¿Qué está pasando con la yerba mate?
ESTAMOS COMO EN LOS 90, HOY NOS FUNDIMOS TRABAJANDO
Por Matías Jauregui
Hace unos días, el ex panelista de TN y LN+, hoy devenido en ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró la desregulación del sector yerbatero, burlándose de los pequeños y medianos productores misioneros.
En los últimos meses hemos visto las góndolas de los grandes supermercados con más presencia de alimentos extranjeros, esta importación de productos no ha podido frenar la creciente inflación, pero sí ha perjudicado a muchas producciones primarias, como la producción de yerba mate.
El principal comprador del sector yerbatero es el mercado interno, sobre el cual el gobierno buscaba intervenir frenando la inflación con la apertura de las importaciones. Pero además de no lograrlo, generó un escenario ideal para que las empresas importadoras (con precios de dumping) presionen a los productores de yerba mate a venderles su producción a un precio más bajo.
Esta pérdida de competitividad de nuestros productores yerbateros género que países como Brasil y Paraguay nos estén ganando mercados como el de Siria y Chile. Siria es el principal comprador de yerba mate a nivel mundial, 7 de cada 10 kilos que nuestro país vende al exterior lo hace a Siria.
Milei con su DNU le quitó al INYM (hoy sin presidente) el poder para fijar un precio mínimo de referencia para la hoja verde y la yerba canchada.
Hoy, el precio de la yerba lo está fijando la industria, pagándoles a los productores el peor precio de los últimos 22 años, desde que se creó el INYM en el año 2002. Este precio definido “por las leyes del mercado”, perjudica a 13.000 productores registrados que producen en superficies de menos de 15 hectáreas.
En la actualidad, al pequeño producto cobra por el kilo de hoja verde de yerba $80, en marzo Cobraba $260. El productor hoy están trabajando a perdida por la baja de precio y por la pérdida de poder adquisitivo con una inflación acumulada del 260 %, teniendo en cuenta que le aumentaron los costos cosecha, cargas sociales y flete.
En cambio, la industria pasó de tener un costo de yerba canchada tres veces más bajo, vendiendo su yerba elaborada al mismo precio que en marzo. Como vemos en todas las economías regionales, el que siempre pierde es el pequeño productor.