“ESTOY SEGURA DE QUE ERAN POLICÍAS”
Zulema Soto fue torturada y violada en Moreno
Por Amadora Pajolchek
En un nuevo caso de violencia institucional contra las mujeres, Zulema Soto (55 años) fue violada, torturada y asfixiada por cuatro hombres, que presuntamente serían policías.
La madrugada del 16 de noviembre, en la localidad de Francisco Álvarez, partido de Moreno, cuatro hombres, uniformados y armados como policías locales irrumpieron en su casa.
La hicieron caminar descalza sobre vidrios de botellas rotas. Le hicieron cortes en la espalda, en los brazos y en las piernas. Le pusieron un arma 9 milímetros en la cabeza, la golpearon en la cabeza con un tonfa. Después la violaron y quedó inconsciente. “Queremos la plata del plazo fijo”, le habían exigido mientras la torturaron.En declaraciones a la prensa Zulema contó: “Tengo cortes desde los pechos hasta las piernas. Estuve una semana en una clínica para recuperarme. Me destruyeron la vida”. Además, asegura: “Tengo muy presente sus caras. En la fiscalía me quisieron mostrar fotos de ex detenidos pero yo pedí ver fotos de policías. Estoy segura de que lo eran”.
Luego de radicar la denuncia en la comisaría primera de Moreno, Zulema y su familia solicitaron custodia policial para su domicilio, a lo cual los efectivos le respondieron: “si por cada robo tenemos que poner custodia policial, no tendríamos efectivos”.
Su familia sostiene que estos actos fueron cometidos por oficiales de la Policía Local del distrito ya que dos días antes, uno de los hijos de Zulema había cobrado una suma de dinero, proveniente de un accidente laboral y fue víctima del robo del mismo. Esa vez, al hacer la denuncia en la sede de la Comisaría 1ra de Moreno (en compañía de su madre) mencionaron la existencia de un plazo fijo y el monto del dinero sustraído, información que sólo poseían los integrantes de esta Institución.
Desde ese día, Zulema no duerme en su casa, el miedo no la deja volver. Deambula entre hoteles y las casa de familiares y amigos. Tuvo que cambiar su vida, piensa la posibilidad de irse lejos de Buenos Aires, porque ella y su familia creen que no están a salvo.