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UN PRESIDENTE EN LA RED


UN PRESIDENTE EN LA RED

Por Daniel Bello

El discurso del presidente Alberto Fernández en la apertura de las sesiones legislativas dejó varios temas para analizar, uno de ellos fue el pasaje dedicado al inicio de clases.

“Abren nuestras escuelas. Vuelven las clases presenciales que hacían tanta falta. Más un 1 millón 400 mil docentes se reencuentran con más de 14 millones de alumnas y alumnos en los casi 60 mil establecimientos educativos de todo el país”, aseveró Alberto.

Luego, señaló: “En articulación con la empresa ARSAT, en el mes de septiembre se lanzó el plan nacional `Conectar´. Estamos trabajando para reducir la brecha digital y universalizar el acceso a los servicios en tecnologías de la información y la comunicación y a las conexiones de banda ancha en todo el territorio nacional”.

Alberto sentenció: “Retomamos nuestro plan satelital, que fue abandonado durante la gestión anterior, para conectar más a los argentinos y a las argentinas”.

En base a todo esto, es necesario señalar que la Oficina Anticorrupción (OA), a fines de febrero de este año, denunció al ex ministro de Comunicaciones del Gobierno de Macri, Oscar Aguad, y a los tres presidentes que esa gestión colocó al frente de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat), por el abandono de la firma y daños millonarios al Estado.

Los tres ex presidentes de ARSAT denunciados son: Eduardo Atilio Hurtado, Raúl Martínez y Rodrigo De Loredo, este último más conocido por ser el yerno de Aguad y por su tatuaje en el  antebrazo que reza «no robaras».

La denuncia también apunta contra el ex titular – y vaciador – del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, por la falta de mantenimiento del sistema de Televisión Digital Abierta (TDA) – causa que recayó en el juzgado a cargo de Luis Rodríguez-.

La denuncia tiene hechos para remarcar porque han generado, básicamente, no sólo daños millonarios al Estado y un atraso enorme en el desarrollo tecnológico de nuestro país, sino también porque afectó en gran medida a las políticas públicas que se desarrollaron entre 2003 y 2015 en materia educativa por achicar la brecha digital .

Por la denuncia se pudo saber:

Que bajo la Gestión de Mauricio Macri, Arsat omitió confeccionar los balances correspondientes a los ejercicios 2017, 2018 y 2019, por lo que debieron ser elaborados y presentados el año pasado por la actual conducción de la empresa.

Bajo la gestión de Cambiemos, Arsat dejó de recurrir al mecanismo de contratación directa como herramienta excepcional y lo convirtió en un mecanismo habitual: utilizó este tipo de compra o contratación en 357 oportunidades. 

Se denunció “inactividad para el cobro de deudas”. Se señaló que tras el cambio de autoridades en la empresa, se detectó que había deudas a favor por un valor de 1.500 millones de pesos de deuda sin cobrar.

Tal y como señaló Alberto en su discurso, también se denunció la paralización del proyecto Arsat III, que generó el incumplimiento de contratos cuya renegociación le significarán al Estado un desembolso de alrededor de 21.304.407 de dólares

Si sumamos a todo lo anterior, que en febrero de 2020 la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) encontró 101 mil computadoras, tres mil tablets y dos mil proyectores arrumbados en un depósito y que debían ser distribuido en el marco de los programas Escuelas del Futuro, Aprender Conectados (ex Conectar Igualdad), Aulas Digitales y Primaria Digital, cabe preguntarse:

¿Cómo habrían morigerado el impacto de los efectos por la pandemia sobre la comunidad educativa si se hubiera contado con estos dispositivos?
¿Cuánto más fácil hubiera sido sí se hubiera invertido en conectividad para quienes no contaban con esa posibilidad y tuvieron que cortar el vínculo educativo pese al gran esfuerzo docente que se realizó?

No sólo es necesario marcar -y juzgar- la responsabilidad de Mauricio Macri al contraer un préstamo con el FMI que nos endeudó por 100 años, y que tenía entre sus pliegos de condiciones el recorte a la Salud y la Educación, sino también la de aquellos que lo han acompañando con sus políticas, decisiones y desidía.

Alberto aseguró en su discurso que se promulgará la Ley de Financiamiento del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación, que garantiza el incremento progresivo y sostenido de su presupuesto para  la próxima década.
También indicó que se seguirá desarrollando la red federal de fibra óptica – la red pública más importante de América Latina- para poder desarrollar la potencia de nuestra red para que argentinos y argentinas estén más y mejores conectados.

Se vislumbra un futuro mejor.

Sin embargo, mientras actualmente se trabaja por achicar las brechas existentes en nuestro país hay que tener en cuenta que al denodado esfuerzo de los medios hegemónicos -en consonancia con les voceres de la oposición – por querer igualar la actual gestión con el desastre de la anterior, es necesario estar atentos para no terminar creyendo aquello que escribió Enrique Santos Discépolo en «Cambalache«, durante la década infame:

No pienses más, sentate a un la’o
Que a nadie importa si naciste honra’o

Si es lo mismo el que labura
Noche y día como un buey
Que el que vive de las minas
Que el que mata, que el que cura
O está fuera de la ley


FUENTES:
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