EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Se realizaron las Jornadas Nacionales del INFOD

EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Por Beatriz Chisleanschi
@BeatrizChisle

Los pasados jueves 21 y viernes 22 de mayo, se llevaron a cabo las Jornadas Nacionales “Profesión docente y resignificación del sentido de educar: reflexiones sobre vínculos y continuidad pedagógica”, organizadas por el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) cuya Directora Ejecutiva es la doctora, Mercedes Leal.

Con modalidad virtual, tal los nuevos tiempos a los que el Covid-19 nos tiene acostumbradxs, fueron cuatro las mesas (dos por día) en las que, los y las participantes pensaron, analizaron y reflexionaron en torno a cómo es educar, qué características asume la escuela y qué lugar ocupa la Educación Sexual Integral (ESI) en tiempos de pandemia.

El ministro Nacional de Educación, Nicolás Trotta señaló en la apertura de las jornadas que “es el momento de pensar y repensar el rol de la escuela y sus nuevos paradigmas.” Y remarcó que “lo que sostiene la continuidad pedagógica es el enorme esfuerzo de lxs docentes en una Argentina marcada por una profunda desigualdad en varios aspectos, económicos, tecnológicos y de formación de las familias”.

Luego de hacer hincapié en que, “más estado” significa “más escuela”, destacó que “La tecnología sirve, pero no es un fin en sí misma. Nos puede ayudar a mejorar los procesos de enseñanza -aprendizaje, pero, nada como la escuela, la presencialidad y el trabajo colectivo para realmente aprender y transformar la vida”.

La primera mesa que moderó el doctor en Educación, Nicolás Arata, y en la que expusieron la historiadora y antropóloga mexicana Elsie Rockwell y el catedrático en historia de la educación, en la universidad de Humboldt, Alemania, Marcelo Caruso, intentaron responder al interrogante “¿Reinventar la escuela? ¡Reivindicar la escuela! Reflexiones desde una perspectiva histórica”.

“Estamos ante un hecho inédito, nunca se ha dado que 850 millones de estudiantes estén sin clases. No hay antecedentes de cómo se gestiona una situación como ésta, por lo tanto, las definiciones que se están tomando descansan en un saber de coyuntura en donde hay que tomar decisiones rápidamente y sin hay certezas sobre cómo va a continuar”.

Al respecto Caruso señaló: “Estamos acostumbrados ver a la escuela como el lugar donde se aprende, más o menos, pero, el mero hecho de que no haya que organizarles la vida cotidiana a los chicos se ha vuelto una disrupción. La pandemia provocó una disrupción. Está el tema del aprendizaje, pero, está el tema de la disrupción de la cotidianeidad. El lugar rupturante que tiene la escuela, la pandemia la pone sobre el tapete”.

“La escuela es presencial o no es escuela”, sentenció a su turno la antropóloga mexicana como para no dejar dudas de que el actual contexto educativo, lejos está de ser escuela.

La mexicana Elsie Rockwell, historiadora y antropóloga.

Asimismo, Rockwell marcó una distinción no menor cuando expresó que Me preocupa el hablar de la ´escuela´ en singular, para mí se trata de ´las escuelas´.  Cuál escuela, dónde, cuándo. La escuela es producto de una construcción social a muy largo plazo local donde participan muchísimos actores atravesados por procesos sociales y lógicas y diferentes”.

“¿Cómo conservamos lo común y cómo enfrentamos lo diario? -se preguntó más adelante la historiadora y esgrimió a modo de respuesta “El docente está frente a una tensión terrible porque se supone que está frente a grupos homogéneos cuando en realidad, no lo son. Los programas, sobrecargados y sobre pautados, trabajan sobre la homogeneidad y son unas de las principales barreras del aprendizaje. Es importante reinventar, no el aula, sino los mecanismos y las normas. Los buenos docentes han desarmado los programas y dicen ‘voy a seguir a mis alumnos’”.

La pedagoga Inés Dussel junto a la Lic. en Ciencias de la Educación y Psicóloga Educativa, Flavia Teruggi, disertaron sobre “El desafío político de continuar enseñando con sentido inclusivo. Las prácticas en contextos de distanciamiento” que moderó la Directora de Educación Superior de la provincia de Córdoba, Liliana Abrate.

“¿Qué núcleos priorizaríamos al abordar el sentido de la educación? ¿Qué significaciones se juegan en torno a esta relación y problemática de inclusión en este contexto?” -preguntó a modo de disparadores Liliana Abrate.

Una definición tan atractiva como interpelante es la que hizo Dussel a la hora de referirse al formato que tomó la educación en época de pandemia “Enseñar en pantuflas, significa domestizar el aula -afirmó.

“Se lograron armar conversaciones sobre distintos saberes -explicó la pedagoga al momento de pensar en qué funciona y qué no en el contexto actual. Se pudo mantener, con sus bemoles, cierta continuidad de la transmisión de experiencia entre generaciones, pero, lo más difícil fue recortarse en un espacio específico, en ese espacio de las redes sociales o de los espacios domésticos. La escuela es importante como un umbral que permite un trabajo y una autonomía distinta. Es un aprendizaje tanto intelectual como político y afectivo con un pasaje sumamente cuidado y pensado para el encuentro intergeneracional. Este pasaje fue difícil de sostener y se rompe ahí algo del espacio igualitario que propone la escuela”.

