El proyecto de expropiación de Cromañón obtuvo media sanción:
CONTUNDENTE VICTORIA DE LAS VÍCTIMAS SOBREVIVIENTES Y LAS FAMILIAS DE VÍCTIMAS DE CROMAÑÓN
Por Julieta Galera
Ph Andrés Pelozo
Tras una bochornosa cesión en la que la política quiso usufructuar con la victoria que se vaticinaba, el proyecto de expropiación y declaración de utilidad pública de Cromañón y el Santuario de Once, ubicados en Mitre al 300 en el barrio de Balvanera, para construir un espacio de memoria fue aprobado por unanimidad.
La media sanción del proyecto presentado por la Mesa Unidad Cromañón – integrada por 9 colectivos de víctimas sobrevivientes y familiares de víctimas de Cromañón-, redactado por la diputada del Frente de Todos, Paula Penacca, y firmado por diputados de 11 bloques de la cámara de diputados, es el resultado contundente de casi de 18 años de organización, diálogo, unidad y lucha colectiva.
Lo que comenzó siendo una jornada llena de expectativas positivas, de emoción a flor de piel y de esperanzas, porque en los pasillos se vaticinaba que la expropiación tendría media sanción, en un momento se tiñó de “incertidumbre” y “miedo” porque la política mostró su peor cara y, en vez de respetar y honrar al colectivo de víctimas de Cromañón, no pudo evitar anteponer su divismo, el oportunismo político y la grieta.
El colectivo de víctimas de Cromañón está conformado por colectivos que adhieren a todos los sectores políticos e, incluso, algunos sectores, al no levantar banderas políticas, entre sus filas cuentan con personas que se sienten representadas por distintos partidos políticos. Donde no hay grieta entre las víctimas sobrevivientes y familiares de víctimas de Cromañón es en la convicción de que “ni las bengalas ni en rock and roll, a los pibes los mató la corrupción” y en que en la figura de Aníbal Ibarra, ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la corrupción política quedó impune.
Y este fue el punto clave del que se agarraron el bloque de la alianza Juntos por el Cambio, Evolución Radical y Avanza Libertad para convertir el recinto en un “gallinero”, mientras la diputada Penacca, autora del proyecto de expropiación y declaración de utilidad pública de Cromañón, exponía las argumentaciones de su voto positivo.
De izquierda a ultra derecha, con argumentos que iban desde la anticorrupción hasta el anti-Estado, todos los bloques habían adelantado su voto positivo y confluyeron en el reconocimiento a la lucha colectiva de las y los jóvenes sobrevivientes y de las familias de las víctimas fatales de Cromañón; en la importancia de la transversalidad de esta ley en este momento político; y en la relevancia de que el espacio donde funcionó el boliche República de Cromañón, que terminó en una masacre que dejó 194 víctimas fatales y más de 4500 víctimas sobrevivientes, se convierta en un espacio de la memoria colectiva como reparación simbólica para las víctimas.
No obstante, en el recinto se vivió un momento “bochornoso”, en el que todo el arco político, salvo el FIT, hizo prevalecer su “miseria política”, según la percepción de las víctimas sobrevivientes de Cromañón. La sesión se le fue de las manos a la diputada Cecilia Moreau, presidenta de la cámara baja, con una oposición que parecía que en cualquier momento podía abandonar el recinto, con mucha hipocresía, porque, en este tema no hay grieta. Las dos fuerzas políticas principales del país son parte del problema. Mientras unos cargan con el peso de haber escudado en sus filas al principal responsable político de la masacre de Cromañón, Aníbal Ibarra, otros han arribado a la vida política institucional carroñando Cromañón desoyeron durante años muchos de los reclamos de derechos de las víctimas sobrevivientes y familias de víctimas de Cromañón y le dieron la espalda dos veces al proyecto de expropiación de Cromañón en la legislatura porteña, que nunca fue tratado y perdió estado parlamentario.
Finalmente, respetando los acuerdos políticos pactados con la Mesa Unidad Cromañón de la celeridad del tratamiento del proyecto para que antes del fin del ciclo parlamentario el espacio de la memoria en Cromañón sea una realidad, se votó, la expropiación obtuvo media sanción, los bloques de Juntos por el Cambio, Evolución Radical y Avanza Libertad se levantaron de sus bancas y, al perderse el quórum, la sesión se tuvo que levantar.
José Zamudio, miembro de la agrupación Los pibes de Cromañón, de Isidro Casanova, al respecto de la votación expresó que: “la verdad fue histórico para nosotros. Veníamos a buscar el resultado pero después de tantas vueltas, del run rum, de las tenciones políticas en el recinto, viendo a todos los familiares y sobrevivientes en los balcones, siento vergüenza de todos los diputados de la oposición y el oficialismo. Y eso que hay casi 200 muertos en el medio. Ojalá que en senadores el resultado también sea el mismo para lograr la expropiación que hace tanto venimos buscando hace más de 17 años”.
Por su parte, Bernabé Galera, de la organización 30 de diciembre, manifestó: “esto es un logro groso. Tenía muchos nervios y ahora estamos con energía renovada, con muchas ganas y fuerza para seguir luchando igual porque esto no terminó”.
En ese sentido, Brenda Re, integrante de Movimiento Cromañón, también contó que “fue muy emocionante. Tuve un poco de medio con la discusión de que algún bloque se levantara. Por suerte, prevaleció la memoria. Siento que se viene un camino de mucho laburo, pero sé que va a llegar a la cámara alta con el mismo compromiso que se tomó acá y esperamos que en el senado voten a favor”, sentenció.