPV quisimos acercarnos a esa gente, que nos cuente cómo fueron afectadas y de qué forma se tuvieron que adaptar a este momento tan particular que estamos viviendo.

ANDREA ZURITA – TANGUERA

¿Cómo te afecta laboralmente la situación de cuarentena que se está viviendo en casi todo el mundo a raíz del Coronavirus?

En cuanto a las giras y conciertos programados, para este momento, ya tendría que estar en Ecuador porque tenía una gira en donde iba a participar en un masterclass y como jurado en un concurso que organiza el “Festival Viva la Guitarra” en Quito con ayuda de la Universidad de las Américas.  Hubo bastante incertidumbre hasta que cerraron las fronteras allá y decidieron suspenderlo, y aún no hay fecha confirmada para reprogramarlo aunque se calcula que sea para fines de septiembre.

También tuvimos que cancelar grabaciones que teníamos programadas con Espiral de Mujeres Guitarristas, aunque llegamos a grabar un tema, pero aún no sabemos para cuándo se va a pasar.

¿Qué alternativas tuviste que implementar para seguir trabajando pese al distanciamiento?

Las clases particulares se vieron afectadas, porque si bien con algunxs alumnxs tenemos un contacto vía Skype no es lo mismo, porque en música se necesita un contacto más directo, podés buscarle la vuelta, pero la realidad de estar de persona a persona es distinta porque se trabaja con el sonido, con el movimiento corporal… Es algo también bastante personal el intercambio musical, así que se vio bastante afectado aunque se está tratando de arreglar en forma virtual, pero también se torna difícil porque no todxs tienen los medios para realizarlo.

Además, doy clases de guitarra y lenguaje musical en la escuela de música Esnaola y con lxs demás profesorxs nos pusimos de acuerdo en utilizar un disco virtual en donde subir las actividades y que lxs chicxs practiquen diariamente en casa y que luego nos manden fotos del trabajo terminado por mails, lo cual llevó casi dos semanas en implementarse fluidamente porque tuvimos que esperar el visto bueno de padres, madres o encargadxs para comunicarnos vía mail con lxs chicxs y, además, no todxs tienen la posibilidad de acceder a una computadora.

¿Hubo algún contacto desde el INAMU para conocer la situación de lxs músicxs?

Sí, nos llegó una encuesta pidiendo que expliquemos cómo estamos atravesando la situación.  Yo tengo la suerte de tener un trabajo en blanco en la escuela, pero muchxs músicxs viven literalmente de su música y los shows en vivo que puedan hacer.

Además, nos consultaron de qué modo creímos que se podía colaborar con los músicos en esta situación, mi propuesta fue que desde el INAMU se fomente la difusión de música de compositores y compositoras argentinos en los medios de comunicación con el fin de lograr un ingreso.  También es importante que en esta etapa, desde el INAMU, se puedan gestionar más subsidios para la creación de música y también que en los lugares en donde tocamos no nos cobren por el sonido, que a veces llega a $1.000 y eso para un grupo es mucha plata, hay otros lugares que cobrar un extra por la boletería (Ticketek, etc.) y a veces seguros de luces y salas.  Ya me parecía injusto desde antes de esta situación, porque esos gastos salen de los bolsillos de lxs músicxs, son gastos que corren por nuestra cuenta e impacta directamente en la labor musical.  Por último, me parece bueno que haya un organismo de difusión gratuito ya que hacer prensa para un músico independiente es costoso, cuando tenés que hacer una campaña de prensa los costos son muy altos.

EDITORIAL HOTEL DE IDEAS

¿Cómo y cuando surge la editorial?

La formamos un grupo de personas que nos conocimos en un taller de guion de historietas y nos constituimos como Cooperativa en 2013.  Comenzamos a hacer un fanzine que se llamaba igual que la editorial, hicimos 5 números y después empezamos a publicar libros, al principio antologías nuestras y obras de autores que estaban dentro del grupo creativo y luego comenzamos a publicar autores externos.  El primero fue Altavista de Fernando Calvi que había salido en la Revista Fierro, desde ese momento, tuvimos una serie bastante grande de obras de autores por fuera del grupo creativo de la editorial, como de Lucas Varela, Sole Otero y de muchísimxs otrxs.

¿Cómo se ve afectada la editorial con la situación actual del aislamiento por la pandemia?

