Entrevista Martín Sabbatella
“UN GOBIERNO PARA POCOS, TAMBIÉN NECESITA POCA POLÍTICA”
Por María Quintero y Ludmila Centurión Girola
Fotografía: Cecilia Markic
Caricatura: Ivana Chiarelli
Llegamos a la cita para la entrevista y nos recibieron unos ricos y calentitos mates para apaciguar la ventosa y fría tarde de Buenos Aires. Martín Sabbatella estaba demorado, la vorágine de la coyuntura política de estos días no sabe de agendas. Al rato llega Martín con una gran predisposición para la charla acompañada de disculpas y chistes que acompañaron la larga entrevista.
Fuiste el Intendente más joven de Morón pero además, fuiste Intendente tras enfrentarte a uno de los personajes más corruptos de la Provincia de Buenos Aires: Juan Carlos Rousselot, ¿Cómo fue ese camino?
Sí, asumí como Intendente el 10 de diciembre del 1999, tenía 29 años, todo el grupo de los que llegamos al gobierno de Morón en ése momento éramos bastante jóvenes. Y veníamos de un proceso en Morón de crisis institucional, de una degradación muy profunda de la política, del disfuncionamiento del Estado local, de un gobierno asociado a las mafias, la Municipalidad vista más como la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones que como la municipalidad. Había una crisis profunda de representación, a calor también de lo que vivía la Argentina en su conjunto y la provincia de Buenos Aires en particular, y Morón además aparecía como el paradigma de la corrupción menemista de la provincia de Buenos Aires, con un personaje como Russelot con una historia oscura también que lo rodeaba. Y en ese contexto, asumimos. Yo venía de ser Concejal y de presidir la Comisión Investigadora que lo había destituido Russelot por haber causado perjuicio patrimonial municipal como lo hizo, por ejemplo, con el proyecto de cloacas que tuvo como pata empresarial al actual presidente de la Nación, Mauricio Macri. Fue un proceso de mucha tensión…
Bueno, después asumimos y creo yo que pudimos recuperar el rol del Estado local, pudimos poner en marcha la cantidad de políticas transformadoras, innovadoras, vinculadas a garantizar que el Estado local pueda ser el protagonista del desarrollo estratégico de esa democracia de proximidad, o esa democracia de cercanía que es el Gobierno local. Los primeros años fueron de mucha soledad, con un contexto político nacional y provincial adverso, y después del 25 de mayo de 2003 se inició un periodo en la argentina donde la política nacional estaba iluminada por el proyecto que presentaba Néstor Kirchner en ese momento. Por lo tanto, ya la situación empezó a cambiar y empezamos a sentir la sintonía- que después fuimos confirmando con el paso del tiempo- en lo que estábamos haciendo nosotros en lo local y lo que se estaba haciendo a nivel nacional.
Fuiste además mencionado internacionalmente, premiado por la transparencia de la gestión de Morón, incluso hasta por poder ciudadano que en su momento presidia Laura Alonso. ¿Qué pensás que los hizo cambiar de opinión desde esa época ahora en la que te transformaron mediáticamente en uno de los “más corruptos” de la gestión kirchnerista?
Nosotros fuimos reconocidos por políticas innovadoras, en materia de la lucha contra la corrupción, transparencia en la gestión pública, participación ciudadana, es cierto, por distintas Universidades nacionales e internacionales, por Organizaciones nacionales e internacionales, por Transparencia Internacional, por ejemplo. Y también hasta por el propio grupo Clarín en una cosa que hacían juntos en un convenio que tenían de estudio sobre estas políticas con la universidad San Andrés y con Transparencia Internacional. También hemos sido reconocidos por el KONEX como una de las tres mejores gestiones de la década cuando nos tocaba gobernar… Entonces, respecto a la pregunta de qué es lo que pasó para que cambien tanto la mirada, en realidad, yo creo que lo dijo con mucha certeza Cristina cuando me designó al frente del AFSCA y me dijo: “ahora vas a pertenecer al mundo de los feos, sucios y malos”… Y bueno, eso quedó absolutamente claro.
