“COMBATIMOS EL PLAN ECONÓMICO DEL GOBIERNO PORQUE VA EN CONTRA DE LOS TRABAJADORES”

Entrevista a Hernán Escudero, SADOP y Corriente Federal de los Trabajadores

COMBATIMOS EL PLAN ECONÓMICO DEL GOBIERNO PORQUE
VA EN CONTRA DE LOS TRABAJADORES”

Por Tania Rodriguez

El gobierno de Cambiemos fijó una meta inflacionaria para este y los próximos años que se descarta con la devaluación y la política de endeudamiento de los últimos días, ¿cómo definirías las posiciones del movimiento sindical frente a estas políticas?

Respecto de estos temas podemos identificar que hay un sindicalismo de pan y manteca. Te discuto las paritarias, te discuto las vacaciones, te discuto las condiciones laborales mínimas, son los sectores más dialoguistas que asumen un rol de vínculo y negociación con el gobierno, se trata de los sindicatos más numerosos en cantidad de afiliados – no en representación –. Y hay un movimiento sindical que discutimos el proyecto económico, si no estamos discutiendo siempre en pérdida. El problema nuestro no es el 15% que anuncia el gobierno como meta de inflación – o el número que anuncie- sino el impacto del retraso de la falta de trabajo y de generación de empleo y los despidos que hay, que pasan a cuentapropismo y que ellos cuentan como actividad económica plenamente activa. Esto tiene un impacto en la unidad familiar que no se mide con la paritaria. Cuántos chicxs dejaron sus estudios secundarios o universitarios en diciembre de 2015 y han tenido que salir a buscar empleo… Estamos dando por sentado que un recibo de sueldo es una subsistencia y hoy estamos hablando de unidades familiares de múltiples casas. Uno va al barrio y muchos han vuelto a la casa porque han tenido que dejar de alquilar.

La discusión paritaria hoy en Argentina está planteada más en términos de subsistencia y costos laborales por parte del Estado, y el movimiento obrero no ha logrado tener una supremacía en la discusión de plantear una ecuación distinta. Este gobierno ha logrado que un sector del movimiento sindical no discuta el plan económico ni el proyecto político y esto ha traído un retraso en términos de que discutimos paritarias como si fuera la única condición del movimiento obrero, y si es así, el movimiento obrero está discutiendo para una minoría que no es la clase trabajadora. Estamos totalmente desfasados por la devaluación y porque hay un falso diálogo por parte del gobierno y los empresarios en la negociación con lxs trabajadorxs, discuten una foto cuando en realidad lo que hay que discutir es la película entera. Retrasan una discusión paritaria del 15% cuatro meses, cuando ya perdimos poder adquisitivo en los cuatro meses de negociación, mientras el capital sigue ganando, el trabajador se endeuda y la proyección siempre es mala, discutimos fuera de tiempo. El movimiento obrero no ha logrado pararse en su totalidad muy bien frente a esta situación.

Casi cinco meses después de la discusión de la reforma previsional en el Congreso y la represión de la gente que se movilizó en contra, el gobierno relanza su proyecto de reforma laboral. ¿Cómo se está discutiendo esto en la CGT?

El 29/11/17 se llevó adelante una marcha en contra de la reforma laboral organizada por la CGT con Pablo Moyano, la CFT y las dos CTA. La movilización logró frenar la reforma laboral pero no la previsional que quedó subordinada a la ejecución de la voluntad del sector político, los diputados y senadores. Éstos, por desinteligencia o por incapacidad no lograron revertir la realidad de las mayorías que tenía el macrismo en el Congreso. Cuando el movimiento obrero sale a la calle puede frenar, a veces no frena lo que quiere sino lo que puede. Nosotros queríamos frenar todo, pudimos frenar algo. Llevaron la reforma previsional, la ganaron y ahora de vuelta están con la reforma laboral. En su momento, la reforma laboral fue avalada por Daer, por Schmid, por muchos sectores sindicales al interior de la CGT y estas corrientes del movimiento obrero contrarias al gobierno fuimos las que bancamos. Creo que esta vez, no hay ningún sector del movimiento obrero que esté tentado a avalar esa reforma. Lo que no está claro es si esta negativa del movimiento sindical en general tiene un correlato en el sistema político.

