MATARON A UNA JOVEN WICHI

Los femicidios que no salen en la tele:

MATARON A UNA JOVEN WICHI

Por Amarú Varela

María Magdalena Moreira era mamá de un bebé y tenía 16 años. Estaba desaparecida desde el 12 de Agosto. Su familia radicó la denuncia el lunes pasado en la comisaría local de Miraflores, provincia de Chaco.

El Protocolo de Actuación Policial de Búsqueda de Personas Desaparecidas se activó el martes y ese mismo día se realizó un allanamiento en la casa del principal sospechoso, una ex pareja de María.

El trabajo de averiguaciones y rastrillajes de la policía, en zonas urbanas y rurales, junto con los bomberos locales dió con el peor final: el cuerpo de María estaba enterrado en el patio de la vivienda de Facundo David Narciso, de 20 años de edad. Luego de la denuncia, un vecino alertó a la policía de que Narciso, unos días atrás, había estado cavando un pozo profundo, lo cual le llamó la atención.

Narciso se había fugado y fue capturado en el paraje Laguna “El Muerto”, a unos 50 km de su casa. Al momento de ser aprehendido, reconoció ser el autor material del femicidio de María Magdalena y luego fue trasladado a la Comisaría Segunda de la ciudad de Juan José Castelli, donde fue puesto a disposición de la Fiscalía Nº 2 a cargo del Dr. Hugo Obregón.

La antesala del homicidio de María era conocido en su comunidad. Hacía cinco meses, Narciso la había atacado salvajemente, golpeándola hasta sacarle dos dientes.  Pero el odio hizo que le sacara fotos de la agresión, donde la amenazó diciéndole “yo un día de estos te voy a matar”. La asistencia y contención para María nunca llegó, un Estado ausente y una Justicia que es tan lenta que ya no puede llamarse así.

Desde el Consejo de Recuperación Territorial del Impenetrable Chaqueño emitieron un comunicado el martes pasado, contando el ataque de Narciso hacia María y el dolor de la comunidad por una pérdida más de una mujer miembro de su comunidad. Expresaron el repudio y la falta de contención y acceso a la Justicia, y la indiferencia de la sociedad toda cuando el pueblo wichi es atacado, una vez más.

María era hermana de Ariel Sánchez, uno de los referentes principales del Consejo de Recuperación territorial, y por ello era discriminada y atacada al grito de “india sucia” y “usurpadora”. El ser originarixs en un país colonizado culturalmente tiene consecuencias al punto de ser agredidos física y verbalmente, a pesar de ser nada más y nada menos que los dueños originarios de nuestras tierras.

Pero hay noticias que no son noticias, porque la muerte de integrantes de la comunidad wichi es moneda corriente, más cuando el Estado reprime a todo o nada.  El año pasado fue asesinado un dirigente de la comunidad por defender sus tierras.

En los medios hegemónicos es aún menos noticia si se trata del homicidio de una mujer originaria. Por eso, una de las tantas luchas del feminismo es construir una comunicación popular con perspectiva de género.

Por una justicia antirracista

Por una justicia feminista

Ni una hermana menos