HAITÍ:
¿QUIÉN ES HENRY ARYEL, EL NUEVO GOBERNANTE DE FACTO DE LA ISLA?
Por Oscar A. Martínez*
Henry Aryel, actual primer ministro, asumió el cargo del gobierno ilegal y de facto en la República de Haití.
Neurocirujano de 71 años y de mucho prestigio profesional, integrante del Parti Patriotyk Initen (Partido Patriótico de la Unidad) en la coalición de la derecha gobernante del PHTK (Partido Haitiano de las Cabezas Rapadas) – Pati Haisyen Tet Kale.
Profesor universitario en las dos universidades privadas y exclusivas de la élite haitiana, socio de una de las empresas importadoras del asesinado presidente Jovenel Moïse, actualmente autonombrado primer ministro y a cargo del proceso de transición hasta la fecha de las elecciones programadas para el 26 de septiembre de este año.
Conforma él, junto a un Consejo de ministros, todos del PHTK, la premisa constitucional de conducir el país, como dice la Carta Magna ante la muerte del presidente y hasta la realización de las elecciones.
Vale aclarar aquí algunas cosas importantes para comenzar a entender el complicado proceso político del país y porque la comunidad internacional no puede seguir mirando para otro lado. Constitucionalmente desde el 7 de febrero de 2021, el país estaba y continua bajo un gobierno ilegal y de facto. En esa fecha había finalizado constitucionalmente el mandato de Jovenel Moïse quien se quedó en el poder con artimañas legales y con el apoyo de la OEA (Organización de Estados Americanos), el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), la PNH (Policía Nacional Haitiana) y el G9 Fanmy, Zanmy ak Alye (la organización más grande de bandas parapoliciales armadas y avaladas durante su gestión y que controlan territorialmente vastos sectores de Puerto Príncipe y de otras ciudades del país). – G9 Familia, Amigos y Aliados.
Con esos avales intentó dos veces legalizarse a través de una convocatoria a Referéndum Constitucional, primero el 20 de abril y luego el 26 de junio de este año, y en ambas oportunidades, el amplio rechazo en la población y las enormes y masivas movilizaciones populares hicieron caer ambas convocatorias.
Movilizaciones que se sostuvieron aún contra la ola de secuestros, asesinatos selectivos y una masacre de 15 personas en una sola noche el día 30 de junio de 2021 una semana antes del magnicidio, que incluyo el asesinato del periodista de Radyo Vizyon 2000 Diego Charles y la activista feminista Antoniette Duclaire de la organización RADI (Rassenblement Diyite Haity) ambos, férreos opositores al gobierno de facto.
El Parlamento había sido disuelto por decreto en 2018 y se habían suspendido, también por decreto, las elecciones de medio término de ese año, cuando estalló el escándalo de la corrupción de los fondos millonarios y en dólares de Petrocaribe, y las movilizaciones sumaban millones de haitianos en las calles exigiendo la dimisión inmediata de Jovenel, de todos sus ministros y el llamado urgente a elecciones libres y soberanas.
Se revocaron por decreto a miembros de la Corte Suprema y se los reemplazo por jueces afines al régimen, se cambió al menos 4 veces de primer ministro en los últimos 4 años, todos ilegales, todos por decreto sin el aval del Parlamento. Un Parlamento que lleva más de 3 años sin funcionar y con los mandatos de todos los actuales Senadores y Diputados, vencidos.
En los últimos 6 años se produjeron 12 masacres en barrios populares (City Soleil, Bell Air, Matyssan, entre otros), bastiones de las protestas, realizados por las bandas parapoliciales que recibieron armas y municiones con el visto bueno del gobierno y que promovieron la creación del temible G9.
La represión contra la población movilizada y los asesinatos selectivos de todo opositor al régimen quedó en manos de estas bandas, al igual que la ola de secuestros en toda la población civil como una nueva forma de amedrentamiento y control social, además de las clásicas represiones de la PNH. Una planificación desde las altas esferas del poder, de violencia organizada y direccionada, algo nunca visto en el país.
