BENITA, HIJA DE LOS HILOS DEL TIEMPO Y DE LA TIERRA.
NUEVO SINGLE DE LA BANDA HILOS
Por Tatiana Schaedler
Hilos es un grupo de músicos y poetas que viene abriéndose paso hace ya dos años desde el lejano oeste del conurbano. Abreva en las raíces históricas de lo cotidiano, en eso que define las identidades anónimas. Nada de grandilocuencias. No hay cantos y loas a los grandes hombres y mujeres que figuran en los anales. Pero en la indagación de lo íntimo de un atardecer, de un encuentro efímero con un personaje, en un viaje o en la sola contemplación de la naturaleza en sus más simples manifestaciones se va conformando la identidad de ellos, de nosotros, de los argentinos, los latinoamericanos, los que habitamos la tierra y nos dejamos habitar por ella. “Todo pende de un hilo” reza la letra de su primer EP estrenado en junio del año pasado. No es justamente la idea de fragilidad sino más bien la de comunión invisible que reina entre todos y todo. Eso es lo que transmite la poesía del primer corte, donde las palabras armonizan perfectamente con una melodía con fuerza propia y a la vez universal.
Todo se une con hilos mágicos del tiempo, del amor y la distancia. Y es esto mismo justamente lo que trasmite el segundo single de este grupo que rescata un poema de hace más de 30 años, encontrado casi por casualidad en la casa de Gustavo, padre de Matías Pérez Ibarguren. En el verano de 1985 Gustavo era un joven misionero que colaboraba, junto a sus compañeros, con las familias campesinas de San Agustín, un caserío muy pequeño ubicado a 18 km de la ciudad de Orán, en la provincia de Salta. El clima subtropical de la región produce unos veranos con temperaturas que pueden llegar hasta los 50º. Las condiciones laborales eran muy precarias. Una tarde bien calurosa Gustavo avisó que iría a ayudar a Benita, una mujer que había conocido en una de las visitas el día anterior. No era una tarea programada, le surgió en el momento y siguió su impulso. Así fue como esa tarde la ayudó en el trabajo de “desyuyar” un almácigo con plantines de tomate y pimiento, bajo un sol abrasador. En un momento, cuando parecía que el calor comenzaba por fin a dar tregua, uno de los hijos de Benita se acercó corriendo con un vaso lleno de jugo de limón recién exprimido que bebieron hasta la última gota.
Gustavo volvió a Buenos Aires con sensaciones encontradas. La experiencia lo había marcado hondamente. Estando en su casa de Haedo ese mismo verano de 1985, escribió un poema sobre este encuentro que tituló: “Benita”.
El juego de las sincronías hizo que 30 años después Hilos se cruzara azarosamente con la poesía, en una hoja amarilleada por el tiempo. Como si todo hubiese estado aguardando el momento exacto surgió la música, la melodía y hoy “Benita” es el segundo corte musical.
La palabra “sencillo” surge de la descripción de esta mujer que trabaja la naturaleza y es producto de ella, tierra -pacha, Benita y su hijo juntos en el campo abrasado de sol. Benita es una flor con aroma silvestre más, es ella en su ser perfumando la tarde, es ella ahí hace treinta años y todavía toda hoy con su sencillo sudor coloreando la música de otros hijos, reviviendo la poesía calurosa de su propio candor.
A partir del 9 de Marzo se puede escuchar el single Benita por todas las plataformas digitales; Spotify, Dezzer, Itunes, etc..
Ficha técnica del single:
Producido por Nacho Gulias en Oiga-Música-Estudio entre Octubre y Diciembre 2017
Mezclado por Nacho Gulias y Hilos. En Oiga Música Estudio.
Flora Rodriguez: Voces
Leonardo Valenzuela: Guitarras eléctricas.
Matías Perez Ibarguren: Charango.
Leandro Mucci: Bajo.
Fabiana Betelu: Cellos.
Lucas Avellina: Batería.
Javier Granillo: Percusión.
Juan Balladobres: Sintetizador y samplers.