“El desafío ahora es cómo seguimos enseñando. Darle más densidad a la continuidad pedagógica, cuáles son los principios que nos orientan. Que no se nos pierdan los estudiantes, hay que poner mucho esfuerzo ahí.” -concluyó.

En tanto, Teruggi advirtió que “Estas no son nuestras clases. Los chicos no están en la virtualidad, están en sus casas. No es un canal, nos plantea otras condiciones por lo que no se puede hacer lo mismo como si estuviésemos en la escuela.” Y destacó la importancia de “preguntarnos, qué alteraciones podemos hacer para generar significado y qué alteraciones no seremos capaces de promover y esperar la vuelta a la escuela para volver a estar juntos.”

El día viernes la centralidad estuvo puesta en la Educación Sexual Integral, tanto en su implementación en este contexto, como en la importancia de su presencia en la formación docente.

“Escuela y derechos en cuarentena: perspectiva de género, abordaje de la ESI y prevención de las violencias” fue una de las mesas en las que la directora de Sistemas de Protección de Derechos de la SENAE, Mariana Melgarejo y Paula Fainsod, Licenciada en Ciencias de la Educación y Master en Ciencias Sociales con mención en Salud expusieron sus miradas con la moderación de Alejandra Birgin, Directora de Formación Superior de la Provincia de Buenos Aires.

El concepto central de la ponencia de Melgarejo es el que refiere a que “Los niños siempre son sujetos de derecho, antes, durante o después de la pandemia. Estamos haciendo grandes esfuerzos para que este criterio se cumpla”.

El aislamiento incrementa la conflictividad y los chicos están más expuestos a ese nivel de conflictividad ¿Cómo hacemos para garantizar el derecho y la obligación de ser cuidado, y cuidar, estando en el ámbito privado? Los chicos y chicas tienen que seguir siendo sujetos de derechos, y protegidos en sus derechos”. -explicó.

Para Melgarejo “el cuidado debe ser aprendido como una práctica de ejercicio ciudadano.”

En este sentido, remarcó “Si hay algo que ha mostrado esta pandemia, a nivel mundial, es que las agendas pueden ser abrupta y brutalmente modificadas. Debemos pensar en estrategias en lo inmediato, pero, también en el mediano y largo plazo, en función de instalar nuevas representaciones culturales y nuevas prácticas de ciudadanía para no estar pendientes de que en las familias, en los hogares, entre las parejas, sucedan cosas que no queremos que sucedan.”

Para Paula Fainsod: “Todas estas estrategias que traen un pedido de continuidad pedagógica, y de concreción de ciertos derechos, van acompañados de una demanda que implica la continuidad de ESI. La ESI implicó un giro político-pedagógico en dos sentidos. Por un lado, generó una transformación en poder dar cuenta de que la Educación Sexual Integral es un derecho en sí mismo, pensar esa continuidad es garantizar un derecho. Y, por otro lado, la ESI se presenta como un vehículo de garantía de otros derechos.  La ESI con la “I” de integralidad y con la perspectiva de género y derechos, que está pronunciada en distintos documentos, es un giro importante”.

En la mesa “Formarnos como docentes en nuevos escenarios sociales: desafíos de la incorporación de la ESI y perspectiva de género como ejes transversales” en la que participaron Graciela Morgade, Subsecretaria de Participación y Democratización Educativa del Ministerio de Educación de la Nación y José Luis Gómez, Coordinador de desarrollo profesional y acompañamiento pedagógico a escuelas del ISFD 804 de Esquel, provincia de Chubut con moderación de Isabel Amate Pérez, Secretaria de Gestión Educativa de la Provincia de Tucumán pusieron el eje en la importancia de la formación en ESI para quienes estudian para ser docentes.

“La ESI es un proyecto de Justicia Social y de Igualdad. Es una ley que recoge la lucha de los movimientos feministas, formas de disidencia sexual LGTBI+ y también es una ley que está incluida en un discurso mucho más amplio que los derechos humanos. Cuando hablamos de ESI estamos hablando de política, de poder, de relaciones humanas íntimas, hasta relaciones económicas de los grandes grupos, de la división sexual del trabajo. Las relaciones de género están construidas en un marco económico capitalista y colonial.” –destacó Morgade.

“Entender la formación docente es comprender la doble vía de formación, estudiantes en tanto transitando un espacio de formación, pero, también como futuros profesorxs que harán una intervención en las escuelas. Hacia allí debería dirigirse la política pública no solo para disputar sentido en la formación docente, sino acompañando el propio proceso de deconstrucción en las escuelas en donde lxs estudiantxs ingresan.

“¿Será momento de construir programas en base a Educación Sexual Integral que sostenga y acompañe las primeras instancias de intervención en las aulas (el docente que recién comienza)? -se preguntó el neuquino.

Una definición del propio ministro de Educación, Nicolás Trotta, sintetiza lo trabajado en la jornada del día viernes “La escuela también tiene que celebrar la diversidad y esa mirada tiene que estar en todos los materiales pedagógicos. Las leyes no se discuten, se aplican y hay que llevar a la ESI a cada escuela argentina. La diversidad nos hace mejores como sociedad”.