Ariel Basteiro:
“LA GRAN MAYORÍA DE LOS BONAERENSES LA ESTÁ PASANDO MUY MAL”
Por María Quintero
PH: Sabrina Delas
Llegamos al Instituto Patria y nos topamos con un recibidor repleto de personas ansiosas y con una enrome sonrisa dibujada en el rostro: entramos momentos antes de que Cristina ingresara al Instituto. En la puerta del salón, nos esperaba Ariel Basteiro para conversar sobre la actualidad regional, la crisis que atraviesa la Argentina en general, la realidad tenebrosa que vive hoy la Provincia de Buenos Aires y la disputa por el Municipio de Ituzaingó. Basteiro es ex Embajador de Bolivia, miembro de la Mesa Directiva del Instituto de Estudio América Latina, Coordinador de la Comisión de Integración Regional del Instituto Patria, Secretario de Relaciones Internacionales de Federación de Trabajadores de la Industria, Energía y Servicios de la Central de Trabajadores Argentinos (FETIA-CTA) y fue también Secretario General de APA. Hoy, su anhelo es ser intendente del municipio de Ituzaingó, su ciudad, y para ello está dispuesto a disputar las PASO frente a Alberto Descalzo, quien conduce el Municipio desde hace 24 años.
¿Cuál es la descripción que hace del proceso que vive actualmente la Región?
América Latina es un continente en disputa, eso está claro. En esa disputa, los movimientos populares lograron establecerse en los gobiernos con presidentes que se parecían a sus pueblos. A partir de años 1998, con la llegada de Chávez, se dio como reguero de pólvora de gobiernos populares: Lula, Néstor, el Frente Amplio que venía peleando hace 20 años, Evo Morales, Lugo, Correa, Cristina, el Frente Sandinista, entre otros.
Fue toda una etapa muy rica en cuanto a cambiar la dinámica que tenía América Latina de gobiernos o de presidentes avalados o controlados por el departamento de Estado de Estados Unidos. Durante todos estos años tuvimos la posibilidad, como nunca habíamos tenido, de tener presidentxs que, sobre todo, hacían de la Independencia y de la soberanía una práctica constante. Y creo que fue la época más rica en un montón de aspectos: desde sacar 70 millones de latinoamericanos de la pobreza, que las economías crecieran a tasas chinas y que cada uno de sus pueblos mejoraran el estándar y la calidad de vida.
Hoy, sin embargo, creo que la derecha americana, los Estados Unidos, utilizó herramientas nuevas que, hasta el momento, los grupos populares quizás no teníamos en cuenta, como el tema de los medios de comunicación, de las redes sociales, los golpes blandos, lawfare. Nuevas prácticas que son más de laboratorio que de otra cosa. Y hoy volvimos a estar en un continente en donde las oligarquías y los sectores de derecha volvieron a poner el mando al servicio de los sectores de poder y sobre todo de Estados Unidos. Pero creo que estamos en disputa, porque esa pelea todavía no está terminada.
¿Cómo describiría esa disputa regional?
Por ejemplo, Evo Morales puede ganar las elecciones en Bolivia.
Hace unas semanas estuvo Gabriela Rivadeneira, la legisladora que se refrenda con Correa, y decía que en el proceso electoral que hubo hace unas semanas atrás en Ecuador ganaron en las ciudades más importante, en las 3 o 4 provincias donde se enfrentaron, salieron primeros. Eso demuestra que hay un nuevo reacomodamiento y un fortalecimiento de esos sectores que fueron interpretados por la Revolución Ciudadana en Ecuador.
Lo de Brasil es un polvorín a punto de estallar, y en cualquier momento el proceso político termina con el PT en el gobierno nuevamente, con Lula o quien sea, pero vuelven al gobierno los sectores populares.
Creo que la elección de este año en Argentina es fundamental para dar un empujoncito y volver a tomar aire. Y creo que, casi de la misma manera que Chávez hizo mucho para que el proceso se extendiera por América Latina, si Cristina gana, será la encargada, la responsable, de que nuevamente América Latina se acomode y vuelva a tener gobiernos populares en la totalidad o en gran parte de la región. O sea, estamos en disputa.
Creo que, fundamentalmente, América de Sur está a punto de retomar los 18 años de gobiernos populares, que fue la mejor etapa de su historia. Una etapa solamente comparable con lo que se dio en el proceso independentista, donde coincidieron en tiempo y espacio grandes referencias a nivel latinoamericano: San Martín, Bolivar, Sucre, Artigas, Alfaro, Miranda, que tenían una misma idea, tenían un mismo concepto del proceso político que había que llevar adelante.
