ELECCIONES 2019: EVO MORALES SIGUE SIENDO EL PREFERIDO
Por María Evelyn Sigot Pavon
A pocas semanas de los comicios presidenciales en Bolivia, la contienda electoral se intensifica. En la región, la expectativa en cuanto a los resultados crece, principalmente después de los incendios en la Amazonia, situación que ubicó al país en el centro de la agenda pública. Si bien el actual mandatario Evo Morales sigue siendo el favorito y podría llegar a su tercera reelección, según los datos que circularon por parte de encuestas, no se descarta la posibilidad de un balotaje. De todos modos, los 13 años de mandato podrían ser una fuerte incidencia a la hora de inclinar la balanza a favor del Movimiento al Socialismo (MAS), ya que Bolivia registra los mejores y más sostenidos avances políticos y económicos en América Latina.
El próximo 20 de octubre, 7,2 millones de bolivianxs están convocados a elegir presidente y vicepresidente para el periodo 2020-2025. También renovarán banca más de 130 diputadxs y 36 senadores.
¿Quiénes participan?
Entre las opciones que tiene la ciudadanía se encuentra el MAS, la fuerza más importante por estos días, que tiene como referente a Evo Morales, quien promueve la profundización de los cambios y estableció la Agenda Patriótica del Bicentenario 20-25. Por otro lado, se encuentra la Comunidad Ciudadana (CC), que lleva la bandera de la economía verde de mano de los postulados liberales. Su representante es Carlos Mesa Gisbert, periodista y ex presidente de Bolivia, durante el periodo 2003-2005.
La alianza política Bolivia Dice No (BDN) tiene como candidato al senador Óscar Ortiz, administrador de empresas, quien se postula junto con una propuesta neoliberal. En 2006, inició su trayectoria política como senador.
Dentro de las candidaturas, también se encuentra el Movimiento Tercer Sistema (MTS), cuyo representante es el sociólogo Félix Patzi. Se trata del actual gobernador de La Paz, militó en el MAS y fue ministro de Educación durante la segunda gestión del presidente Evo Morales. Este partido tiene entre sus postulados el rechazo a la reelección de Morales, ya que lo considera ilegal.
El Partido de Acción Nacional Boliviano no se queda afuera. Junto a la abogada Ruth Nina busca pelear los comicios. A finales de 2017, la fuerza apareció en la lista de organizaciones políticas con personería jurídica habilitada para las elecciones presidenciales de 2019, lo que llamó la atención de muchos sectores, que la consideraron como un partido para dispersar el voto opositor. En lo económico, pretenden ofrecer seguridad jurídica a las empresas privadas.
En tanto, el Movimiento Nacionalista Revolucionario lleva a Virginio Lema como candidato, con una propuesta basada en la unión público privada. El referente es abogado, dueño de medios de comunicación y dirigente de la plataforma Renacer Bolivia.
El Frente Para la Victoria es otro de los espacios que se suma a la contienda. Lleva a Israel Rodríguez, un economista especializado en Administración de Empresas. La propuesta electoral fue puesta en cuestión públicamente por asemejarse a la plataforma del Gobierno de Perú, como lo es el desarrollo petrolero.
La Unidad Cívica Solidaridad también se presenta como alternativa este 20 de octubre. Víctor Hugo Cárdenas fue vicepresidente de Bolivia entre 1993 y 1997. Fue fundador y militante del Movimiento Revolucionario Túpac Katari (MRTK). Actualmente, se expresa públicamente a favor del empresariado y los bajos impuestos para el sector.
El Partido Demócrata Cristiano (PDC), uno de los nueve frentes en carrera electoral para los comicios generales, se vio obligado a buscar un sucesor del ex presidente Jaime Paz Zamora, tras la renuncia de este en junio pasado a una nueva postulación. En su lugar, la organización colocó al coreano-boliviano Chi Hyun Chung, considerado «outsider» de la campaña y polémico por sus declaraciones homofóbicas.
Evo lidera
Entre las nueve fórmulas presidenciales registradas, Morales lidera los sondeos con un rango de intención de voto que va del 34 al 43 por ciento, seguido por Carlos Mesa, el expresidente reconvertido en principal opositor con su alianza Comunidad Ciudadana, quien ronda entre el 22 al 28 por ciento. En tercer lugar, se ubica el senador Óscar Ortiz, con un porcentaje de entre 9 al 13 por ciento.
Cabe destacar que, para convertirse en el próximo presidente, Morales deberá contar con el 50 por ciento más uno de los votos o el 40%, pero con una diferencia del 10% frente a su competidor más cercano. De lo contrario, habrá una segunda vuelta el 15 de diciembre, instancia en la que podría disputar el lugar con Masa.
En el oficialismo, hay confianza. Con sólo rastrear los resultados de años anteriores, el panorama es alentador. En 2002, en su primera candidatura presidencial, Morales perdió en la segunda vuelta, pero en 2006 ganó con el 53,72 % de los sufragios, y en 2009 se reeligió con el 64,22 %. En 2015, repitió el triunfo con el 63,36 %.
¿Por qué lidera?
Entre los logros del actual mandatario, se destaca la reducción de la pobreza lograda por el primer presidente indígena, que supo reivindicar a un país en donde conviven 36 pueblos originarios. El ex líder cocalero es reconocido también por sus políticas en materia de narcotráfico en un país que supo ser el tercer productor mundial de cocaína. El presidente elevó a nivel constitucional el respeto al uso ancestral de la hoja de coca y se desvinculó del Departamento Antidroga de Estados Unidos.
Si bien en el referendo que él mismo promovió en 2016, el «No» ganó con el 51,30 % de los votos, mientras que el «Sí», alcanzó el 48,70 %, el presidente impugnó y logró que el Tribunal Constitucional Plurinacional fallara a favor de la repostulación presidencial de «cualquier ciudadano», por ser un derecho humano.
En ese sentido, si bien Morales es el Presidente que más tiempo gobernó el país, también supo representar un Gobierno que profundizó los cambios sociales, políticos y económicos. Así, pudo situarse entre los de mayor proyección de la región destacándose por su modelo económico enfocado en políticas de diversificación productiva y sociales, apuntando al crecimiento, a la disminución del desempleo y de la pobreza, en medio de una coyuntura neoconservadora que caracterizó los últimos tiempos a América Latina. «Nuestro deseo es continuar con nuestro modelo económico que nos ha dignificado a todos los bolivianos, incluso los opositores saben bien de esta situación», ratificó tiempo atrás el líder boliviano de ascendencia aymara.