Creo que en definitiva, ellos pensaban que nosotros solamente teníamos como rasgo de identidad constitutivo la preocupación sobre la honestidad en el ejercicio de la función pública y la ética como un valor a la hora de hacer política, ellos pensaban que solamente esas eran nuestras preocupaciones –y que es absolutamente cierto que son nuestras preocupaciones y es un rasgo de identidad que nos constituye-, y que eso estaba como aislado, como una cosa separada de otros debates. Pero, cuando se dieron cuenta de que además de eso, nosotros teníamos una mirada sobre el mundo y también sobre cómo construir la sociedad que soñábamos, y que eso que soñábamos tenía que ver con luchar contra las corporaciones, con ampliar la democracia, para que esa democracia no esté sujeta a los intereses corporativos. Cuando se dieron cuenta de que, además de esas preocupaciones, teníamos la preocupación por la justicia social, por la distribución de la riqueza. Cuando se dieron cuenta de que pertenecíamos al mundo del pensamiento nacional, popular y democrático y que teníamos una mirada latinoamericanista, ¡y que no creemos en la calidad institucional y en la calidad de la democracia si esa democracia no garantiza calidad de vida para todos y todas! En definitiva, cuando se dieron cuenta de que además de estar preocupados por la ética pública pertenecíamos al mundo de los que queríamos distribuir la riqueza y defender los intereses de nuestro Pueblo en contra de los intereses corporativos y concentrados económicos, obviamente, pasamos a estar en la lista de los que había que atacar. Y esto demuestra también que la preocupación de ellos sobre de la calidad institucional y la ética pública es una gran farsa, porque solamente pueden “preocuparse” o hasta “distinguir” a alguien que se ocupe de eso siempre y cuando no cuestione lo que básicamente les preocupa y los ocupa que es concentrar la economía a costa de que la inmensa mayoría quede afuera.
Hablando de operaciones mediáticas y dobles varas: ¿Por qué pensás que no se presentó Alfredo Leuco a la mediación en la Justicia?
Porque no tiene qué decir. Nuestro gobierno, el gobierno de Néstor y Cristina, fue un ejemplo en el trabajo y el compromiso por la libertad, por libertad de expresión, por la libertad de la palabra, por la
pluralidad, la diversidad y el derecho a que todo el mundo diga lo que quiera. De hecho, es en nuestro gobierno en el que se saca Calumnia e Injurias del Código Penal. Nosotros tenemos como característica de rasgo de identidad pelear por la libertad de expresión, por lo tanto yo peleo porque Leuco y cualquiera pueda decir lo que quiera, y opine de mí bien, mal, horrible, espantoso, que diga lo que quiera. Y creo profundamente en eso, y además si uno en funcionario público y un dirigente público tenés que aceptar estar sometido a la opinión de todo el mundo, eso no me preocupa… es más, hasta puede mentir. ¡Pero lo que no se puede decir es que alguien cometió un delito así porque sí, no se puede decir que alguien robó o que alguien financió a otro para que vaya a tirarle piedras a alguien! Entonces, cuando dicen una barbaridad semejante lo único que nosotros queremos es que lo aclare, que diga de dónde sacó esa información, quién dijo que eso es cierto. Que opine de mí lo que quiera, pero que no diga cosas que no son ciertas, que aparte son calumnias e injurias y que me lesionan. Yo no voy a permitir que diga eso. Entonces fuimos a la Justicia, el primer paso para la demanda civil es que tiene que haber una mediación, no se presentó; si él no se presenta haremos la demanda civil y tendrá que explicarle a la Justicia porqué dice que nosotros robamos o que financiamos grupos para tirarle piedras al Presidente, como lo dijo públicamente, entre otras barbaridades.
Ahora, esa es una acción concreta contra Leuco y contra los medios que avalan estas cosas, pero eso está enmarcado en una cosa que es más preocupante todavía, que no tiene que ver con una situación personal, sino con un contexto donde hay toda una estrategia de la coalición de derecha de gobierno – el Partido Judicial y el Partido Mediático- para degradar a la política y a los liderazgos políticos, sobre todo a Cristina. Y para lesionar la participación, porque básicamente lo que quieren es un democracia de baja intensidad o de nula intensidad. Lo que buscan es que haya poca política, porque si hay mucha política, si la política ocupa el centro de la escena pública, si hay mucha militancia, si hay mucha participación, entonces esa política media a favor del Pueblo y en contra de los intereses corporativos que lesionan la democracia. Por lo tanto necesitan poca política, un gobierno para pocos, necesitan pocas palabras y por eso destruyen la Ley de Medios y atacan la libertad de expresión y la pluralidad. Un gobierno para pocos, también necesita poca política y por eso atacan la política y por eso atacan a la militancia, y por eso la persiguen y por eso el hostigamiento y por eso todo esto. Y además, también este gobierno para pocos, sobre todo, tiene que atacar al proyecto que viene- porque sabe que es un estorbo-, que es el proyecto nacional, popular y democrático que lidera Cristina… sobretodo tienen que atacar a Cristina porque está claro que si intentan domesticar la política saben que para eso no cuentan con Cristina, y la atacan como una suerte de revancha por lo que se animó hacer. La atacan porque le tienen miedo a la vigencia de Cristina en el presente y porque le tienen terror a la vigencia de Cristina en el futuro.