Evo es un bastión de esa época que vivió la Patria Grande, ¿cómo ves la situación de Bolivia de cara a las elecciones?
Bolivia, desde la llegada de Evo al gobierno, a fines de 2005, vive una revolución que no es tan solo una revolución política económica, sino que es una revolución cultural, en la cual, por primera vez en 200 años de su historia, la mayoría de su población que es indígena puede participar en el gobierno y cargos públicos, y el parlamento tiene una alta cuota de los pueblos originarios en su representación.
Evo hizo un verdadero cambio y crecimiento, desde la aparición de una clase media que Bolivia no tenía, la posibilidad de que hoy en Bolivia sea normal tener vacaciones y aguinaldo cuando eran derechos que no se conocían; o tener aumentos salariales impuestos por el gobierno, porque eso nunca se había hecho; o como ahora, la última medida de Evo que es universalizar la salud. Hoy eso es un derecho.
En teoría, eso debería hacer que Evo gane tranquilo, caminando, pero no es así por todo lo que hablamos hace un rato, las redes, las operaciones mediáticas.
Evo fue a una consulta y le inventaron la aparición de un hijo no reconocido y un montón de mentiras de enriquecimiento ílicito, que no es tal porque no existe. Por ejemplo, lo culpaban porque tenía 400 ponchos.
Esa era la riqueza mal habida de Evo, porque eran regalos que se los habían dado como Presidente, entonces decían que, teóricamente, esos regalos no eran de Evo, sino de la presidencia, y por eso lo acusaban de apropiarse de atributos del Estado. O sea, lo culpaban de eso, de tener 400 ponchos de diferentes zonas en su armario.
Hicieron una campaña para desprestigiarlo, esmerilarlo, y era realmente llamativo que -yo estuve en esa época del referéndum- vos hablabas con cualquiera , como uno hace con la gente, los taxistas, con cualquiera en la calle, y te decía que el de Evo era el mejor gobierno que había tenido Bolivia, que realmente había cambiado Bolivia, pero que estaba mal que Evo se perpetuara en el cargo, entonces, había que cambiar.
Este era el discurso imperante, porque era el discurso que tiraban desde los medios.
¡Mirá como influye la televisión en la conciencia de la gente! Creo que es un tema fundamental para estudiar si queremos encontrar un paliativo o un freno a esas operaciones mediáticas.
En definitiva, hoy Evo está en 41, 42 puntos, tiene una amplia mayoría respecto al segundo, que es un candidato creado y muy fomentado por las elites y los grandes medios de comunicación. Pero los temores de los militantes y de los que están cerca de Evo, es que necesita llegar a 50 puntos, o 10 puntos de diferencia para ganar. Y Evo, como sucede acá, tiene un techo que no supera los 45, y si el segundo se le acerca mucho, irán a segunda vuelta. Y en una segunda vuelta, sí puede pasar lo que nos pasó acá.
Creo que es un proceso abierto. Creo que Evo podría ganar, a juzgar por los éxitos de la gestión y por los cambios que hizo y porque la población indígena y rural juega con Evo. En Bolivia, la población rural está arriba del 60%, las ciudades no son grandes ciudades, ninguna tiene más de 800 mil electores, en el campo y en las ciudades pequeñas, ahí hay un mayor desarrollo del MAS.
El pasado 4 de abril se realizó una multitudinaria marcha de los sindicatos contra el ajuste del gobierno de Macri. En esa marcha nuevamente se volvió a pedir el paro general. La CTA, de la cual usted forma parte, llamó al paro para este 30 de abril. ¿Cómo se trabaja la unidad sindical con la CGT, que es más reacia al llamamiento de paros generales?
En la clase trabajadora, en el movimiento obrero argentino, históricamente hubo sectores que jugaron con la traición, con la derecha, con los gobiernos neoliberales y hubo sectores que confrontaron y se enfrentaron a esa realidad. Hoy pasa algo parecido a lo que pasó en las décadas del ‘70 al ´90 y del 2000. A partir de la década del ’90, nació la CTA casi como un rechazo a las políticas de una CGT que apoyaba privatizaciones y el plan neoliberal de Menem. Si vamos más atrás, la CGT de los Argentinos fue una confrontación de un modelo diferente con una serie de puntos a cumplir que la CGT oficial no podía levantar. Con el inicio de la década del ’80, Ubaldini se convertía en una referencia principal y nucleaba a los gremios más combativos, pero también estaba Triaca padre y Miguel Ángel Broda, siempre hubo dos sectores. Hoy se está expresado eso nuevamente. En los 3 años y medio del gobierno de Macri hubo en la calle convocatorias multitudinarias que llevaron adelante las dos CTA, el sector la Corriente Federal de los Trabajadores, el moyanismo, los gremios que fueron históricamente también son lo que plantearon el rechazo a las políticas de ajuste o a la quita de derechos o al intento de ajustar siempre por el mismo lado.
