A LOS SALTOS

Australia y Francia, censura y negocios

A LOS SALTOS

Por Daniel Bello

La semana pasada se conoció que Google le pagará más de 23 millones de dólares anuales por cinco años a la corporación mediática australiana Nine Entertainment por utilizar sus contenidos.
Se espera que para finde mes se firme finalmente el acuerdo por el que Google podrá disponer de todos los activos: periódicos, canales de televisión, radioemisoras y medios digitales.

Se rumorea que también firmó una carta de entendimiento con Seven West Media, otro gran grupo de comunicación – también de Australia-, y que se podrían alcanzar acuerdos semejantes con otros grupos como la cadena ABC, Guardian Australia y News Corp Australia.

Más allá de que suele presentarse esta situación como un beneficio económico la intención de Google estaría vinculada con el proyecto en el que pretende trabajar el parlamento australiano para reformar el Código de Negociación Obligatorio para Plataformas Digitales y Medios de Comunicación.

Este proyecto, que ya obtuvo su aprobación en la Cámara de Representantes de Australia -cuenta con 150 representantes- y estaría siendo tratado por el Senado – 76 miembros – a mediados de esta semana, propone que las plataformas digitales deben negociar pagos con editores y emisoras locales por el contenido incluido en sus resultados de búsqueda o servicios de noticias: si no hay acuerdo, las autoridades designan un árbitro que fijará el precio, si la situación se mantiene un tercero, independiente, tendría intervención.

Es decir, con el proyecto de ley se busca que las plataformas compartan ingresos con los medios de comunicación.

Claramente, Google, mediante esta avanzada busca operar a través de los medios locales para poder dirimir e influir sobre el futuro debate de dicha regulación.

Por su parte, Facebook, también en clara defensa corporativa, informó que restringirá la visualización e intercambio de noticias en Australia.
O sea, aplicará la censura.

William Easton, director general de Facebook Australia y Nueva Zelanda, señaló: “Fundamentalmente, la propuesta de ley malinterpreta la relación entre nuestra plataforma y los medios que la utilizan para compartir noticias. Y nos ha puesto frente a una dura elección: intentar cumplir una legislación que desconoce la realidad de ese vínculo, o dejar de permitir la presencia de noticias en nuestros servicios en Australia. Con mucho pesar, elegimos hacer lo segundo”.

Easton tampoco ahorro palabras a la hora de amenazar: “Estábamos listos para lanzar Facebook News en Australia y aumentar significativamente nuestra inversión en medios locales, pero solo si las reglas que se aplicarían son correctas. Esta legislación sienta un precedente en el cual el gobierno decide quién participa en esos acuerdos sobre contenido de noticias y, en última instancia, cuánto se paga a quien ya está obteniendo valor de ese servicio gratuito. A partir de ahora, daremos prioridad a inversiones en otros países como parte de nuestros planes para nuevos programas de licencia en noticias”.

Claramente, aparece una avanzada de Facebook sobre qué rol debería tener un Estado frente a las plataformas y su modelo de negocios.
También cómo será el mecanismo de negociación: monopolio o censura.

Francia

En la misma semana que Google desembolsaba dinero en Australia, la plataforma se comprometía con un grupo de 121 medios de prensa franceses a pagar, por utilizar sus contenidos, unos US$ 76 millones en tres años.
De esta manera trató de zanjar definitivamente una disputa de derechos de autor que llevaba casi más de un año.

La agencia de noticias Reuter, que según indicó pudo acceder a los documentos, informó que dentro de esos 76 millones de dólares hay 10 M que serán a cambio del compromiso de los editores de no demandar por reclamos de derechos de autor durante tres años.

Es necesario remarcar que la agencia de noticias Reuters llegó en enero a un acuerdo con Google para ser la primera proveedora global de noticias de Google News Showcase.

Por su parte, AFP, emitió una queja ante el organismo de control antimonopolio francés contra Google y en consecuencia surgió un acuerdo con Alliance de la presse d’information generale (APIG), un grupo que representa a la mayoría de las principales editoriales francesas. A su vez, este grupo también solicitó a Google que extienda esos acuerdos de derechos de autor a las agencias de noticias.

En 1919, en Argentina, ocurrió la primera huelga de periodistas encabezadas por Octavio Palazzolo que reclamó mejores condiciones laborales cuando los dueños de los diarios se llenaban los bolsillos mediante la publicidad.
Esa lucha, llevó a constituir una de las primeras experiencias sindicales del periodismo y bajo el gobierno de Juan Domingo Perón se tradujo en realidad efectiva cuando el decreto 7618/44, el Estatuto del Periodista Profesional, se transformó en la Ley 12908.

Hace poco se conoció que trabajadores de Google se habían organizado en torno a un sindicato, estas discusiones entre plataformas y medios, abren, entonces un gran escenario para que aquella vieja lucha se reedite en una en versión 2.0.
Acaso, para que ese Estatuto sea completado con los nuevos avances que afectan e inciden sobre nuestro oficio.

Es necesario, entonces, que crezcan los espacios de debate y discusiones en torno a estos temas para poder avanzar, las plataformas y los medios están acordando sin nuestra presencia.