Éste es un brevísimo y sintético resumen de la situación de ilegalidad del gobierno de facto, su impopularidad visible y su falta de cualquier tipo de aval en la población.
La elección de Henry Aryel como actual jefe del gobierno ilegal y de facto, solo cuenta con el aval de la OEA, el Consejo de Seguridad de la ONU y las embajadas que componen el CORE Groups.
Todos los integrantes del gobernante partido PHTK son sospechosos de complicidad en el magnicidio, al igual que quienes hoy brindan ese aval.
Ninguno se pronunció con respecto al pedido de la oposición, de las organizaciones sociales y políticas de la ciudad y del campo, de las organizaciones de la sociedad civil y de la población en general: Un Acuerdo Nacional para una Transición Democrática.
La creación de una Comisión Especial y Multisectorial que investigue las masacres y los asesinatos y que busque justicia y reparación.
La convocatoria a elecciones libres y soberanas sin el tutelaje de ningún país extranjero ni organismo exterior.
La creación de una Misión Internacional y Multisectorial de Observación y Derechos Humanos que llegue al país para el mes de septiembre y visibilice la verdadera situación en el país.
Henry Aryel, militante del Parti Patriotyk Inite, integro la coalición Lavalas que llevó a la presidencia al gobierno popular de Jean Bertrand Aristide al poder en 1994.
El Parti Patriotyk Inite se retira de la coalición a menos de dos meses de asumido el poder por Lavalas y fue luego uno de los artífices del golpe de Estado contra Aristide y su posterior secuestro.
Henry Aryel integró junto a su partido también en 2004, el Consejo de Sabios/Ancianos que autorizó, entre otros actores políticos y sociales, y avaló la llegada al país de la MINUSTAH, fue uno de los fundadores en 2010 del actual PHTK el cuál llevo a la presidencia a Michel Martelly y durante su mandato, fue Ministro entre 2015 y 2016, y ahora sin sonrojarse acepto ser la cabeza del gobierno ilegal y de facto para garantizar el statu quo, y una nueva probable “intervención humanitaria” en la isla.
Anunció ayer mismo a minutos de asumir que propondrá nuevamente el Referéndum Constitucional y elecciones generales bajo la tutela del Consejo de Seguridad de la ONU, sabiendo el enorme rechazo que ésto produce en la población.
Prepara así el terreno, tal como es el pedido de las élites oligarcas de Haití y la embajada norteamericana para nuevas y masivas protestas y las consabidas represiones, tanto de la PNH como de las bandas parapoliciales, que pondrán sobre la mesa de la comunidad internacional la falsa discusión y debate de una nueva intervención para ayudar al país y no sobre un sistemático plan de violencia organizada sobre la población que sirve de excusa para seguir sometiendo al país y su población.
Henry Aryel estaba en un puesto clave del gobierno, el Ministerio de Relaciones Exteriores, no es un político moderado ni dialoguista como lo presenta una gran parte de la prensa internacional, era y es, la mano dura del PHTK nombrada por Jovenel Moïse para reemplazar (el quinto cambio de Primer Ministro en 4 años) al Primer Ministro Claude Joseph, 2 días antes de su asesinato, para doblegar las protestas e imponer a como dé lugar el Referéndum Constitucional, que legalizaría al gobierno de facto.
El panorama es claro para quienes quieren verlo, el país necesita hoy activamente de la solidaridad internacional más que nunca.
¿Veremos otra vez el silencio cómplice da las naciones? O será el pueblo haitiano y sus organizaciones, una vez más, quienes seguirán resistiendo heroicamente y luchando, en soledad, como hace más de 200 años por su verdadera libertad.
*Militante Popular e integrante de la Brigada Internacionalista “Jean Jacques Dessalines” actualmente en Haití.
Mwoi (Montrouis), 21 de julio de 2021.