Entrevista a la historietista Cami Camila
“MI GLOBO IMPINCHABLE ES LA IDEA DE NO RENDIRSE”
Por Darío Ferrazzano
En esta columna ya hablamos de cuentos y poesías, pero ahora llega el turno de otra forma literaria tan apasionante como genial: la historieta. ¿Quién en su niñez/adolescencia no se perdió en esas páginas pensándose como protagonista? A veces con poderes, otras como habitantes de la Patagonia o, quizás, con cara de pajarraco trasandino… Sin olvidarnos de Clemente, Mafalda y Matías que nos llenaban el alma a diario.
Hoy, la historieta saltó del papel a otro formato: el digital. Ya no solo encontramos historietas en la última hoja del diario, sino que hay páginas de internet que día a día nos traen estas historias que nos vuelven a nuestra niñez más inocente. Una de esas páginas es argentina y va para la friolera suma de casi un millón de fans: Se trata de Cami Camila, una historieta escrita por su autora homónima. Camila es una historietista que, cansada de la rutina gris de un laburo que ya no la apasionaba, decidió dar el salto para laburar de lo que ella realmente siente que es. Amante de los domingos y con una pasión palpable que contagia cuando habla de su creación. Nos contactamos con ella y salió esta linda charla:
En enero pasado Cami Camila cumplió tres años, ¿cómo nació?
Empezó siendo otra cosa en verdad. En ese momento estaba escribiendo un libro de cuentos. Iba al taller de escritura creativa de Natalia Rozenblum y ahí fui juntando bastante material con el objetivo de recopilarlo. Y fue una amiga la que me dijo ‘por qué no te armás una fanpage vos como escritora y volcás ahí todo lo que escribís’. Yo tenía otra Fanpage (Que Te re Haiku) que eran haikus con humor, pero laburaba muchas horas y tuve que abandonarla varias veces hasta que después desistí por completo. Entonces dije ‘bueno, me armo esta Fanpage como escritora y subo todo lo que escribo: poesía, cuentos, anécdotas, haikus, todo lo que se me ocurra, y voy conformando una red de lectores para luego publicar el libro en algún momento’ (que nunca vio la luz, pero que es una de mis tantas cuentas pendientes). Y como siempre digo, la Fanpage tenía otros planes para mí, sin dudas. Porque la primera historieta que escribí se viralizó y ahí empecé a escribir otras sobre otros temas y la Fanpage terminó siendo exclusiva de historietas.
¿Te acordás de la primera historieta que leíste y de qué forma llegó a vos?
No recuerdo la primera, pero sí sé dónde fue y cómo. Todos los domingos nos juntábamos en la casa de mis abuelxs a comer, éramos mil. Mis primos, mis tíos, mis viejos, mis hermanos. Era una tradición: comer y ver el partido de Boca. Amaba los domingos. Ellxs compraban el Diario Clarín y la Revista Viva, y siempre lo dejaban al lado de la mesa. Recuerdo sentirme atraída por las historietas de la revista y del diario, me encantaba leerlas. Era historietas y horóscopo.
¿Quién sentís que te marcó en el camino de la historieta/escritura y con quién te identificas?
Mis viejos sin dudas. En mi casa, los libros (y la música) estaban por todos lados. Me acuerdo de estar en primaria esperando que llegara lengua para que nos hicieran un dictado o nos pidieran que escribiéramos un cuento. ¡Cómo puteaban mis amigos y lo feliz que era yo! Escribía páginas y páginas, nunca hacía solo lo que me pedían: si la consigna era cuento o poesía yo te escribía cuento y poesía. Siempre me sentí muy unida a la escritura, era mi forma de expresarme y de descarga. Tenía media hora del colegio a casa y me acuerdo de escribir en cualquier lado, si no tenía hojas, en los boletos del colectivo. Me identifico sin dudas con gente sensible y con humor al que yo llamo sano, que obviamente es algo completamente subjetivo. Pero así como me gusta hacer humor con boludeces, también me gusta dar un mensaje positivo, optimista, transmitir los valores con los que yo me crié sin ponerme en un escalón de moralidad que no me pertenece. Yo hablo sobre lo que para mí está bien y trato de compartirlo desde el humor sin decirle a nadie lo que tiene o no que hacer, pero me encantaría dejar pensando a alguien que tenga una opinión radicalmente distinta a la mía. Y, sin dudas, me encanta pensar que puedo sacarle una sonrisa a alguien aunque sea por cinco segundos.
¿Cómo fue el paso de laburar como publicista a escribir una historieta con casi un millón de fans?
