“ALGUNAS COSAS DE LOS CUENTOS CLÁSICOS SIGUEN SIENDO PELIGROSAS”

Entrevista a Nadia Fink, autora de la colección Antiprincesas

“ALGUNAS COSAS DE LOS CUENTOS CLÁSICOS SIGUEN SIENDO PELIGROSAS”

Por Darío Ferrazzano

Cuentos. Fábulas. Historias. Durante nuestra infancia leímos y nos han leído muchas de estas formas literarias. ¿Quién no se acuerda de ese disfrute de las voces de mamá y papá leyéndonos algo hasta que el sueño nos vencía para dormirnos y soñar, quizás, con seguir la historia a nuestra manera, dándole nuestro propio final?

Siempre hubo cuentos/historias infantiles que perduraron por generaciones, casi sin modificarse, sin cambiar una sola coma. Y la línea era (casi) siempre la misma: el joven héroe esbelto y fornido atravesando riesgos incontables hasta llegar a la princesa que siempre lo estaba esperando. Cenicienta estaba confinada a la humillación y maltrato de sus hermanas y madrastra hasta que llega el príncipe y la saca de allí. La Bella Durmiente no puede hacer otra cosa que esperar dormida a que un hombre la despierte, y así se podría seguir hasta llegar siempre al mismo final “feliz”.

En 2015 nació esta idea de hacer cuentos para lxs niñxs que se propone romper con todos estos paradigmas culturales establecidos, más acorde a los tiempos actuales: Antiprincesas. Son cuentos donde el protagonismo lo tiene la mujer, que rompe las cadenas y sale de ese lugar al que estaba destinada por la historia y escribe su propio final feliz. Nadia Fink es la escritora de estos libros, la fuimos a ver para charlar y saber un poco más sobre ella y las Antiprincesas.

¿Cómo te acercaste al mundo literario infantil?

El camino es bastante largo porque hace 20 años me recibí de maestra jardinera y en ese horizonte siempre tuve una discusión con los cuentos clásicos, pero sobre todo por el papel pasivo en donde se encontraban las niñas/mujeres. No tanto del lado del feminismo, porque no lo conocía, sino más bien porque la pasividad siempre me espantó. Nunca perdí el gusto por la literatura infantil porque siempre me pareció que era un horizonte creativo alucinante, siempre me gustó leer cuentos para chicas y chicos y me fui actualizando.

¿Te acordás cuál fue el primer cuento que leíste o que te leyeron?

¡Uuuffff, me hiciste ir muy para atrás! Me acuerdo de algunos de Constancio Vigil, que eran con moralejas. Me acuerdo de algunas fábulas de Esopo y cuando empecé a leer, lo primero que recuerdo haber agarrado y tomado con bastante entusiasmo (sobre todo a la hora de la siesta) fue Mafalda, pero eso cuando ya tenía 6 años.

Hablabas de la pasividad de las mujeres en los cuentos infantiles, ¿creés que parte del comportamiento de lxs actuales adultxs se deben a este tipo de formación que recibieron en su infancia?

A mí me parece que no depende sólo de eso. Creo que los cuentos por sí solos no cambian todo, pero sí a veces son instrumentos que complementan otras miradas, otras educaciones. Me parece que muchas adultas han roto moldes a través de la historia y en la actualidad (muchos adultos también), pero hay algo del cuento clásico, la publicidad televisiva y las novelas que se repite: hoy en día va a comenzar una nueva novela donde la mucama se enamora del dueño de la casa. Eso me llama la atención porque, si bien han pasado muchos años y los cuentos clásicos nacieron con ciertas miradas, tenían una razón de ser en la época medieval, pero si eso lo llevamos a una metáfora, el castillo no deja de ser el hogar donde la mujer está protegida y el bosque es ese otro lugar donde está la bestia y el peligro. Creo que, sin embargo, muchas mujeres han roto con eso, pero hay cosas que siguen siendo bastante peligrosas de esos cuentos y que tienen muchísima vigencia. Después no es solamente eso sino el factor de la educación propia, el entorno y el lugar en donde se desarrolló (el ahora adulto) y un montón de otras cosas.

