Argentina envenenada
CAMBIEMOS: LA POLÍTICA AGROTÓXICA
Por Ignacio Vila – Centro de Economía Política (CEPA)
Semanas atrás, la Justicia de la provincia de Entre Ríos emitió un fallo que básicamente prohibía la fumigación a menos de 100 metros de las escuelas, con el objetivo central de preservar la salud de alumnxs, docentxs y otrxs trabajadorxs que diariamente asisten a los establecimientos educativos rurales. Ante esta situación, el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, realizó duras críticas al poder judicial entrerriano, asegurando que se trataba de «un fallo absurdo que no se basa en ningún rigor científico» y sentenció que «pone en peligro el trabajo de muchos entrerrianos».
Las declaraciones no son un exabrupto del primer mandatario, sino una línea de pensamiento clara dentro del mundo de Cambiemos. Los dichos de Macri, además de pretender incidir en el Poder Judicial de la Provincia, es una nueva muestra de una postura pro multinacionales del actual gobierno que no tiene en cuenta la salud de lxs argentinxs.
Por su parte, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ya había decretado en la misma línea.
El pasado 17 de octubre, el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Leonardo Sarquís (ex Gerente de Monsanto), dictó la Resolución 246-MAGP-18 que entró en vigencia el 1º de enero de 2019. Esta resolución autoriza la fumigación de cultivos con agrotóxicos en toda la Provincia de Buenos Aires, legalizando la aplicación de estos venenos en lotes linderos a las ciudades, a zonas residenciales que se encuentran en el campo y a poblaciones dispersas. sin especificar ningún tipo de distancia mínima entre la aplicación de los agroquímicos y las viviendas donde reside la población. Ante esta resolución, la Sociedad Argentina de pediatría escribió una carta dirigida a la Gobernadora alertando que “Aplicar agroquímicos en las proximidades de las áreas poblacionales, escuelas o espacios de esparcimiento, implica violentar el derecho a vivir en un medio ambiente sano (arts. 42 de la Constitución nacional y 28 de la Constitución provincial) y condenar a los niños a efectos agudos y crónicos en su salud”, y rechazaron categóricamente: “la aprobación de esta resolución y siendo el Estado el máximo garante de los derechos de la población, le solicitamos la anulación de la misma para que se garanticen los derechos a la salud y a un ambiente saludable”.
Las posturas de Macri y Vidal no son casuales. El glifosato es una sustancia que ha sido promocionada con una intensa campaña de marketing desde mediados de la década de 1990, cuando las empresas fabricantes y las asociaciones vinculadas al agronegocio aseguraban, y lo continúan haciendo aún hoy, que el glifosato es atóxico, que se disuelve o inactiva apenas toca la tierra y que además se puede tomar un vaso de RoundUp sin ningún tipo de riesgo para las personas. A pesar de la infinidad de pruebas que demuestran lo contrario, Monsanto y sus embajadores a nivel mundial y local, continúan ofreciendo garantías sobre las bondades de su producto.
Fallos internacionales
A lo largo de los años, se han repetido los juicios a Monsanto desde diferentes lugares del mundo por denuncias sobre Glifosato. En 2007, la Justicia francesa condenó a la compañía Monsanto a pagar 15.000 euros de multa por «publicidad engañosa». El herbiciba se presentaba como: «cien por cien biodegradable, limpio, respetuoso con el Medio Ambiente, eficaz y seguro, utilizado según las indicaciones del fabricante no presenta riesgos particulares para el ser humano o los animales domésticos». En su sentencia, el Tribunal de Lyon entiende que el glifosato «no es biodegradable». «Además, tanto Monsanto como Scotts France conocían las características ecotóxicas del producto y, a pesar de ello, difundieron mensajes publicitarios engañosos con argumentos ecológicos erróneos con el objetivo de hacer creer falsamente en la existencia de una inocuidad total e inmediata para el Medio Ambiente de sus productos», explicó el Tribunal.
Apenas días atrás, La Justicia en EE. UU. ordenó a Monsanto pagar 289 millones de dólares en una demanda por cáncer relacionado con glifosato. El jurado del Tribunal Superior de San Francisco afirmó que Monsanto había omitido advertir a sus consumidores sobre los riesgos de cáncer que tenían sus herbicidas. Además, La Jueza del caso afirmó que “encontraron que el glifosato sí representó un peligro sustancial y que había pruebas claras y convincentes de que la empresa había actuado con malicia y de manera represiva”.
Antología toxicológica del glifosato
Bajo este título, Eduardo Rossi publicó su libro recopilando 830 artículos científicos de todo el mundo en los cuales hay clarísimas pruebas sobre el daño que este tipo de productos están causando en la población mundial. Algunos de los títulos de los artículos evaluados son realmente alarmantes: “La exposición pasiva a los pesticidas agrícolas y riesgo de leucemia infantil en una comunidad italiana”, “Las consecuencias para la salud de la fumigación aérea en cultivos ilícitos: Colombia”; “La incidencia de cáncer entre los aplicadores de plaguicidas glifosato expuesta en el Estudio de Salud Agrícola”; “Parkinsonismo después de la exposición ocupacional crónica al glifosato”, entre otros.