Estaba en una época de desencanto total con la publicidad, y no me fue difícil irme por el trabajo en sí. Siempre fui una apasionada por el laburo y me estaba pasando que hacía meses ya no me llenaba y no sentía que había un lugar para mis ideas ni yo encontraba la forma de explotarlas. Y de golpe, empecé a odiar todo lo que me había atraído de la publicidad, como un novio al que de golpe le ves todo lo malo junto y todo lo que te gustaba se transformó en algo que ya no querés. Cuando vi que Cami Camila me podía generar un ingreso mínimo, me fui. Me empezaron a contactar algunas marcas para hacer historietas con ellos, lo que me permitía combinar mis estudios de publicidad pero con un proyecto mío, algo que de verdad nunca se me hubiese ocurrido a mí, y me empezó a ir realmente muy bien. A partir de ahí fueron surgiendo algunos proyectos increíbles que jamás en la vida me hubiera imaginado, como tampoco me hubiera imaginado jamás tener tanto alcance.
Las historietas que escribís son de situaciones muy cotidianas con las que cualquiera puede sentir identificación. Se me ocurre que quizás por ese motivo la dibujes con palitos, ¿es así o tiré cualquier cosa?
¡Es un poco así! Por un lado, el dibujo de la nenita con el globo era un dibujo que hacía siempre en el costado de la hoja desde primaria. Un día lo empecé a dibujar y después se me volvió costumbre. Para mí ese dibujo significaba no perder los sueños, tenerlos arriba intocables y hacer todo para cumplirlos y no dejar que nadie diga que no se puede. Así que cuando creé la Fanpage, no me interesaba en lo más mínimo poner una foto mía, y puse esta nenita que sin dudas me identificaba más que cualquier otra cosa. Después también el viaje al laburo (1 hora en combinación de bondi y subte): me volvía loca pensar que perdía tanto tiempo viajando, así que en el camino dibujaba mucho y tenía que ser simple. Aprendí mucho con el tiempo, aunque usted no lo crea. ¡Es increíble cómo dibujar tantas veces un círculo hace que en algún momento te salga bien! Y de a poco fui incorporando al dibujo más expresiones y características aunque pocas, porque como vos decís, creo que la magia está en la sencillez, en el que todo el mundo se puede identificar con un dibujo palito. Todo el mundo hizo un dibujo con palitos en algún momento de su vida y yo no soy dibujante, lo mío son las palabras, así que medio que visto de esta manera siento que los palitos estaban destinados a mis historietas y me cerraron por todos lados. (Ya les tomé mucho cariño, siento amor).
¿De esos sueños que no querés perder surge tu ‘globo impinchable’?
Mi globo impinchable es la idea de no rendirse, de ignorar al que tira mala onda, al que te dice que no vas a poder, e incluso ignorar a tu propia mala onda y a tu propio miedo al fracaso. Tomar cada experiencia y cada cosa que te pasa sea buena o mala como aprendizaje e ir para adelante. A veces, la diferencia entre alguien que cumplió su sueño y otro que no, no pasa por el talento ni por la suerte, sino simplemente por haberse animado a hacerlo. Es pensar que de verdad esta es la única vida que vas a tener, entonces por qué no.
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¿Cómo ves la marea feminista que cada vez está más presente y va ganando las calles?
La veo fuerte e imparable. Creo que todos aprendimos muchísimo en estos años. Cosas que teníamos internalizadas como “normales” que no lo son. En lo personal aprendí mucho del feminismo. Para empezar, hace unos años atrás tenía la idea súper errada de que ser feminista era antónimo de machista y nada más lejos que eso. Aprendí que ser feminista es, entre muchas otras cosas, querer y exigir la igualdad. Algo que dicho así pareciera tan básico y tan obvio, ¿no? Y sin embargo, las diferencias que se hacen en algunos ámbitos (si no en todos) es terrible: en lo laboral, en algunas familias, en algunas parejas y en el pensamiento de algunas personas.
Pensar que el hombre es superior a la mujer es un pensamiento muy primitivo, arcaico, de ignorante y, sin embargo, hay gente todavía que lo piensa, me parece terrible. Esta marea feminista tan presente en las calles es muy emocionante, vas a una marcha y te dan ganas de llorar, se te ponen los pelos de punta. Tener que salir a pedir seguridad, respeto e igualdad en el 2018 me parece atroz, sin embargo es necesario. Y creo que somos cada vez más las mujeres que tomamos conciencia de este problema social que nos involucra tan directamentey, sin dudas, que las cosas se están cambiando. Todavía queda mucho, hay demasiadas cosas que están tan arraigadas en nuestro día a día, que nos parecen normales o que hace mucho aceptamos y que también hay que cambiar, y todo lleva tiempo, pero lo importante es que se está tomando más conciencia.
¿Qué le diría Cami Camila a la gente que está leyendo esta nota?
Sin dudas Cami Camila está avanzando con todo e invita a distraerse y pasar un buen rato. Cada viernes en sus redes sociales podemos encontrar una nueva situación que sin dudas nos va a tocar en algún punto.
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