Quiero decir que lo de Leuco es un eslabón más de una cantidad, de un sistema que tiene a la coalición de derecha, al partido judicial y al partido mediático con sus corporaciones, trabajando para eso.
Y hablando de persecución mediática y persecución judicial: ¿hasta dónde pensás que puede llegar esta persecución?, ¿cuáles son los límites de esa persecución?..
A mí me parece, que es peligroso lo que están haciendo, porque hay un discurso violento, hay una palabra oficial violenta, hay un hostigamiento con ensañamiento brutal que puede generar que alguien se sienta habilitado para hacer las cosas que estamos viviendo. Por ejemplo, ese discurso violento o esa palabra oficial violenta puede generar a que alguien se sienta habilitado a subirse a un balcón y dispararle a la militancia que está inaugurando un local e herir a dos compañeras de distintas organizaciones del mundo kirchnerista, o alguien se pueda sentir habilitado para insultar o agredir o intentar agredir a dirigentes en un aeropuerto o un restaurant o en la calle, porque lo que buscan es eso, buscan que la sociedad crea que la política es porquería, que la política está asociada a corruptos y delincuentes, a la grasa militante que hay que extirpar del organismo. Entonces, buscan eso, buscan que a los dirigentes políticos los señalen por la calle y les digan que son chorros, que son corruptos. Insisto, buscan degradar la política y eso es lo que está en marcha, pero todo eso igual tiene un objetivo que es saquear a la Patria, porque en realidad todo esto lo hacen para poner en marcha la brutal transferencia de recursos de los sectores populares a los grupos concentrados de la economía que es el único y principal objetivo que tienen.
La característica de esta etapa es el mismo pensamiento de derecha histórico, profundamente liberal en términos económicos y profundamente autoritario en términos políticos, con la diferencia de que ahora no utilizan al partido militar, ni solo colonizan a los partidos populares, sino que tienen sus propias herramientas y es con sus propios CEOs y gerentes de sus empresas… pero es el mismo objetivo, es venir a saquear lo que nuestro Pueblo supo construir durante todos estos años.
¿Por qué crees que tras 12 de recuperación de derechos, y de un gobierno con todas las características que mencionabas del kirchnerismo, el resultado de las elecciones haya sido un gobierno de derecha que plantea este nuevo escenario político?
Creo que las sociedades siempre quieren estar mejor. El kirchnerismo construyó algo sumamente importante que es la idea de que se puede estar mejor, o sea vencimos la cultura de la resignación, nos dimos cuenta de que podíamos correr la frontera de lo posible e ir por más, y en esa construcción de que se puede, hubo una sociedad que pensó que había que seguir y que se podía hacer más todavía. La gente que votó a Macri, no lo votó para estar peor, lo votó para estar mejor y creyeron que por ese camino podían estar mejor. Y lo creyeron ayudados por obviamente una campaña de degradación y de desprestigio que se venía haciendo del kirchnerismo y de grandes mentiras sobre lo que se iba hacer.
El macrismo contactó con esa demanda de estar mejor, lo que no significa que no haya un reconocimiento por parte de la sociedad de lo que se vivió y se hizo. Pero lo que el macrismo ofreció fue una invitación a estar mejor desde un lugar muy perverso porque el plan que tenían es el que estamos viviendo y sufriendo ahora: y es que todos los días estemos peor. Porque la inmensa mayoría estamos peor, los sectores medios, los trabajadores y trabajadoras, los pequeños empresarios, los pequeños productores, los pequeños comerciantes, la inmensa mayoría está peor, solamente un grupito esta mejor, los agroexportadores, los banqueros, los especuladores financieros… Yo creo que la inmensa mayoría está peor habiendo votado para estar mejor.
¿Y cómo sostienen hasta ahora esa mentira entonces?