Ya me anticipaste algo con Mafalda, pero no quiero dejar de preguntarte qué personaje (de ficción o de la historia) te llamó más la atención de chica…

Mafalda fue lo primero que leí y me gustaba porque algunos chistes los entendía y algunos no, y a medida que avancé en el tiempo la fui descubriendo y releyendo de otra manera. Entonces siempre había un mundo por descubrir. Me encantaba Mafalda pero también me encantaba Guille, me reía mucho de Felipe, a Susanita la odiaba… También un personaje que me llamó la atención de muy chica fue el de la serie “Pie Grande y el niño salvaje”, me gustaba mucho jugar a eso y ser el niño salvaje, así como ser Diana en “V, invasión extraterrestre” porque era una mujer de armas tomar.

¿Hay en la actualidad más cantidad de personajes como Diana, mujeres de armas tomar, en las historias?

Creo que cada vez se suman más de este tipo de mujeres a las historia, hasta Disney se dio cuenta de que tenía que romper con algo de eso y fijate que las protagonistas suelen ser mucho más activas: Frozen, Rapunsel, Valiente, Mulán… hay algo que va cambiando en el protagonismo de las mujeres, por ahí no cambian otras cosas, pero en ese sentido se está notando que no se puede luchar contra este cambio fuerte que están llevando adelante las mujeres.

De a poco se va rompiendo con ese paradigma cultural. Metiéndonos de lleno en las Antiprincesas, ¿nació como una necesidad?

En realidad no, no voy a ser tan pretenciosa. Era una idea que teníamos hace bastante tiempo con el diseñador, luego se acopló Pitu Saá que cerró la idea que veníamos gestando: hacer cuentos para chicas y chicos y recrear historias para la infancia que ya veníamos escribiendo para grandes. Fridda (NdR: el primer libro editado) nace en abril de 2015 y el 3 de junio de ese año fue el primer #NiUnaMenos, donde todo este movimiento de mujeres se hizo muy presente en las calles y en la cotidianeidad de todo (de los medios, de la sociedad). Creo que eso terminó de cerrar y de demostrar que sí, evidentemente, había una necesidad de generar esto.

¿Cómo fue recibido por las chicas y chicos y por las adultas y adultos? ¿Cómo es la devolución que recibís?

Es muy buena. Hemos crecido muchísimo en estos casi 3 años y lo bueno es que no sólo les gustó a los adultos y adultas, que son los que median con las chicas y chicos para comprar los libros, sino que después era las y los peques los que seguían pidiendo los libros, y que los leen y releen. Ese era un poco nuestro objetivo: que no sean sólo libros para trabajar algo sino para que sean cuentos que realmente se puedan leer una y otra vez.

¿Tenés pedidos especiales para que salga alguna Antiprincesa determinada? El deseo (y atrevimiento) de este periodista llega a pedirte por Hebe…

Bueno, tu deseo va a ser realidad (risas). Nuestras próximas Antiprincesas son las “Antiprincesas de Plaza de Mayo”. Decidimos no tomar ninguna figura de Madres y Abuelas, sino contar una historia a partir de la restitución de un nieto o una nieta (todavía no está definido) y hablar de identidad, de la historia de Madres y de Abuelas, de la búsqueda para aún de sostener la memoria, la verdad y la justicia. Decidimos que en la tapa hubiera una abuela anónima y que pudiéramos hablar de la búsqueda colectiva y del crecimiento colectivo que nos parece muy importante para destacar en su caminar. Así que en marzo se vienen las Antiprincesas de Plaza de Mayo

Siempre tenemos pedidos del público (que es una parte súper importante en esta colección) que todo el tiempo nos está interpelando, escribiéndonos y retándonos si creen que nos olvidamos de alguna.

Para conseguir los cuentos de Antiprincesas:
Facebook Antiprincesas Chirimbote(allí están todos los puntos de ventas)