NUEVAMENTE LAS JUBILACIONES COMO VARIABLE DE AJUSTE. ¿Y VAN…?
Por PPV
Salteándose al Congreso Nacional, con la excusa de no perder tiempo, siendo que en su momento La Libertad Avanza no dio quórum, el Gobierno definió por decreto la fórmula previsional, una amenaza latente desde que Javier Milei asumió la presidencia de la Nación.
Con esta definición «Milei consolida la brutal pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones, que no pueden aspirar a recuperarse hacia adelante», señala desde su cuenta de X la diputada Nacional, Julia Strada.
Así introduce un extenso hilo clarificador de cómo, una vez más, lxs jubiladxs son la variable de ajuste de un programa económico que no cierra por ningún lado.
«En efecto, la inflación creciente del segundo semestre de 2023 y de principios de 2024 llevaron las jubilaciones a casi la mitad de su valor respecto del inicio de 2023. La actualización en base a inflación de febrero, sumados a los 12,5% aplicados en abril, sólo permite recuperar una pequeña porción de lo perdido», comienza la también Doctora en Desarrollo Económico.
Y se pregunta ¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐝𝐞𝐟𝐢𝐧𝐞 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨?, para luego responder «Una actualización por inflación en t-2 (dos meses de rezago) a partir de julio, aplicando la inflación de mayo. Es decir, a partir de esa fecha las jubilaciones subirán por inflación. Importante: 1) La base de actualización no incluye el bono. 2) Las actualizaciones de abril y mayo no serían aplicables, en principio, a otras prestaciones, por ejemplo, PNC, PUAM o AUH».
Otras de las preguntas que se hace la también Directora del CEPA es ¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐨𝐜𝐮𝐫𝐫𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐲 𝐣𝐮𝐥𝐢𝐨? «En 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥, hay dos aumentos: uno de 12,5% que pretende “recomponer” el monto jubilatorio por el mes de enero (cuya inflación fue superior, de 20,6%) y se suma 13,2% de la inflación de febrero (recordando los meses de rezago de la fórmula t-2). En 𝐦𝐚𝐲𝐨, se aumenta por inflación de marzo. En 𝐣𝐮𝐧𝐢𝐨, se aumenta por inflación de abril. Pero, además en este mes, se compara la fórmula de movilidad anterior (recaudación y salarios) que arrojaría en torno a 40%, pero no se aplicará ese aumento de manera plena, ya que se descontarán las variaciones de IPC de abril, mayo y junio y el incremento de 12,5%, teniendo en cuenta que, si esto último resulta superior, los jubilados no deberán devolver el diferencial. Es decir, en junio, se aplicará la diferencia entre lo que arroje la fórmula de movilidad (CEPA estima 40%) y se descontará la inflación de los tres meses mencionados (que podría alcanzar 63,6%)», responde.
Y continúa, «¿𝐂𝐮𝐚́𝐧𝐭𝐨 𝐩𝐢𝐞𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐣𝐮𝐛𝐢𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬?
-𝐑𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐭𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟑, 𝐞𝐧 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫𝐢́𝐚𝐧 𝟑𝟐,𝟓% 𝐩𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐧 𝐭𝐞́𝐫𝐦𝐢𝐧𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐞𝐬; – 𝐄𝐧 𝐟𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫𝐢́𝐚𝐧 𝐮𝐧 𝐦𝐢́𝐧𝐢𝐦𝐨 𝐝𝐞 -𝟒𝟕% 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐭𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞;
– 𝐋𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐛𝐢𝐥𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐚𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐫, 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐨𝐬, 𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞́𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚 𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐨𝐥𝐢𝐝𝐞 𝐞𝐧 𝐭𝐨𝐫𝐧𝐨 𝐚 𝟐𝟓%. De esta forma evolucionaría la jubilación media (o la mínima, sin bono):
«¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐩𝐚𝐬𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐛𝐨𝐧𝐨?», es otra de las preguntas que se hace Strada. «El decreto 268/2024 de hace cuatro días, establece la implementación de una “ayuda económica previsional por un monto máximo de $70 mil que se abonará en abril”. Pero, en el artículo 4 indica que la suma del bono será el diferencial hasta 204.445,3. Entonces, ¿en abril el bono será $70.000 o $33.223? Si se tomase esta segunda opción, en mayo el bono se reduciría a $8.700 y en junio dejaría de existir.»
«Dada esta contradicción, el gobierno anunció que el bono se sostendrá en $70 mil y corregirá el decreto. Entonces, ¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫𝐢́𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐚𝐝𝐞𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐛𝐨𝐧𝐨? En principio, el bono se mantendrá en el mismo nivel en abril y podría suceder lo mismo para adelante. Así entonces, los incrementos para los jubilados con bono serían menores al del resto de las jubilaciones porque la pérdida del valor del bono compensaría parte del incremento otorgado. Así evolucionaría la jubilación mínima con y sin bono:»
Pero, la Diputada Nacional no sólo se centra en las jubilaciones, sino que también se pregunta en torno a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) y la Asignación Universal por Hijo (AUH).
«𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢́𝐟𝐢𝐜𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬», subraya. «Nuestra interpretación es que se aplicaría la nueva fórmula atada a inflación desde julio (con inflación de mayo), pero sin tomar los adelantos de abril, mayo ni junio que sólo alcanzarían a las jubilaciones. Es decir, estas prestaciones se actualizarían en junio por la movilidad anterior y recién en julio por la nueva fórmula. Si efectivamente se aplicara de esta forma, la PUAM y PNC tendrían un peor derrotero que las jubilaciones (en el caso de la AUH habría que considerar el incremento de ciento por ciento determinado por el PE en enero 2024)».
«Algunas consultoras indican que esta propuesta de actualización del Gobierno podría quedar por debajo de la fórmula de movilidad (recaudación y salarios) en 2025. En realidad, esa comparación dependerá del devenir de la recaudación y los salarios. 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐩𝐨́𝐭𝐞𝐬𝐢𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐬𝐮𝐛𝐲𝐚𝐜𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐫𝐚́𝐜𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐩𝐭𝐢𝐦𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨 𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨́𝐦𝐢𝐜𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐌𝐢𝐥𝐞𝐢, 𝐲𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚 𝐫𝐞𝐜𝐚𝐮𝐝𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐬𝐚𝐥𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐚𝐥𝐳𝐚 𝐞 𝐢𝐧𝐟𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐚 𝐥𝐚 𝐛𝐚𝐣𝐚. 𝐄𝐧 𝐞𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨, 𝐲 𝐭𝐚𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐂𝐄𝐏𝐀 𝐦𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧𝐨́ 𝐞𝐧 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐢𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬, 𝐥𝐚 𝐟𝐨́𝐫𝐦𝐮𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐨𝐲 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐮𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐢́𝐜𝐥𝐢𝐜𝐨», concluye.
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