¿Cuál es la otra construcción ahora? Quieren echarnos la culpa. Quieren convencernos de que era necesario estar peor para después estar mejor y que la consecuencia -la causa de esto- tiene que ver con una herencia recibida o una crisis heredada. Todo eso es falso. Es mentira que hay que estar peor para estar mejor, es mentira que hay una herencia negativa, es mentira que había una crisis. Entonces hay toda una construcción de un discurso con el que te quieren convencer de que este era un camino inevitable por las cosas que se hicieron muy mal antes. Y bueno, además hay una construcción mucho más perversa todavía, que es convencernos de que muchas de las cosas – de los derechos adquiridos- no nos los merecíamos, quieren una sociedad que se acostumbre y que acepte que no tiene derecho a ir a la Universidad, a prender la estufa, a prender el aire acondicionado, a estudiar, a comprar un plasma si no perteneces a un sector social determinado. Y que es una locura tener todo con un salario medio, o sea, te quieren convencer de que si vos sos un trabajador con un salario medio no te corresponde todo esto.
Pero básicamente… ¿Por qué lo hacen? Porque si convencen a nuestro Pueblo de que hay cosas que no nos merecemos, entonces dejamos de pelear por lo que creemos que no nos corresponde, por lo que creemos que no merecemos.
Bueno a nosotros no nos van a convencer porque estamos absolutamente convencidos, valga la redundancia. No nos van a convencer de que es una locura y está mal pensar que si alguien tiene frio puede prender la estufa, que si alguien tiene calor puede prender el aire acondicionado y que alguien puede recibirse en la Universidad aunque no venga de una familia pudiente. Yo estoy convencido de que el país con el que nosotros soñamos es ese, donde una familia de laburantes puede ver a su hijo recibiéndose de una Universidad Pública, porque nuestro país es el de la movilidad social ascendente. Donde esa familia, el día que su hijo se recibe, se levanta y cose el pulóvercito que tiene agujereado para ponerse lo que mejor tiene, se pone el saquito que mejor tiene y va a abrazar a su hijo que se recibió de una Universidad Pública fruto de tener un Estado presente que garantiza derechos. Bueno, no nos van a convencer de que eso está mal y es una locura.
Tenemos nueva modalidad de golpes de institucionales en la región, los golpes blandos, a través de nueva modalidad de balas que son “las balas de tinta”, como diría Hebe… ¿pensás que hay un nueva forma de buscar una proscripción, pero esta vez queriéndole poner un marco legal?
La derecha tiene el Partido Judicial y el Partido Mediático actuando para degradar a los proyectos populares y a los liderazgos que amplían la democracia, que democratizan las democracias y que construyen democracias que buscan que nadie quede a la intemperie. La derecha tiene la estrategia- con el partido judicial y el partido mediático- desgastar, desgastar construir; lesionar la información, lesionar la información para afectar el derecho a decidir y a elegir informado.
En la Argentina esa maquinaria les resultó y por eso ganaron las elecciones. En Brasil no llegaron con esa maquinaria a ganar las elecciones entonces tuvieron que seguir con esa maquinaria para después hacer un golpe institucional o golpe parlamentario. Es el mismo plan, si el desgaste mediático y judicial, si los fusilamientos mediáticos y judiciales, llegan a lograr que los procesos pierdan elecciones, bárbaro. Si no alcanza, siguen hasta que entonces la degradación logre imponerse en el parlamento como un golpe institucional. Pero es la misma búsqueda. Yo creo que eso es lo que están haciendo en todos lados, por eso la democracia esta lesionándose con lo que hace el partido judicial y el partido mediático. Porque evidentemente eso lesiona en profundidad nuestras democracias y eso es grave.
Tuviste a lo largo de tu historia siempre una política frentista, desde que empezaste hasta ahora. Actualmente, ¿cómo se confluye en una política frentista? ¿Cuáles son los límites, si los hay, de la unidad del Campo Nacional y Popular?
