Portada. Ciberludopatía

LA CIBERLUDOPATÍA NO ES UN JUEGO

Portada. Ciberludopatía

LA CIBERLUDOPATÍA NO ES UN JUEGO

Por Beatriz Chisleanschi

Si la ludopatía es una patología que requiere de un tratamiento puntual para ser superada por quien siente una atracción al juego por dinero y no puede poner límites, la posibilidad de hacerlo a través de plataformas de internet se ha convertido en un puente directo a sumar adeptos convirtiéndose en lo que se denomina como ciberludópatas.

En este sentido, Walter Martello, integrante del Consejo Académico de la Comisión Directiva de la Asociación Civil «Pensando en Políticas Públicas» realizó una investigación, a pedido de esta organización, sobre la implicancia del negocio del juego y sus consecuencias en lo referido a las adicciones y consumos problemáticos, con el objetivo establecer datos certeros, científicamente validados, que constituyan insumos esenciales para la elaboración y planificación de políticas públicas.

En tanto, el también responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Martello expuso días pasados los resultados de este informe y  describió un cuadro de situación muy preocupante respecto al vertiginoso crecimiento de las apuestas online en nuestro país, el acceso de las y los jóvenes a plataformas ilegales y el juego compulsivo/problemático. La disertación tuvo lugar en un plenario abierto que contó con la presencia de legisladores de ambas cámaras de la legislatura provincial.

Principales conclusiones  de la investigación

* En base a datos de un relevamiento de Ibope, que abarcó a más de 10000 personas encuestadas, la investigación determinó que el 8,29% ha realizado apuestas online, porcentaje que se eleva al 12,5% entre los jóvenes de 16 a 24 años, y al 15,5% entre las personas de 25 y 34 años.

* Se confirma una tendencia que se vislumbra desde los inicios del fenómeno: la mayoría de los apostadores son jóvenes de hasta 34 años y los adolescentes constituyen uno de los principales grupos involucrados.

* El mayor porcentaje de apostadores online se encuentra en los grupos de bajos ingresos, seguido por sectores medios y altos.

* La opción de apuesta online más elegida en la Argentina está vinculada con el fútbol (41,2%), seguida por los bingos (37%) y boxeo (16,8%). Cabe destacar que las y los participantes que formaron parte del relevamiento podían elegir más de una opción.

* 1 de cada 10 apostadores online (10,1%) juega todos los días de la semana mientras que 2 de cada 10 (19,2%) lo hace una vez cada 7 días; y 1 de cada 4 (25,7%) lo hace dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis veces por semana.

* Los sitios más elegidos por las y los apostadores argentinos son Bet365 y 1xBet, los cuales concentran prácticamente la mitad del mercado del mercado.

* Un dato significativo es que 18 de los 24 sitios que aparecen en el relevamiento, es decir que fueron mencionados por las y los apostadores encuestados, no cuentan con licencia para operar en ninguna de las jurisdicciones provinciales de nuestro país como así tampoco en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

* Dado el vertiginoso crecimiento de las apuestas online en nuestro país no sólo es necesario hacer más efectivo el control del Estado ante la proliferación de las plataformas ilegales, sino también avanzar en un marco normativo acorde a los desafíos del presente, en consonancia con disposiciones aplicadas en distintos países que lograron avances significativos en lo que hace a la prevención y al tratamiento del juego compulsivo y problemático.

Las apuestas online en las escuelas 

Los datos vertidos por esta investigación resultan un llamado de atención que amerita una urgente intervención del Estado, de modo de regular las apuestas online las cuales tiene una ascendencia en el deporte en general y en el fútbol en particular, ya que muchos equipos están sponsoreados justamente por este tipo de plataformas. Otro sector es el de las publicidades que también invaden la pantalla televisiva incentivando al juego mientras se desarrolla la disputa deportiva. De hecho, ya hay denuncias de jugadores a quienes se los ha conminado a que se dejen expulsar o erren un penal para favorecer, o no, las apuestas.

Lo preocupante, es la incidencia de las apuestas online en adolescentes y su ingreso a las escuelas. Un dato no menor, si el juego necesita de 5 años para convertirse en adicción, el virtual sólo coopta a una persona en sólo 2 años. Y lxs jóvenes y adolescentes, tan propensxs a vivir en el mundo digital, encuentran allí una atracción especial.

Ya forma parte de la cotidianeidad el estar en una clase y escuchar un gritito de gol, o acercarse a jóvenes que tienen su atención en el celular y ver que están pendientes del resultado de un juego.

Los discursos que promueven el ganar dinero fácil vía timba financiera, someterse a las reglas del mercado por sobre la intervención estatal y el éxito garantizado si sólo te lo proponés, no hacen más que favorecer el jugar para ganar, rápido y sin gran esfuerzo.

En la nota de Revista Anfibia «Uno más y no jugamos más» Geraldine Peronace, quien dirige la dependencia de Drogodependencia y Alcoholismo de la Asociación de Psiquiatras de Argentina, cuenta que «hace dos años la empezaron a llamar con frecuencia por adicciones vinculadas a las apuestas en Internet. Cuando recibe adolescentes, les pregunta por sus deseos, objetivos y proyecciones a futuro. Nunca antes le habían contestado lo que empezó a emerger, el último tiempo, por parte de jóvenes de 16 años fanatizados con determinados influencers: “Quiero ser millonario”.

Son varios los streamers que, convertidos en influencers, transmiten la pasión por las apuestas online.

¿Y qué hacemos? 

En Argentina no existe regulación estatal del juego online, tampoco hay quien se le anime demasiado porque, como dijo el dirigente Juan Grabois en declaraciones a Futurock y que también cuenta la nota de Revista Anfibia “Nadie se quiere meter con la adicción al juego online porque es una mafia que adorna sectores de la política y no solo de la política. Y contribuye a la destrucción de una parte de nuestro pueblo que busca soluciones mágicas para resolver lo que no resuelve nuestro proyecto de país”.

Sin embargo, hay dos proyectos en este sentido que presentaron la diputada bonaerense por la Coalición Cívica Maricel Etchecoin y Agustín Maspoli y Lorena Mandagarán del bloque UCR-Cambio Federal, el primero en la Cámara Baja de la legislatura de la Provincia de Buenos Aires y otro en la Cámara Alta de la misma región. Ambos abordan la prevención y sancionan a quienes promueven los juegos de azar, incluso la propuesta de los senadores apunta a restringir el acceso a niñxs a juegos de apuestas online.

Quizás estos proyectos tengan eco y encuentren su inmediata sanción en la provincia que gobierna Axel Kicillof, pero, ¿Cómo se resuelve esta problemática a nivel nacional cuando quien define los destinos del país considera al Estado un demonio al que hay que destruir?

En muchos países de Europa el juego de azar está regulado por el estado. Estados Unidos tiene una regulación según estados, si bien, la mayoría de ellos ha intervenido directamente en esta problemática. En América Latina, Colombia lo tiene regulado desde el año 2015 y Brasil lo hizo el año pasado.

En nuestro país las normas son establecidas por cada provincia, dejando a los usuarios solamente aquellos sitios web que estén habilitados en su región. En la provincia de Buenos Aires sólo se concedieron siete licencias, con una validez de 15 años.

En tanto los gobiernos de las diferentes provincias de Argentina no se consustancien con lo que provocan los juegos de azar, la concientización colectiva y el trabajo que, en este sentido se realice desde las aulas escolares, son los espacios que nos permitirán ponerle un límite a los juegos que, lejos de hacernos ganar,  no hacen más que jugar con nosotrxs.

Leer el informe completo de Walter Martello aquí