Y FINALMENTE, GARCÍA MANSILLA RENUNCIÓ A LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Por PPV
Luego de la contundente respuesta del Senado de la Nación que con 51 votos en contra y 20 a favor rechazó el nombramiento por decreto del jurista Manuel García – Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y a pesar del Per Saltum solicitado por el gobierno nacional, en el mediodía de hoy el letrado envío una carta de siete páginas a Javier Milei en el que manifiesta su renuncia indeclinable a continuar en el cargo.
Previo a esta decisión, el Senador nacional y Secretario de Justicia del Partido Justicialista, Martín Doñate presentó, en horas de esta mañana, una denuncia penal contundente contra el Dr. Manuel García Mansilla por usurpación de autoridad pública, tras persistir en el ejercicio ilegítimo como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, aún después de que más de dos tercios del Senado rechazaran su designación.
“Estamos frente a un verdadero golpe institucional. La permanencia de García Mansilla en la Corte, luego de un nombramiento inconstitucional por decreto y el rechazo expreso del Senado, rompe el contrato democrático y destruye la seguridad jurídica en la Argentina”, afirmó Doñate.
El decreto presidencial que lo designó no sólo violó el procedimiento establecido en la Constitución Nacional (artículo 99 inciso 4), sino que el Senado rechazó expresamente su pliego con una mayoría calificada el pasado 3 de abril. A pesar de ello, García Mansilla continúa firmando resoluciones en nombre de la Corte Suprema, en una de las más graves afrentas al Estado de derecho desde el retorno de la democracia.
“La seguridad jurídica en Argentina ha quedado aplastada. ¿Qué garantías puede tener un ciudadano, una PyME, una gran inversor externo, una empresa nacional o un trabajador si las decisiones del máximo tribunal pueden estar firmadas por quien usurpa un cargo contra la voluntad del Senado y la Constitución?”, cuestionó el senador.
Doñate invocó el artículo 246 del Código Penal, que castiga la usurpación de funciones públicas, como tipificación provisoria. Sin embargo, advirtió que la denuncia penal presentada hoy deja expresamente abierta la posibilidad de que la investigación determine otras figuras delictivas contempladas en el Código Penal, dada la magnitud institucional del hecho y sus consecuencias jurídicas.
“Esto no es una discusión académica, es la configuración concreta de un delito penal en ejercicio”, sostuvo, y agregó: “Cada día que pasa agrava la situación jurídica de García Mansilla como el máximo responsable de llevar a la Argentina a un conflicto de poderes de dimensiones desconocidas en democracia y de una oscura mancha que deja en la historia institucional del país”.
Finalmente, Doñate sentenció: “Si esto se permite y no se actúa inmediatamente, mañana cualquier presidente podrá designar a jueces por decreto, ignorando al Senado y reduciendo la República a una farsa. No lo vamos a permitir. El pueblo argentino tiene derecho a un Poder Judicial independiente, legítimo y respetuoso de la ley. La democracia no se negocia”.
La carta de García – Mansilla
Manuel García – Mansilla que había asumido, el pasado 27 de febrero, como juez de la CSJN en un acto secreto luego de la firma del decreto presidencial se vio obligado a renunciar y lo hizo por medio de una extensa carta que elevó, hoy 7 de abril, al presidente Javier Milei.
En ella manifiesta su renuncia indeclinable al cargo al cual fue asignado en comisión de manera ilegal y al cual había declarado que jamás iba a asumir si era vía decreto presidencial.
Ante ello, y a modo de explicación de su propia contradicción, señala en la carta que asumió dicho cargo “con la convicción de que la falta de integración de la Corte Suprema era un grave problema institucional que requería una solución urgente”.
“Es francamente sorprendente que, a pesar de la importancia y del peso que tiene cada juez en un tribunal con una integración tan reducida, se hubiera naturalizado la existencia de una vacante sin cubrir durante un lapso tan prolongado”, subrayó, para luego colocarse en lugar de víctima al señalar que “en las últimas semanas hubo quienes me acusaron directamente de haber pretendido engañar a los senadores presentes ese día. Es más, esa fue la inverosímil excusa que utilizaron algunos senadores para pretender fundar su rechazo a mi pliego por una supuesta falta de idoneidad moral».
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