Yo creo en la unidad del Campo Nacional y Popular. Creo que nuestro desafío es construir una nueva mayoría que permita ganar en 2017 y volver mejores en 2019 para que la Argentina recupere el rumbo del crecimiento con inclusión. Y pueda profundizar el camino iniciado el 25 de mayo de 2003, de la construcción de una nueva matriz productiva y distributiva más justa. Y de ampliación de derechos y de la recuperación del rol del Estado como garante de derechos políticos, sociales, culturales, económicos para todos y todas. O sea, estoy absolutamente convencido de que la gran tarea es sobre la memoria social positiva que existe en una gran parte de la sociedad sobre los 12 años y medio que, para muchos y muchas, son los años más felices en los últimos 60 años. Sobre la inevitable comparación de cómo vivís hoy y cómo vivías hace 9 meces. Y con el liderazgo de Cristina, que yo creo que es el liderazgo indiscutiblemente más importante que tiene el Campo Nacional Popular y Democrático de esta etapa de la historia argentina. Yo creo que tenemos que aportar a la construcción de una nueva mayoría. Yo lo digo como kirchnerista, yo soy kirchnerista porque yo creo que kirchnerismo es la expresión del pensamiento nacional, popular y democrático de esta etapa de la historia. Yo creo que el liderazgo de Néstor y de Cristina es una etapa fundacional de un nuevo momento histórico, de una nueva etapa en nuestro país. Por lo tanto, el kirchnerismo produce algo que es que la Argentina y todos nosotros no seamos los mismos después de estos 12 años y medio de semejante proceso transformador. Por lo tanto, tiene el rol histórico de defender los intereses de las mayorías populares en este momento de la historia de nuestro país. Creo que tiene un rol fundamental de pensar la próxima mayoría y de pensar la unidad del Campo Nacional y Popular Democrático. Y lo digo como kirchnerista, ¡pero por supuesto que no nos creemos los únicos! Yo creo que el kirchnerismo tiene que tener también la capacidad de tener fronteras abiertas, de tener los brazos abiertos para construir esa nueva mayoría.
Vos me preguntas cuales son los límites… Yo creo que tenemos que tener vocación de mayoría, vocación de gobierno. Que tenemos que tener vocación de unidad, vocación de unidad en la diversidad entendiendo que podemos no todos pensar exactamente iguales. Pero tenemos que establecer, como dijiste vos, el límite, y ése límite está vinculado al núcleo de ideas, principios y valores que sostengan ese espacio de unidad. Y me parece que lo más claro son los derechos construidos y los derechos recuperados. Los derechos recuperados que habíamos perdidos en otros momentos trágicos de la historia y los nuevos derechos conquistados en estos 12 años y medio. Me parece que la defensa de los derechos de nuestro Pueblo es un marco importante para la Unidad. Tiene que ser una unidad que responda a las preguntas de “Unidad para qué” y “con vocación de ganar para qué”. Y la respuesta tiene que ser: Para defender los intereses de las mayorías populares y para enfrentar los intereses de los grupos económicos concertados y corporativos de la Argentina que lesionan los intereses de las grandes mayorías populares.
Yo creo que el kirchnerismo tiene un rol fundamental, el liderazgo de Cristina también, pero eso no significa pensarlos como un fin en sí mismo ¿no? Sino como actores protagónicos de esa nueva mayoría a construir.
Pensando todo lo que acabas de afirmar y revisitando la campaña de las PASO y de las elecciones finales basada en concientizar sobre que el gobierno de Cambiemos venía a avasallar nuestros derechos, y teniendo en cuenta que hoy el gobierno le está demostrando a la sociedad – a los que votaron a Cambiemos- que puede ir efectivamente por todos sus derechos, ¿Pensás que hay que volver a pararse en ese piso comunicacional y volver a comunicar qué es todo lo que se hizo durante los 12 años de kirchnerismo? ¿O la estrategia de comunicación que hay plantear hoy debe ser otra?
No, seguramente. Primero, la construcción de una nueva mayoría es sobre este país y en esta sociedad, por lo tanto, construir una nueva mayoría significa que hay quienes votaron una cosa y que tendrían que votar otra. Pero volver a construir una nueva mayoría significa volver a enamorar a quienes dejaron de estarlo o quienes vos dejaste de interpelar y convocar. Tenés que volver a convocar a quienes en algún momento interpelaste, convocaste y enamoraste. Todas las sociedades tienen un núcleo determinado que expresa una idea, otro núcleo que expresa otra y en el medio una franja de la sociedad que siempre está en disputa y construye las mayorías circunstanciales. Eso es así y es parte del ejercicio democrático y es parte del debate permanente.