¿Cómo es la relación con los demás sectores de CGT?

La relación es tirante con las organizaciones sindicales que no conformamos la CGT orgánicamente en términos de cargos pero sí en términos de la discusión. Nosotros como CFT, nos fuimos del Congreso de la CGT en agosto de 2016, cuando una corriente se va de una central organizada en cuanto a los cargos, no en cuanto a la construcción de la agenda, lo que termina dándote la razón o no es la agenda. La CFT acertó en la agenda: era disputa del plan económico con el gobierno y no era negociación. No se ha modificado ningún índice de generación de empleo real. Y, por otro lado, cada vez que hubo que salir a la calle lxs trabajadorxs estaban. Lo que uno ve es que la conducción de CGT ha quedado muy relegada de la representación popular y tuvieron que salir luego sobre el final a confrontar con el gobierno. Pero como esa confrontación tiene límites, ya que necesitan negociar en forma permanente que es la posición que adoptó la CGT, lo que uno ve es que hay una extinción de esta CGT. Es decir, la CGT existe mientras representa. En la Corriente combatimos el plan económico del gobierno porque entendemos que va en contra de los trabajadores. Hay otros sectores de la CGT que entienden que el gobierno tiene que tener gobernabilidad y llevar su política adelante y después evaluarlo. El problema son los damnificados en el medio.

Durante la campaña legislativa de 2017 se hablaba entre las filas de la CFT de una “resindicalización” del kirchnerismo. ¿En qué medida es compatible ese proceso con la “despejotización” del frente electoral?

La resindicalización del kirchnerismo tiene que ver con que el/la militante obrero/a que no tiene mucha participación sindical aunque se cree parte de un sindicato, entiende que el proyecto político más benefactor en su proceso en la política económica más activa que ha vivido generacionalmente es el kirchnerismo. Por lo tanto, nos encontramos con un problema de interlocución. Cristina, con la experiencia de Unidad Ciudadana, interpreta que el vínculo que había tenido con los sindicatos en general en sus estructuras no fue del todo bueno ni beneficio, ni para la política ni para los trabajadores y lo que intentó hacer es que el kirchnerismo no sea un espacio de espantar sindicalistas, compañeros sindicalizados organizados, sino que también sean parte de ese proceso. ¿Eso es despejotismo? No, cuando el pueblo toma parte del poder que le disputa a la oligarquía eso es peronismo. El sello es algo que algunos dirigentes sindicales y políticos tensionan por la falta de representación del proceso que está sucediendo hoy en la sociedad argentina. El PJ no gana votos. El proceso de representación es cómo se construye una mayoría posible y quién representa esa mayoría y quizás no es una persona, sino un proceso político como parte de un todo de un movimiento nacional. El PJ se ha desperonizado y Unidad Ciudadana está caminando hacia un peronismo.

¿Qué es el Frente Sindical para la Victoria?

Es una expresión de compañeras y compañeros que entendemos que el kirchnerismo se milita en la fábrica, en la escuela, en el lugar de trabajo y también se milita como una opción política. Quienes militamos en el sindicalismo entendemos que sin solución política, no hay solución gremial. Entendemos que el Frente Sindical Unidad Ciudadana, como lo denominamos hoy, es la participación política de lxs trabajadorxs en un ámbito colectivo y no en un ámbito sectario. En la experiencia de los años setenta, el delegado de fábrica tenía la responsabilidad de militar para el territorio porque era la referencia natural para el territorio. No era fácil conseguir un delegado en un barrio y, ese compañero, lo que aprendía en su organización sindical tenía que volcarlo también en el barrio porque era parte de la organización popular para la liberación. Ese es el proceso al que apuntamos en el Frente Sindical, en los tres niveles: en los lugares de trabajo, en el territorio y en la superestructura. No en teorías de tercios sino en teorías de participación del todo.