El libro está prologado por el Doctor Medardo Avila Vazquez, Coordinador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, quien asegura que “en nuestro país se dispersan 300 millones de kilos de glifosato por año. Hoy cada argentinx tenemos garantizado más de 6 litros de glifosato aplicado al aire que respiramos, al agua que bebemos, al polvo que lleva el viento y que inhalamos y una buena ración en los alimentos que cada día llevamos a nuestra mesa familiar, esta utilización de glifosato por persona es la más alta del mundo”. Y agrega: “Pero esa carga potencial de exposición para las poblaciones humanas que viven en las zonas donde se cultiva soja y maíz transgénico resistente a glifosato (los pueblos fumigados) significa una carga real de exposición de 40 a 70 litros por habitante por año, de esta manera, no es casualidad que en estos pueblos agrícolas se multiplique el hipotiroidismo, el asma bronquial, los trastornos reproductivos y las enfermedades oncológicas produciendo un cambio evidente en el patrón de morbilidad y mortalidad”.
Pueblos Fumigados: Santa Fe y Córdoba en el centro de la escena
En Argentina, el grueso de la producción de soja se lleva adelante en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, lo que se conoce como la Pampa Húmeda. En esta región es en donde se encuentran los “Pueblos Fumigados” y donde se concentra el grueso del glifosato utilizado en nuestro país. En ese marco se explican las investigaciones realizadas por la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario y por el Estudio de Salud Ambiental de Monte Maíz, Córdoba, así como los resultados del Informe sobre Cáncer en la Provincia de Córdoba 2004-2009, elaborado por el Registro Provincial de Tumores.
Santa Fe. Tras un estudio realizado en 21 pueblos de la provincia de Santa Fe, ubicados en el medio de las áreas de producción agroindustrial de elementos transgénicos dependientes de agrotóxicos, Damián Verzeñassi, médico y profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario aseguró: “Hemos comprobado que ha existido un crecimiento del cáncer que oscila entre cuatro veces y media y hasta siete más que en el primer quinquenio. Cuando empezamos a ver que en los 21 pueblos nos daba incrementos similares de cáncer, de abortos espontáneos, de nacimientos con malformaciones, nos preguntamos qué había en común en todos ellos. La respuesta es que están en el medio de las áreas de producción agroindustrial con agroquímicos” y agregó que “en 2008, en Argentina había 206 casos de cáncer cada 100 mil habitantes. En algunos pueblos encontraron hasta dos mil casos cada 100 mil, casi diez veces más. En cuanto a las malformaciones, se llega a seis niños en algunos pueblos de 4.000 habitantes cuando la prevalencia es de un caso por millón”.
Córdoba. En Monte Maíz, una pequeña localidad cordobesa, habitada por 8 mil personas y con unas 45 mil hectáreas sembradas de soja y 20 mil de maíz, El Estudio de Salud Ambiental de Monte Maíz llevó adelante una investigación. La conclusión reside en: “detecta elevada contaminación con glifosato en asociación con frecuencias incrementadas de cáncer en un típico pueblo agrícola argentino” y que “la incidencia, prevalencia y mortalidad por cáncer es de dos a tres veces más elevada que los valores de referencia para todo el país. La tasa de mortalidad por cáncer fue de 383 sobre cien mil personas”, y que “según los certificados de defunción, en 2013 y en 2014, lxs muertxs por cáncer conformaban el 39% y el 34% de todos lxs fallecidxs”.
Por otro lado, el gobierno provincial realizó el Informe sobre Cáncer en la Provincia de Córdoba 2004-2009. Los resultados muestran que “mientras en la ciudad de Córdoba mueren a causa del cáncer 134,8 personas cada 100 mil habitantes al año, en cuatro departamentos del este provincial (Marcos Juárez, Presidente Roque Sáenz Peña, Unión y San Justo) que coinciden con la zona más intensamente agrícola de la Provincia, la tasa es significativamente más alta y oscila entre 216 y 229 muertes anuales cada 100 mil habitantes.
Es en este marco y ante esta realidad que el Presidente de la Nación aseguró que el fallo de la justicia entrerriana “no se basa en ningún rigor científico”.
Fuentes
http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/r-ma-18-246.html
– https://www.bbc.com/mundo/noticias-45153467
– http://reduas.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2018/08/antologia-2018.pdf
–http://reduas.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2016/09/Libro-Cancer-Provincial.pdf
– http://reduas.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2017/02/txt-ca-y-glifo-espa%C3%B1ol.pdf
– Prologo de Antologia toxicologica del glifosato, Dr. Medardo Avila Vazquez Coordinador Red de Médicos de Pueblos Fumigados.
(http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/r-ma-18-246.html)
-(https://www.bbc.com/mundo/noticias-45153467)
.http://reduas.com.ar/wp-content/uploads/downloads/2016/09/Libro-Cancer-Provincial.pdf