Este martes 30 hay declarado un paro general que yo creo que va a ser muy masivo, más allá de que no paren los colectivos, algunos transportes van a parar. Escuchaba declaraciones de Andrés Rodríguez planteando que no había que parar y que no se iba a sumar al paro y, en verdad, que Andrés Rodríguez pare o no pare no le modifica nada a nadie, porque parando incluso no paran.
Capaz que este paro no haga caer al gobierno, pero hay que hacerlo si uno quiere pararse con fuerza cuando empiecen las paritarias este año, si uno quiere pararse con fuerza si estos tipos siguen con el intento de hacer la reforma laboral. Y un rechazo a esas políticas no la haces de un día para el otro, convocando cada muerte de obispo, hay que armar un plan de lucha que es lo que han hecho las dos CTA y algunos sectores sindicales de la CGT. Hubo una serie de medidas, incluso medidas de fuerzas de sindicatos como SUTEBA, Bancarios, ATE, Camioneros, que siempre le ponen un freno al intento del gobierno de querer llevarnos por delante. Creo que al paro de mañana hay que convocarlo, hay que estar.
Yendo a la realidad de la provincia de Buenos Aires, Vidal es una de las dirigentes del oficialismo más blindadas mediáticamente, mucho más que Macri, y pasan muchas cosas en la provincia que no nos enteramos. ¿Cómo está la provincia de Buenos Aires hoy?
Bien lo decís, hay una protección mediática mucho más intencional de tapar grandes conflictos que hay en la provincia. Por ejemplo, en el caso de la inseguridad, recordemos que 4 o 5 años atrás, una muerte o un asalto era repetido hasta el cansancio en los medios de comunicación. Te mostraban un asalto 25 veces con lo cual daba la sensación de que había habido 25 asaltos. Hoy eso ha desaparecido de los medios de comunicación, eso es parte de la protección de Vidal. Incluso, quedó denunciado y demostrado que Vidal está comprando espacios y acciones en los medios de comunicación para controlar que no salgan a decir lo que no quiere que nos enteremos.
Creo que el problema en la provincia de Buenos Aires es grave. Estoy caminando mucho porque estoy como precandidato en Ituzaingó y voy a todos los barrios, estoy en la casa de los vecinos tomando mate con ellos, pero también viendo la crisis que hoy se vive, el hambre que hay, que es real, que es concreto, que hay familias que no comen dos comidas por día, que priorizan darle de comer a los pibes y los padres se quedan con mate cocido. Esto que uno muchas veces escucha en los medios de comunicación o a algún político diciéndolo desde una tribuna, es la realidad. Lo estoy viviendo día a día en una zona del Conurbano que es casi una media de lo que es el Conurbano de la provincia de Buenos Aires, Ituzaingó es la media entre lo que pueden ser los barrios más marginales de Lomas de Zamora o de La Matanza y los barrios de San Isidro o Vicente López.
Y, entonces, ahí ves que la situación social está muy complicada, que la gente la está pasando muy mal. En los barrios más humilde vas a la noche y mirás el reloj porque pensás que son las 3 de la mañana, porque están todas las casas con luces apagadas, pero no es que sea de madrugada, sino que les cortaron el suministro eléctrico y hoy volvieron a alumbrarse con velas. Eso duele porque esta provincia es una provincia rica, con capacidad para poder darle un lugar a cada bonaerense en lo que es la distribución de la riqueza y lo que es el derecho a vivir dignamente, y hoy la gran mayoría de los bonaerenses la está pasando mal, muy mal.
Si consideramos que el 80% de los trabajadores cobra salario que no sobrepasan los 16 mil pesos y que una canasta familiar está arriba de los 25 mil pesos, ahí te das cuenta de que el hambre no es que te lo cuentan por un aprovechamiento de discurso político, sino porque es un dato de la realidad: nadie puede sobrevivir a estas cuestiones y mucho más cuando hay familias con muchos integrantes. Es cierto que el gobierno de la provincia se preocupó mucho en distribuir o sostener la red de planes sociales que había establecido el kirchnerismo, porque saben que si no les explota todo en mil pedazos. Eso no lo hicieron por buenos, sino por conveniencia política, y para seguir con su objetivo que es enriquecer a sus amigos a cualquier costo.
