Portada. Exposición de Hugo Yasky en el tratamiento de la ley ómnibus

YASKY: HAY SECTORES DEL PODER ECONÓMICO Y FINANCIERO QUE USUFRUCTÚAN EL HAMBRE Y EL SACRIFICIO DE LOS ARGENTINOS 

Tratamiento de la Ley Ómnibus

Portada. Exposición de Hugo Yasky en el tratamiento de la ley ómnibus

YASKY: HAY SECTORES DEL PODER ECONÓMICO Y FINANCIERO QUE USUFRUCTÚAN EL HAMBRE Y EL SACRIFICIO DE LOS ARGENTINOS

Por PPV

En el segundo día de debate de la Ley “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” conocida como Ley Ómnibus, el diputado por Unión por la Patria y ex dirigente de CTERA, Hugo Yasky, comenzó su exposición referiéndose a los Derechos Humanos y el accionar del Estado durante la dictadura «Este país vivió un genocidio, vivió un terrorismo de Estado que arrasó con una generación. Los 30 mil desaparecidos fueron hombres y mujeres, la inmensa mayoría de ellos eran militantes políticos.

Ayer, alguien habló con desprecio de la Ctera, el gremio de los maestros. Los principales dirigentes de la CTERA fueron asesinados ni bien se produjo el golpe. Hay que tener autoridad moral y hay que tener historia no prontuario para hablar de la Ctera.» 

Y a continuación hizo referencia a algunos de los integrantes del histórico gremio de la educación que han sido víctimas del terrorismo de estado «Pertenecieron a la Ctera Alfredo Bravo, que fue diputado en esta Cámara. Un gran maestro, torturado y salvado de ser asesinado por una campaña internacional.
Perteneció a Ctera Requena, secuestrado, perteneció a Ctera, el hermoso maestro de Tucumán, Isauro Arancibia, acribillado a balazos en una pequeña casita, en una casilla, que tenía al fondo de de su sindicato en Tucumán. Otros 645.» 

«Entonces cuando nosotros recibimos una carta, creo que la recibieron todos, de los organismos de DDHH, que nos piden que no consintamos la legislación represiva que se pretende aprobar en esta Ley Ómnibus; que no consintamos que otra vez el autoritarismo, la persecución ideológica, la represión, se conviertan en algo que se naturalice, los organismos de DDHH, le están diciendo porque quien olvida el pasado no sabe qué es lo que tiene en el futuro. No podemos hablar con liviandad de esto. No podemos mirar con un solo ojo la represión», añadió.

Yasky estableció así un hilo conductor entre los hechos de los años setenta y la represión que se vivió en el día de ayer y que continuó en la tarde de hoy lo que obligó a que diputadxs de Unión por la Patria, de la Izquierda, del Socialismo y de la Coalición Cívica abandonaran la sesión y bajaran a la calle ante la negativa del Congreso de suspender la misma hasta que cese la actuación de las fuerzas de seguridad. «Ayer se mostró un espectáculo indigno de una democracia, e indigno de un país que sufrió un genocidio. ¿Qué sentido tenían las filas y filas de carros de Gendarmería, de Prefectura, hidrantes? ¿Para qué? ¿Para impedir que un grupo minoritario, porque eran grupos pequeños pudieran manifestarse frente al Congreso? ¿Pero qué es el Congreso de la Nación si no le permitimos a los ciudadanos, ciudadanas, que se manifiesten frente a él? Yo veo una hilación entre las cosas que se dicen y las que suceden» expresó el diputado con vehemencia.

«Ahora, en este mismo momento, reprimieron en eso que llaman el Ministerio de Capital Humano. Hay internadas varias mujeres en el Rivadavia y otros en diferentes hospitales. ¿Cuál fue el motivo de la represión? Fueron a pedir comida. No hay comida para los comedores populares. Entonces, cuando decimos que nos divide una grieta hay algo que tenemos que ver. Hay un problema en la Argentina que es la desigualdad y la represión está en función de garantizar que esa desigualdad se sostenga», agregó.

Yasky se refirió también a los sectores ricos de nuestro país «No somos todos pobres en la Argentina. Hay un capítulo que se comen muchos diputados que hablan de pobreza. Hay que hablar de la riqueza. Hay que hablar de los que se quedan con el sacrificio del pueblo argentino. Hay que hablar de los que capitalizan el hambre. Pero no es una ciencia oculta.» 

Y señaló: «hay que ir a los balances de Arcor; hay que ir a los balances de Techint, hay que ir a los balances de las grandes cerealeras; hay que ir a los balances de las compañías financieras. Somos el tercer país del mundo en fuga de capitales. ¿Cómo un país tan chico, sumido en la pobreza, puede ser campeón del mundo de fuga de capitales? Esto es muy simple. Hay sectores del poder económico y financiero que usufructúan el hambre y el sacrificio de los argentinos. Y esta ley está pensada no solamente para continuar eso, sino para profundizarlo, y con una herramienta que es la represión.» 

La educación pública ocupó una centralidad en su exposición «Se quieren llevar puesto los derechos de los trabajadores, de los estudiantes, de los docentes. Hablan de la Educación y se llevan puestas dos leyes con esta ley: la Ley de Educación Nacional y la de Financiamiento, que la votamos acá peronistas, radicales, izquierda y todos, por unanimidad y ahora la llevamos puesta. Y la solución es ponerle a los maestros el cepo de decir que la educación es esencial. Esencial para impedir el derecho a protestar los docentes, pero no esencial para pagarles como se debe al que trabaja y deja la vida en el aula.» 

«Y reivindico a los trabajadores que se movilizaron en este país. Las movilizaciones van a crecer, mal que les pese a los que piensan que van a tapar el sol con las manos. ¿Qué piensan? ¿Qué con la Gendarmería, la Prefectura, cuando el hambre crezca, cuando la gente no pueda mandar el chico a las privadas, cuando no tengan lugar en la escuela pública, cuando en la escuela pública no haya comedores porque no están mandando lo que hace falta? ¿Piensan que eso se arregla con Gendarmería, con Policía?», preguntó retóricamente.

Al finalizar llamó a la reflexión: «Discutamos las leyes que haya que discutir. No queremos trabar a nadie. Lo que no podemos aceptar es que se lleven puesto al Congreso. Estamos discutiendo una ley oscura, secreta, que no sabemos ya cuál es el dictamen, que no sabemos cuál es la letra. No lo sabemos nosotros y supongo que no lo sabe ni el Presidente de la Cámara ni los presidentes de los bloques. Supongo que todos estarán igual que Germán Martínez, el nuestro. Esto no es democracia. Admirar a Pinochet y a Thatcher y querer construir en el país tardíamente lo que fue la paz de los cementerios, de la Thatcher y de Pinochet, no es el camino. Hago un llamado a la reflexión. Defendamos la democracia, defendamos la justicia social, o vamos a construir un país donde va a ser difícil vivir para los que menos tienen.»