Después esta la discusión de cómo abordar a la sociedad, de cómo debatir con la sociedad. Yo creo que nosotros tenemos una cosa muy importante, como valor, que es por supuesto lo construido, la militancia que el conjunto de la Patria ha parido en este proyecto transformador, y por supuesto todos esos derechos son patrimonio cultural y social de nuestro Pueblo, y por supuesto ese sentido de pertenecía profundo y ese amor profundo al proyecto nacional y a Cristina en una parte de la sociedad. Y todo eso permite que esta parte tenga mayor capacidad de dialogo con la otra parte para convencerla, para entusiasmarla, para volver a enamórala. Ahora después, hay una discusión también de cómo lo hacemos y qué cosas tenemos que mejorar o no en ese dialogo, esa ida y vuelta, esa búsqueda. Yo creo que hay cosas que nosotros seguramente tenemos que corregir y mejorar. También hay que ser conscientes de que la dimensión de la trasformación que nosotros vivimos produjo una reacción brutal de los sectores del poder y, por lo tanto, nosotros no perdimos solamente por las cosas que hicimos mal, ¡perdimos porque nos animamos a mucho! Y al animarnos a tanto- sobre todo Néstor y Cristina- recibimos el ataque más feroz de esos poderes.
Además no estábamos acostumbrados, porque son herramientas, en términos históricos, novedosas. Nosotros no estábamos acostumbrados a pelear contra el Partido Judicial, contra el Partido Mediático. Estábamos acostumbrados a otros debates. Y si querés a lo largo de la historia de nuestro país, en otros momentos más oscuros – y que por suerte dejamos atrás- la confrontación era con otra lógica. Entonces vos tenías en la memoria los fusilamientos de José León Suárez como algo terrible que no querías que suceda otra vez. Pero no tenías en la memoria fusilamientos mediáticos, fusilamientos judiciales. Entonces yo digo, perdimos, en ese sentido hay que sentarse a pensar qué cosas hay que mejorar y qué cosas hay que hacer de otra manera. Pero básicamente yo creo que si uno mira el proyecto, estamos mucho mejor que el 24 de mayo de 2003. Estamos mucho mejor como sociedad, porque hay un montón de derechos que han sido conquistados – más allá de que hoy están siendo atacados-, y estamos mucho mejor porque las ideas que gobernaron 12 años y medio hoy tienen una aceptación en la sociedad mucho más grande que la aceptación que tenían el 24 de mayo de 2003.
Por lo tanto, el piso de donde te paras es mucho más alto. Entonces, habrá que mejorar lo que hay que mejorar, pero también hay que ser conscientes de cuáles fueron las condiciones con las que Néstor asumió el gobierno: a contramano del conjunto del sistema político argentino y a contramano también de las propias demandas de la sociedad, porque el 90% de las grandes trasformaciones que inició Néstor Kirchner no tenían que ver con una demanda de alguien que se lo exigía sino que tenía que ver con sus propios valores y con la interpelación del él a la sociedad por las cosas que creía. Entonces si mirás todas las cosas que hicimos a pesar de todo eso, tenés una mirada distinta… (Sonríe y aclara) ¡Eso no significa que no importa que perdimos; no, eso no nos gusta para nada! Prefiero infinitamente los problemas de la victoria que la ventaja de la derrota, no hay ninguna duda de que me gustaría estar discutiendo esto con vos en el patio de las palmeras (risas).
¿Qué reflexión te queda de la contundente marcha federal y el nuevo mapa que se abre ahora con la reorganización de la CGT?
Me parece que hay una reacción muy fuerte de la sociedad porque hay un ataque brutal, o sea ni siquiera es una cuestión de debate teórico, cualquiera de nosotros va a la verdulería, a la panadería, a la carnicería o al supermercado y compra la mitad de las cosas que compraba hace 9 meses, y cuando llegas a tu casa tenés la factura de gas… Por lo tanto, todos estamos peor, son cosas que ni el cerco o la protección mediática pueden bloquear. Tendrían que bloquearte la factura de gas y no te llegaría y listo, ¡o tendría que hacer las compras Magnetto por vos! Entonces si Magnetto hace las compras por vos y Clarín bloquea que te llegue la factura, bueno capaz que no te enteras (risas).
Pero el cerco o la protección mediática no te arman una muralla en la puerta del supermercado ni frena al correo que te trae la factura de agua o de luz; por lo tanto, es muy difícil porque si las economías regionales están retrocediendo, si las importaciones se liberan y afectan la producción nacional, si hay desempleo, si hay suspensiones, si cada uno de nosotros tiene alguien cercano, familiar, vecino, compañero de laburo o de estudio que tiene problemas – o nosotros mismos- bueno… eso no hay con que bloquearlo.
