BALDOSA EN MEMORIA DE VALLESE: UN GRITO QUE ESTREMECE
Por Ana Belén Marrello
El 20 de julio, Día del Amigx, coincidió con la confección de la baldosa por la Memoria del obrero y delegado metalúrgico Felipe Vallese, detenido y desaparecido el 23 de agosto de 1962 por un grupo de tareas de la policía bonaerense, bajo el gobierno de facto de José María Guido, que había derrocado a Arturo Frondizi.
El encuentro, organizado por Caballito por la Memoria y Barrios por la Memoria y la Justicia, tuvo lugar en Plaza Irlanda, donde Vallese solía juntarse con sus compañeros a la salida de su trabajo en la fábrica TEA (Transfilación y Esmaltación de Alambres) S.R.L., que estaba ubicada a pocas cuadras de allí, en Caracas 940, Flores.
Su hijo, Eduardo Felipe Luis Vallese, quien tenía 3 años al momento del secuestro de su padre, estuvo presente en la actividad. “Es una alegría que compañeras y compañeros de distintas localidades, de distintos sindicatos vinieran a presenciar este humilde acto en la construcción de la baldosa. Para mí es un gran orgullo porque no estoy buscando el reconocimiento hacía mí, sino hacia quien fuera Felipe Vallese”.
Militante de la Resistencia Peronista y uno de los fundadores de la Juventud Peronista, junto a 40 compañeros, Vallese tenía 22 años al momento de su secuestro. La noche del 23 de agosto de 1962 se dirigía desde la casa que compartía con dos compañeras, el esposo de una de ellas, las dos hijas de ambxs y su hijo Eduardo, hacia la fábrica donde trabajaba en horario nocturno para el cuidado y mantenimiento de las máquinas. Eran pasadas las 23:30 cuando ocho hombres lo tomaron por sorpresa en la calle Canalejas 1776 (hoy calle Felipe Vallese) e intentaron llevárselo. Vallese resistió prendido a un árbol pero tras ser golpeado, lograron subirlo a un automóvil. Según testimonios, fue trasladado a la Comisaría 1ª de San Martín y torturado durante varios días. Buscaban a su compañero de militancia Alberto ‘Pocho’ Rearte, pero él no les dio ninguna información. Las torturas continuaron, inclusive en otras dependencias como el destacamento de Villa Lynch y casas particulares de los policías, y se cree que falleció tras el brutal tratamiento infligido. Permanece desaparecido hasta el día de la fecha. El reclamo por su aparición con vida se convirtió en una bandera de lucha y una consigna que se popularizó: “Un grito que estremece. Vallese no aparece”.
Tatiana Mabel Ruarte Britos, primera nieta restituida y referente de la Comisión por la Memoria Caballito, detalló: “Se trata del primer desaparecido en la Argentina, antes de la dictadura cívico militar del 76. Emblematicamente, parte de la historia argentina implicaron los anteriores golpes de Estado, en donde también hubo desaparecidos, persecución y tortura. Queremos visibilizar eso, que antes había habido un proceso militar que venía silenciando a los compañeros y Felipe representa un trabajador muy comprometido con sus compañeros del sindicato de la UOM”.
De la actividad participaron, además, referentes sindicales de la Federación Nacional de Camioneros que conducen Hugo y Pablo Moyano, del Sindicato Unidos Trabajadores Custodios Argentinos y del Sindicato Único de Trabajadores del Peaje y Afines. Sergio Sánchez, Secretario General de Peajes – CGT, expresó: “En este momento, en que hay un gobierno nefasto en el Estado, reivindicar a los trabajadores desaparecidos y sobre todo a los compañeros que lucharon es el lugar donde hay que estar. Y levantar esas banderas para que haya más militancia, en la calle sobre todo. Hubo mártires que dieron la vida para que el movimiento obrero sea hoy cabeza y tronco del gobierno que venga a futuro, que sea nacional y popular”.
La patota de la bonaerense que participó del secuestro de Felipe Vallese estaba comandada por el comisario Juan Fiorillo, quien luego participó de la organización paramilitar de las Tres A y, durante la última dictadura cívico militar, operó junto a los genocidas Ramón Camps y Miguel Etchecolatz. Fiorillo participó del operativo en la casa del matrimonio Mariani-Teruggi en La Plata, donde fueron asesinadxs Diana Teruggi y cuatro compañeros de militancia, y fue secuestrada Clara Anahí, de cinco meses. Mientras que Daniel Mariani, que no se encontraba en la vivienda, fue secuestrado y asesinado meses después en La Plata. El ex Comisario, que ya había estado detenido por la desaparición de Vallese, murió impune en mayo de 2008, sin recibir una condena, poco antes de que se iniciara un juicio oral en su contra por delitos de lesa humanidad.
La baldosa en memoria de Vallese será colocada el viernes 23 de agosto a las 17:00 en la puerta de la casa donde vivió, en Morelos 628. Se trata de la cuarta baldosa confeccionada en memoria de Felipe Vallese. La primera en realidad es una placa que había colocado el padre del delegado gremial en la puerta de su casa, pero fue quitada por la policía. La segunda fue inaugurada el 20 de abril de 2012 en el patio del colegio Hipólito Vieytes, en Avenida Gaona 1502, donde estudió el obrero metalúrgico, junto a los nombres de 19 alumnxs más que fueron secuestradxs por el Terrorismo de Estado. Mientras que el año pasado, en el aniversario número 56 de su secuestro, se colocó una baldosa en la puerta de la fábrica TEA, “donde trabajó y defendió los derechos de los trabajadores”.
“Cada baldosa que colocamos es muy emocionante; muy interesante lo que sucede también. Son huellas que dejamos en cada vereda”, expresó Santiago Schuffer, artista plástico e integrante de Caballito por la Memoria y de Barrios por la Memoria y la Justicia. Y agregó: “Felipe Vallese es como un símbolo porque fue el primer desaparecido, con la misma metodología que después la dictadura usó con los demás. Acá, en la Plaza Irlanda Felipe se juntaba con los amigos, salía de la fábrica y venía para acá”.
En diálogo con Revista PPV, Schuffer relata además que a las baldosas las hacen a pulmón, no reciben ningún tipo de subsidio estatal, pero sí les viene bien la colaboración de lxs vecinxs y quienes puedan acercarse a las confecciones y colocaciones de las baldosas. Allí, encontrarán cuadritos con pañuelos de las Madres y Abuelas que el pintor imprime coloridos sobre fondos verdes, negros y violetas. Cada uno vale 400 pesos y, de esa manera, el colectivo Caballito por la Memoria puede adquirir el cemento, el alambre, la madera, las venecitas, las letras y otros materiales para las baldosas. También se los puede contactar a través de [email protected] y en la página de Facebook: Caballito por la Memoria.