MUJERES CONQUISTADAS Y CONQUISTADORAS. MUJERES REBELDES Y EN REBELDÍA

MUJERES CONQUISTADAS Y CONQUISTADORAS. MUJERES REBELDES Y EN REBELDÍA

Por Beatriz Chisleanschi*
Ph portada MEDIONEGRO

Cada 12 de octubre de hace 527 años recordamos el mal denominado “Descubrimiento de América”. Lejos de ser un descubrimiento, no se descubre lo que ya está habitado por otros pueblos, la llegada del Imperio Español a estas tierras fue un hecho que marcó el comienzo de la globalización y del capitalismo colonial moderno.

El relato histórico sobre la llegada de Cristóbal Colón fue construido desde una mirada eurocentrista y machista.  Un periodista, de muchos años de experiencia, solía preguntar al auditorio, en charlas sobre manipulación, qué había gritado Rodrigo de Triana cuando las tres carabelas comandadas por el marino genovés se acercaban al continente.  La respuesta era inmediata: ¡Tierra!. A continuación preguntaba qué habían dicho los pueblos originarios cuando vieron acercarse las carabelas, deducciones, silencios, eran las respuestas. Nunca supimos, ni lo vamos a saber. Nunca importó que pasó, ni qué pasa.

«No hay nada que festejar» de Damián Bottini

El continente americano fue invadido, expoliado, saqueado y colonizado.

Con la llegada de los españoles a Abya Yala, tal era el nombre dado por los pueblos Kunas y que significa “tierra en florecimiento”, un nuevo patrón de poder mundial se instalaba. El sociólogo peruano, Aníbal Quijano, señala que ese nuevo patrón de poder se erigió sobre dos ejes fundamentales: la idea de raza, que no tiene antecedente previa a América y la articulación del control del trabajo, del producto y sus recursos. Dos formas de dominación.

Más, siempre que hay dominación, hay resistencia. Los pueblos originarios, lejos de la historia que nos “vendieron” no se entregaron mansamente a quienes pisaban por vez primera esta tierra, su tierra, la que aún hoy, en pleno siglo XXI siguen defendiendo. A pesar de la desventaja armamentística, de transporte y logística, las poblaciones nativas resistieron al saqueo.  Resisten al saqueo. Hablar de los pueblos originarios como algo del pasado es continuar con la negación y su invisibilidad.

Y en ese relato, eurocentrista y machista, las mujeres fueron las grandes ausentes. Las blancas, que llegaron en los barcos y las que resistieron, y resisten contra la agresión extranjera.

Algunas teorías afirman que ya en la Santa María, La Pinta y La Niña había mujeres. Otras fuentes señalan que fue varios años después que las mujeres se embarcaron enviadas por la Corona española para consolidar a la familia blanca y evitar la mezcla con las mujeres indígenas. Lo cierto que, más allá, o más acá, fueron empresarias, religiosas, gobernadoras, virreinas y hasta una almirante las que emprendieron viaje a lo desconocido entre los años 1560 y 1579. Según investigaciones, en el siglo XVI de un total de 45.237 personas que partieron para América, 10.118 fueron mujeres, de las cuales 50 por ciento fueron andaluzas, 33 por ciento castellanas y el 17 por ciento, extremeñas. Estas mujeres jugaron un rol determinante en el asentamiento y proceso de consolidación cultural de la sociedad hispanoamericana que se empezaba a diseñar. Consideradas pioneras por el rol que cumplieron en el ámbito socio-económico, fueron ellas, las que se hicieron cargo de las posesiones de sus maridos cuando ellos no estaban.

Algunas de las mujeres europeas que tuvieron un rol relevante en ese proceso de conquista han sido Sor Juana Inés de la Cruz que llegó a Chile y se destacó en el ámbito de la literatura, Beatriz Cuevas que arribó a Guatemala y fue nombrada gobernadora , Isabel Barreto, única almiranta de la Armada de Felipe II, o Mencía Calderón, mujer de Juan de Sanabria, quien tras la muerte de su marido se puso al frente de la expedición al Río de la Plata y fuera considerada como “la madre española”.

 

Pero también, y lejos del relato que nos presenta a la mujer indígena como sumisa y entregada al servilismo impuesto por los hombres blancos, la rebeldía, el enfrentamiento al invasor y la defensa de su dignidad y la de sus pueblos se hizo carne en mucha de ellas. Una rebeldía y resistencia que siguen vigentes hasta el día de hoy cuando ven vulnerados sus derechos.

Entre ellas, podemos mencionar a la cacica taína Anacaona, poeta que acompañó a su esposo Caonabó en el primer levantamiento de los pueblos originarios en 1493; Bartolina Sisa, quien junto con su esposo, Tupac Katari, organizó​ varios campamentos militares y llegó a ser virreina del Inca;  la cacica Gaitana en Timaná Huila que en 1538 lideró una gran rebelión contra la colonia española después de que Pedro de Añasco ordenara prenderle fuego y quemar vivo a su hijo, o la cacica Ana Soto, en la actual Venezuela de la etnia guayón que vivió en las tierras de Lara, y se rebeló al enemigo, que la había sometido a tareas de limpieza y cocina, huyendo al monte para organizar a su gente en la lucha contra el invasor.  También se destacaron por su valentía frente a los colonizadores españoles las mapuches Fresia, Guacolda y Janequeo.

527 años después, las mujeres indígenas, y las blancas, siguen organizándose, movilizándose, rebelándose contra las inequidades e injusticias de un sistema socio-económico patriarcal opresor y colonizador. Capitalismo y patriarcado, dos sistemas que se sostienen mutuamente. Y una lucha, la que llevan adelante las tobas, mapuches, charrúas, wichís, ranqueles, aymaras, diaguitas, mocovíes, kollas, entre otras, contra la violencia institucional, la recuperación de territorios ancestrales y la persecución policial.

Mientras se terminan de escribir estas líneas, en la capital de la provincia de Buenos Aires, La Plata, culminó el 34 Encuentro Nacional de Mujeres,  allí habló Lolita Chávez, de los pueblos originarios, sus palabras son un buen cierre para esta nota: “Con todo nuestro amor hemos venido, llamamos a nuestras ancestras, vengan pues, acompáñenos, aquí estamos vivas a pesar de los genocidios, a pesar de los feminicidios, vivas estamos porque estuvieron ustedes”.

*Texto de la columna «Ellas, las invisibles» del programa radial «Día 6» que se emite por FM Conectar 95.1 de Jujuy.