Entonces, lo que yo creo es que hay una reacción muy fuerte de la sociedad porque la Argentina no quiere retroceder, nuestro Pueblo no quiere retroceder, porque nuestro Pueblo quería estar mejor, insisto con eso. Más allá de si te gusta o no cómo votaron, esto es así. Y cuando Cristina convoca al Frente Ciudadano, en realidad es eso. El Frente Ciudadano no es una organización estructurada, con personería jurídica, que discute candidatos y se presenta a elecciones. El frente ciudadano es juntarnos todos los que no queremos que la Argentina retroceda, nos hayan votado o no, no vayan a votar o no. El frente ciudadano es la Marcha Federal, son los universitarios saliendo a la calle para defender el presupuesto, los docentes y estudiantes marchando, los ruidazos contra el tarifazo, las multisectoriales, los partidos políticos u organizaciones sociales, las organizaciones gremiales, culturales, todos defendiendo los derechos conquistados y queriendo frenar el retroceso al que invita este gobierno. Un gobierno que invita a retroceder, que invita al pasado, que invita a lo que ya vivimos, a lo que sufrimos. Y me parece que hay una reacción muy fuerte, la Marcha Federal es un ejemplo muy claro, y muy claro también en términos de unidad.
Creo que para frenar este retroceso tenemos que juntarnos todos, todos los que no queramos que la Argentina vuelva para atrás. Después cada uno tiene sus ideas y sus proyectos de cuál es el camino que considera que tiene que recorrer la Argentina para adelante, bueno, ahí es lo que decía antes, tenemos que trabajar por la construcción de una nueva mayoría que represente los intereses de nuestro Pueblo para recuperar el rumbo que el 25 de mayo de 2003 inicio Kirchner, que continúo Cristina y que tenemos que recuperar a partir de 2019.
Recién nombrabas a Cristina, que habló de la necesidad de la construcción de un Frente Ciudadano, vos estuviste recorriendo por las provincias, haciendo encuentros con la ciudadanía, ¿vos crees que esa acción política es tomar la posta de lo que Cristina le pidió a toda la militancia?
No me considero el único, lo hemos hecho muchos, y cada uno desde un lugar distinto, desde lo que se le ocurrió hacer, desde las organizaciones muchos referentes o dirigentes. Pero además las Plazas del Pueblo, en realidad, son los empoderados y empoderadas de Cristina, son las plazas de ella, más allá de quién de nosotros vaya. Son abrazos populares a Cristina y al proyecto nacional y popular. Yo termino una plaza y lo que recojo son besos y abrazos para llevarle a Cristina, soy una suerte de transportador de besos y abrazos a Cristina (risas).
Esas son las plazas del proyecto nacional, de quienes han construido un fuerte sentido de pertenencia a estos 12 años y medio, al kirchnerismo como identidad, como la casa común que estamos habitando varios. Son los que se sienten identificados con el liderazgo de Cristina, son los pibes que se tatúan a Néstor y Cristina en los brazos, son las plazas del kirchnerismo fronteras afuera de las organizaciones también… Porque el kirchnerismo no es la sumatoria de las organizaciones que somos parte del mundo kirchnerista que lidera Cristina, el kirchnerismo es una identidad que rompe fronteras y que convoca a distintas tradiciones y culturas políticas e historias, por lo tanto ha construido un sentido de pertenencia muy amplio.
Hay un kirchnerismo social que es el que se moviliza también, que está presente, que toma la palabra y ocupa el espacio público en esas plazas, hay un encuentro entre lo que está organizado y lo que está sin organizarse o en búsqueda de organizarse, pero pertenece al mundo que lidera Cristina y sí fueron señales, como muchas otras, que rompieron con lo que la derecha quería construir, que el kirchnerismo se había terminado. Bueno, esas plazas también son demostraciones de que en el conjunto de la Patria, hay miles y miles de compatriotas que lo sienten como su identidad y a Cristina como su líder. Además de que tienen una relación muy profunda porque hay un amor muy profundo por lo que se vivió en estos 12 años y porque eso ha generado como conciencia colectiva. A muchos de nosotros durante muchos años nuestros padres o nuestros abuelos nos han contado sobre los días más felices y teníamos como lo utopía en el pasado, y creo que Néstor volvió a ponerla en el presente y en el futuro.
