LA CORRESPONDENCIA EPISTOLAR DE PERÓN

A 48 años de su muerte

LA CORRESPONDENCIA EPISTOLAR DE PERÓN

Por Beatriz Chisleanschi

“Recibí carta de Juan que escribió desde Madrid/preguntó por sus gorritos y su motoneta gris.”  eran los versos que sonaban por los años `70 previo a la vuelta de Juan Domingo Perón que se encontraba exilado en España.

Sabemos que las cartas son documentos muy importantes en la construcción histórica, gran parte del pensamiento de Mariano Moreno lo supimos gracias a las misivas que, desde altamar le escribía a su esposa, Guadalupe Cuenca o pudimos acercarnos a las ideas existencialistas y feministas de Jean Paul Sartre y Simon de Beauvoir, respectivamente, por el intercambio epistolar entre ambos.

Pero ¿a quién le escribía el General Perón y quién le escribía a él? ¿Sobre qué temas intercambiaría una charla epistolar?

El doctor en Ciencias Sociales y asistente CONICET en Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), Sergio Friedemann se dedicó a investigar sobre la correspondencia de Perón.

“Si bien tengo para largo –cuenta Friedemann en charla mantenida con el “Dedo en la llaga”, el programa que conduce Silvio Vallejos por FM Bunker-Merlo- esto comenzó cuando hice una visita en el año 2017 al Instituto Hoover de la Universidad de Stanford donde me encontré con una gran cantidad de cartas del exilio de Perón. Al consultar por qué están en California me respondieron que tienen un `dealer’ al que le compran el material. Investigando un poco más pude dar con muchas de ellas que están en el Archivo General de la Nación las cuales aparecieron en el 2015 ya que, con anterioridad, se encontraban en un archivo de la Fuerza Aérea. También hay cartas que están en manos privadas y se venden en remates.”

Organizaciones político-militares como las Fuerzas Armadas Peronistas o Montoneros, sindicalistas, dirigentes de otros partidos políticos, familiares o intelectuales eran algunos de los sectores que mantenían conversaciones epistolares con Puerta de Hierro en Madrid.

La mayoría escritas en máquina de escribir, pero algunas manuscritas, como las del propio Perón o Héctor J. Cámpora, forman parte de este riquísimo acervo, materia prima de la investigación en curso de Sergio Friedemann “de Perón no hay muchas –relata el Doctor en Ciencias Sociales- pues las cartas que recibe alguien quedan en el archivo del receptor no de quien la envió, entonces es muy difícil encontrar cartas de Perón. Lo que hay son copias que él guardaba o borradores. Sí hay material de cuando Perón era profesor en la década del ´30, de exámenes de estudiantes corregidos por él de puño y letra.”

Juan Domingo Perón se vio obligado a exiliarse luego del Golpe de Estado ejecutado por las Fuerzas Armadas el 16 de septiembre de 1955 asumiendo la presidencia del gobierno de facto los generales Eduardo Lonardi, en primera instancia (fue derrocado por un golpe palaciego el 13 de noviembre) y Pedro Eugenio Aramburu, luego.

Durante los 18 años fuera de Argentina, el General Perón pasó por Paraguay, Panamá (donde conoció a su tercera esposa María Estela Martínez, conocida como Isabelita) y Venezuela hasta que en 1960 se instala definitivamente en Madrid, España desde donde dio continuidad a su plan de organizar y dirigir la resistencia peronista.

“Lo que más me sorprende es ver cómo Perón fue asignando tareas y cómo la correspondencia funcionó como un dispositivo de comunicación mediante el cual intentó mantener su posición de conductor de un movimiento tan amplio y tan diverso como siempre fue, y aún lo es, el peronismo y hacerlo desde España. Él se pensaba como el conductor estratégico y entonces, desde su cosmovisión castrense analizaba la estrategia y la táctica ¿para qué? para volver al gobierno, para volver al país.” –explica el investigador y agrega – “las tácticas posibles podían ser varias, elecciones, un golpe de estado dentro del golpe favorable al peronismo y también la vía insurreccional o revolucionaria.” 

El rol de la juventud y de les estudiantes universitarixs como sujetos transformadores de la realidad no quedaba afuera de la mirada estratégica de Perón y también sobre elles hablan estas cartas “Perón hace referencia en las cartas a la juventud. Estaba muy atento a lo que sucedió en el `Mayo francés’ y también al `Cordobazo’. De hecho, le dice a Rodolfo Puiggrós (integrante de la resistencia peronista e interventor de la Universidad de Buenos Aires a partir de 1973) `no nos equivocamos quienes pusimos nuestras esperanzas en las juventudes´ ahí empieza a aparecer el concepto de trasvasamiento generacional, en el sentido de que las juventudes tenían que tomar las riendas.”

“No cualquiera le llega a escribir una carta a Perón, quienes lo hacen participan en política –afirma Friedemann- entonces esas cartas no sólo son repositorios de datos, sino que son acciones políticas, por eso la correspondencia ocupó un lugar tan importante en su rutina. Y ahí se puede ver como el peronismo intenta ampliar su base de apoyo, incluso con sectores que han sido opositores. En este sentido, se ve en las cartas un acercamiento al radicalismo y a la juventud radical.”

Escribir cartas es un ejercicio que, con la llegada de las redes sociales, se convirtió en un oficio en extinción. La comunicación inmediata le ganó terreno a la correspondencia epistolar. Una fuente que pierden lxs futurxs historiadorxs e investigadorxs.

“Estudiar las cartas es un género muy interesante, es dialógico, es una conversación diferente donde está muy presente el interlocutor que genera una dinámica. Las cartas políticas son una forma de hacer política con palabras. Y en el peronismo, que no es siempre el mismo, la correspondencia nos permite ver como se fue modificando.” –concluye Sergio Friedemann.

La entrevista completa se puede escuchar aquí