Nos golpea de diferentes maneras.  Primero, como editorial porque está todo frenado: tanto las librerías como las imprentas están cerradas y las ventas se ven muy afectadas.  Además, habíamos ingresado un libro a imprenta y no sabemos cuándo lo vamos a tener, lo cual retrasa su distribución.  Por otra parte, hace poco abrimos una librería y, hoy por hoy, está cerrada, que además de funcionar como librería funciona también como una oficina y nos frena también por ese lado.  Lo que más nos preocupa en términos económicos es la incertidumbre de no saber cuándo va a terminar esto y de qué forma se van a retomar las actividades.  Obviamente, nos preocupa mucho más la salud de todos y todas y que se pueda solucionar de la mejor manera posible.  Y, además, el costado económico de esto nos pega muy fuerte.  Al caerse muchos eventos como la Feria del Libro nos impacta bastante pero, por otro lado, nos hace pensar en un montón de alternativas e intentar ser lo más creativos posibles a la hora de encarar esto, desde el hecho de liberar libros y pensar en las publicaciones digitales o pensar cómo hacer un sistema de giftcard y pre-comprar libros que se van a entregar después o tener alguna suscripción que nos permita contar con plata ahora y después entregar los libros físicamente.  Todas cuestiones que estamos pensando también para brindarles a nuestros lectores y lectoras más contenido justo en este momento  en el que se necesita bastante.

Link para descargar libros de la Editorial:

https://hoteldelasideas.com/libros-para-la-cuarentena/?v=d72a48a8ebd2

ZAMBAYONNY

¿Cómo ves que está influyendo esta situación en la difusión de la cultura?

Yo lo veo como algo positivo, porque un montón de gente usa el tiempo libre para descubrir artistas y eso es algo muy importante, porque en otras circunstancias tienen otras opciones más comerciales.  Creo que lo más lindo que va a pasar con esto es que se van a descubrir muchos artistas que están fuera del circuito oficial de publicidad, de radios, de carteleras enormes, de discográficas que ponen mucho dinero y creo que la gente se puede llegar a encontrar  con artistas que no pertenecen a ese circuito.

Desde el inicio de la cuarentena decidiste salir todos los días en vivo por una hora, ¿cómo llevás ese ejercicio de estar al aire diariamente?

Mucho no me cuesta, porque hice muchos años de radio en Bahía y acá en Buenos Aires, incluso, antes de la pandemia tenía ganas de hacer un programa de radio, de conducir alguna cosa, estaba armando un proyecto personal buscándole la vuelta y cuando se inició la cuarentena decidí adelantar los plazos y hacerlo desde mi casa.  No me cuesta, me divierte mucho y a la gente también, recibo muchos mensajes de cariño, se armó una rutina tanto para mí como para la gente y me encanta hacerlo.

¿Pensás que esto va a cambiar la manera en que se difunde la cultura acentuando este tipo de shows online o es algo momentáneo para adaptarse a la situación?

Sí, de hecho muchas empresas de audio o discográficas virtuales estaban armando un sistema para shows por streaming, no desde una casa, sino con un buen sonido, con los instrumentos conectados a placas, desde un estudio y entregar un link a la gente a cambio de lo que sería la mitad del costo de una entrada al teatro.  Imagino que esto va a sentar un precedente para que eso se organice, y la gente ya vio que es posible disfrutarlo desde su casa.  De hecho, cuando termine todo esto, además de retomar los shows en vivo con la gente pegada al escenario en teatros o bares, voy a hacer una vez por mes o cada quince días un show virtual para la gente que no pueda ir al teatro o quiera verlo de otra forma.  Creo que no voy a ser el único que lo haga.

Por último, te pido algún mensaje para quienes nos leen en esta situación tan difícil que como sociedad estamos atravesando…

Como siempre, darle las gracias a la gente que presta su tiempo y ganas para estar cerca de un proyecto artístico, para que la rueda funcione, es una parte fundamental: el artista emitiendo una canción, un cuento, una obra de teatro o lo que sea y el público recibiéndolo, dándole un espacio y respetándolo.  Así que el mensaje mío es ese: Gracias por hacer que la rueda empiece a funcionar.

Todos los días a las 8 de la noche Zambayonny brinda en forma gratuita una hora de música por su canal oficial de Youtube

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