Entonces, esas plazas son también de aquellos a los que esos días más felices se les acercó muchísimo en el tiempo, y esos días más felices fueron hasta hace 9 meses, y lo viviste vos, los vivió tu hijo, tu nieto. Sobre esa memoria social positiva es que se va a construir el futuro. Porque los procesos políticos se construyen en la lucha del presente, mirando el futuro, pero dialogando con la historia, nutriéndose de esa historia.
Bueno el kirchnerismo es eso también, un dialogo profundo con lo mejor de nuestra historia, en el que vibran los gritos libertarios, las luchas emancipadoras, la potencia plebeya de los movimientos populares de nuestro país y de nuestra América morena.
¿Hasta dónde entendés que pudiste avanzar con la gestión de AFSCA y qué es lo que más sobresale?
Peleamos por hacer todo lo que podíamos y más. Y como muchos otros temas de nuestra década ganada fueron atravesados por el partido judicial, entonces, hay muchísimas cosas que logramos hacer, y yo estoy muy contento, porque se multiplicaron herramientas comunicacionales en el conjunto de la Patria que permitieron que nuestro Pueblo pueda tomar la palabra con su historia, con su tradición, con su cultura, con su identidad en distintos rincones de nuestro país. Pero también es cierto que hay muchas cosas que no pudimos hacer y muchas otras cosas estuvieron frenadas totalmente en un momento y parcialmente en otros, entonces, los disparos con medidas cautelares del Partido Judicial frenaron un montón de cosas.
Y respecto a eso, como decía Cristina también, si uno piensa en lo que habría que hacer, es indiscutible que para poder avanzar en la democratización de la democracia y en la ampliación de derechos, es pensar en una reforma del sistema judicial como se intentó hacer. Y también en otro tema: hay muchos derechos que hemos conquistados, muchos pasos dados, que tendrían que incorporarse a una reforma constitucional que permitan que esos derechos tengan rango constitucional para que si vos querés retroceder, tengas que construir mayorías especiales y procesos especiales, y no de un día para el otro se pueda hacer lo contrario. ¿Qué quiero decir? Que nosotros perdimos las elecciones, el que gobierna tiene derecho a gobernar y es correcto, pero lo perdimos por un punto y medio, habría que pensar si por una diferencia de un punto y medio se puede hacer lo contrario a lo que se hacía, entonces, quizás, si esos derechos tienen rango constitucional y vos querés hacer lo contrario, tengas que tener mayorías de otro tipo, mayorías especiales. Eso también es parte del debate pendiente de las cosas que tenemos que poner en la agenda para cuando podamos plasmar en concreto la consigna de volver mejores.
¿Cómo vislumbras el escenario de 2017, en el escenario de elecciones de medio término?
Lo que más nos preocupa y ocupa ahora es el deterioro económico-social y por eso todo nuestro esfuerzo está dado en estar junto a nuestro Pueblo en la defensa de los derechos y
en evitar el retroceso de la calidad de vida de nuestra sociedad. Nosotros no estamos pensando hoy, sinceramente, en términos de estrategias electorales ni candidaturas, no creo que sea bueno de hacerlo tampoco. Además, me parece que hasta sería difícil porque todo lo que te imaginas hoy, es muy difícil que después sirva dentro de 8 ó 9 meses.
Entonces, lo que sí me parece que hay que hacer es construir. ¿Qué significa construir? Que cada uno de nosotros tiene su lugar de pertenencia, bueno ahí tenemos que fortalecer los lugares de pertenencia. En nuestro caso, es en el kirchnerismo, como una identidad colectiva, sin sectarismo, sin mezquindad, con el conjunto de organizaciones políticas, sociales, culturales, gremiales que somos parte del mundo kirchnerista que lidera Cristina, otros lo harán desde otro lugar. Y lo que tenemos que ser capaces después es en construir esa nueva mayoría que permita tener una propuesta que gane en 2017 y después pueda garantizar la vuelta, mejores, en 2019.
Nosotros creemos que hay que construir el proyecto nacional, kirchnerismo y liderazgo de Cristina en el conjunto de la Patria, que hay que anclar territorial y socialmente eso, no como un fin en sí mismo sino para que sea un gran aporte a ese espacio de unidad que garantice esa nueva mayoría. Y creo que eso se hace charlando cuerpo a cuerpo, cada uno de nosotros, en nuestra militancia, en cada escuela, en cada universidad, en cada barrio, en cada fábrica, en cada rincón de la Argentina, preguntándonos cómo estamos y cómo estábamos hace nueve meses, y ampliando esa memoria social positiva y, por lo tanto, ampliando ese balance positivo.