¿Se presentará a una interna contra Alberto Descalzo?
Esa es la intención. Es en lo que estamos trabajando, es lo que he hablado con la referencia más importantes de acá, del Instituto Patria, que es el grupo de referencia con el que estamos trabajando en esta candidatura, y estamos motorizando todo un trabajo como no se veía hace rato en Ituzaingó, de presencia en todos los barrios, de estar ayudando. Pero también de estar militando y advirtiendo a la gente que, en primer lugar, tenemos que ganarle a Macri, que tenemos que hacer volver con CFK y, en segundo lugar, intentar cambiar Ituzaingó con un proyecto que sea más participativo, más democrático, que haga lo que lo que no se hizo.
En Ituzaingó se podría haber hecho mucho más de lo que hizo en estos 24 años de gobierno de Descalzo, que tuvo la posibilidad durante esos años de tener a un gobernador de su mismo signo político, a Presidentes de su mismo signo político. Mientras otros municipios de la zona avanzaron a pasos acelerados, Ituzaingó fue muy lento. Y, por eso, hoy es el municipio con menos red de cloaca y agua, con la más alta tasa de delincuencia, es el segundo con mayor cantidad de hechos delictivos, es el municipio que no tiene hospital, que no tiene cementerio, que no tiene universidad, cuando todos los demás tienen cementerio, universidad, hospitales. Es el municipio donde los comerciantes están realmente preocupados, no tan solo por la responsabilidad de la política económica que lleva el Gobierno Nacional que ya ha hecho caer sus ventas y que le ha hecho pagar costos importantes en servicios, sino que Ituzaingó es el municipio con tasas municipales más caras. Las tasas que le cobra a los comercios son más caras que en cualquier otra de la zona oeste, el impuesto del ABL es más caro que en Morón, Hurlingham, Merlo o en Moreno. Hay ahí un combo.
Podría ser una buena o una mala gestión municipal y se convirtió, tan solo, en una gestión municipal que administra lo que tiene sin meter una idea que sea superadora o novedosas, o que realmente muestre la voluntad y el compromiso de sus dirigentes con los vecinos.
Por eso también nos estamos presentando y queremos que haya interna, que haya PASO. Descalzo es bastante refractario a esa idea, no quiere. Anda diciendo que va a hacer todo lo posible para evitarlo.
¿Qué respuesta le da a quienes dicen que su insistencia por las PASO atenta contra la unidad?
Yo creo que nosotros no objetamos el tema de la Unidad y que hay que armar un frente muy amplio para ganarle a Macri y a Cambiemos, ese es el objetivo principal. Pero, incluso, Descalzo perdió en las últimas 2 o 3 elecciones, y de no generar un cambio, una alternativa dentro de Ituzaingó, quizás pongamos en peligro el municipio y se lo dejemos en manos de la derecha. También por eso creo que nosotros aportamos desde nuestro perfil, nuestra visión, un caudal electoral que no va a ir naturalmente a Descalzo y que puede sumarse a lo que es la lista de Unidad Ciudadana, del Frente Patriótico, o como nos llamemos. Creo que podemos sumarle votos en cantidad, tan alta cantidad que creo que vamos a ganar la interna.
En 2017 intentamos que haya una lista alternativa, al final no se permitió y militamos la campaña más que nadie, más que el mismo PJ de Ituzaingó, eso es demostración de unidad. La unidad no es la obsecuencia, ni la unidad es aceptar sin miramientos y sin diferencias lo que te quieran imponer desde arriba. La unidad es disputar dentro de una misma interna de un mismo grupo quien puede ser el mejor candidato y, después de eso, acompañarse mutuamente. Nosotros tenemos claro que, si nos toca ganar, bueno, vamos a conducir y esperamos que nos acompañen; y si nos toca perder, acompañamos. Aquella premisa del peronismo: el que gana conduce y el que pierde acompaña. Nosotros estamos totalmente de acuerdo con eso.
Así que ahí es donde se ve la unidad, y creo que es una instancia que le va a permitir a los vecinos participar más activamente y en un proyecto que cambie la dinámica de un municipio que ya no tiene mucha respuesta para dar.