UNA VICTORIA MÁS QUE FUTBOLÍSTICA
Por Darío Ferrazzano
El triunfo de la Selección Argentina de fútbol el pasado viernes 9 de diciembre frente a Países Bajos no se limita sólo al rectángulo de juego, sino que lo traspasa. Va más allá. Es una victoria deportiva e institucional, sienta las bases de una construcción que va a contener a la actual generación pero también a las que están asomando y a las que vendrán. Es una victoria pensando en el futuro y a largo plazo.
No es novedad que detrás del fútbol haya intereses y sobre todo si se trata de una de las selecciones más importantes a nivel mundial. Los tejes y manejes de los operadores (no tan) silenciosos están saliendo a la luz quedando expuestos inevitablemente por los buenos resultados, y no sólo en la presente Copa del Mundo.
Desde la asunción de Claudio Chiqui Tapia como nuevo Presidente de la AFA tras aquella bochornosa y fallida elección que culminó empatada en 38 y luego de la pálida actuación y eliminación del Mundial Rusia 2018 (con un técnico criticado por los propios jugadores), el fútbol argentino comenzó a transitar un camino de refundación. En lo estrictamente futbolístico se apostó por un proyecto a largo plazo: La elección de Scaloni por sobre un técnico con más trayectoria fue acertada. Se buscó alguien que, al ser de una generación anterior a los actuales jugadores, tuviera más llegada y más entendimiento con los protagonistas. Además, no llegó solo sino que está acompañado por gigantes de la Selección como El Muro Walter Samuel, El Ratón Roberto Ayala y El Payasito Pablo Aimar. Ex jugadores que lucieron la camiseta nacional hasta no hace poco y que saben de qué se trata.
Desde lo institucional hay una gran deuda, es cierto, y es la poca organización de los torneos oficiales de Primera División. Si bien es cierto que desde hace años, primero con la Superliga y ahora con la Liga Profesional, estas cuestiones no son de exclusividad de la AFA sino que los clubes se autoregulan con un ente para organizar los torneos y discutir cuestiones económicas como el reparto de la plata de televisación. Los campeonatos con casi 30 equipos, los distintos modos de disputarlos, los calendarios apretados son sin dudas falencias que tiene el fútbol nacional actual pero que no son temas exclusivos de la AFA, sino que la trasciende. Quizás sea momento de plantearse volver a las bases y que la AFA sea quien tome estas decisiones, pero hasta que no pase será cuestión de ir acomodándose a estos desfasajes.
Lo que hoy vivimos con fervor y esperanza de revivir la historia que supimos escribir en el fútbol es fruto, sin dudas, de este proyecto que se empezó a escribir hace 4 años y que tiene un gran futuro. Este proyecto es mantener el fútbol argentino como lo que siempre fue: una pasión popular, sin dueños, de la gente, del socio y socia que pagan mes a mes sus cuotas y que deciden a través del voto quién lleva adelante las riendas del equipo de sus amores. Claro que frente a esto hay intereses muy grandes que buscan otra cosa y que operan diariamente para generar un desgaste que lleve los destinos del fútbol para otro lado. A quienes persiguen esos intereses no le importa si la Selección gana o no el Mundial, van por otra cosa. Por eso esta victoria frente al conjunto europeo es más que futbolística.
EL LATENTE INTENTO POR UN FÚTBOL DE SOCIEDADES ANÓNIMAS Y SU UTILIZACIÓN POLITICA
Uno de los principales intereses que mueve el fútbol es la plata. Y en el afán de conseguir más y más muchos empresarios ven con buenos ojos la privatización de los clubes de fútbol, de acaparar el dinero que trae aparejado como los derechos televisivos, los sponsors y el merchandaising, así como vender los nombres de los estadios y que dejen de llamarse como glorias del club para pasar a llamarse con los nombres de las empresas que ponen plata. El ejemplo más actual de esto es la venta del nombre del estadio de River Plate que pasó de llamarse Antonio Vespucio Liberti a ser el Mâs Monumental, sacando de la puerta del mismo el nombre del histórico dirigente.
En Argentina hubo un primer intento de privatización de clubes cuando en un nefasto y oscuro día para el fútbol la síndica Liliana Ripoll dio por extinto a Racing Club, dando lugar a Blanquiceleste S.A. La empresa gerenciadora estuvo a cargo del fútbol del club hasta que en 2007 la justicia dictaminó la quiebra de la empresa y con ello, la vuelta del club a manos de sus socios y socias luego de 7 años de reclamos.
Pero la privatización de los clubes no es sólo cuestión de plata. Muchos empresarios llegaron a presidir clubes con intenciones de ir más allá y lanzar o afianzar su carrera política así como Boca fue un bastión del Macrismo durante más de dos décadas, posicionando a Mauricio Macri primero como Diputado Nacional, para luego ser Jefe de Gobierno de la Ciudad y por último llegar a la Presidencia de la Nación.
Otro ejemplo claro de la utilización de los clubes con fines de posicionamiento político es San Lorenzo que supo llevar en sus listas a Matías Lammens, luego devenido en dirigente político y candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Tinelli también utilizó a San Lorenzo para intereses propios y llegar así a la presidencia de la AFA. Previo a este intento de San Lorenzo, el empresario televisivo había hecho un primer intento de ingresar al mundo privado de los clubes cuando adquirió el equipo Badajoz de España, el cual terminó quebrando y desapareciendo.
Está claro que una AFA fuerte, con dirigentes que pregonen por los intereses de los socios y socias y no por intereses meramente económicos, estas situaciones van a ser cada vez más aisladas. Por eso, una victoria como la de ayer fortalece el proyecto iniciado y aleja fantasmas que no queremos ver.
LAS PERMANENTES OPERACIONES PERIODISTICAS
De la mano con el punto anterior vienen las operaciones periodísticas para que se haga realidad los intereses personales. Es así como varios medios de comunicación dedican toda su programación a pegarle y desestabilizar a quienes están en puestos decisivos con el fin de hacer campaña para que se vayan y vuelvan los que a ellos les conviene. Casos sobran: Desde que asumió Ameal junto a Riquelme en Boca son constantes los ataques que recibe la dirigencia por parte de las señales que hoy por hoy tienen los derechos televisivos de los partidos, mientras que lo que pasa en River Plate es elevado a la idealización misma, parece literalmente que viven en Disney. Esto está claramente alineado a los intereses de los dueños de ese grupo de medios como bien contó hace tiempo Flavio Azaro en su canal de YouTube.
Por eso no es de extrañar los comentarios anti-selección que se vieron últimamente publicados en los twitters de algunos periodistas, así como notas desalentadoras que no hacían más que pegarle a la Selección y sus integrantes aún cuando la situación futbolística es muy buena. Comentarios y notas que por buen gusto y por convicción optamos por no replicar.
Son los mismos periodistas y exjugadores que llegaron a hacer un minuto de silencio por la Selección cuando perdió en el Mundial 2018 o los mismos que durante la Copa América querían que pierda la Selección porque preferían pensar con la cabeza y no con el corazón. Esa fue la operación más reciente en pos de sacar al técnico para poner a otro de su agrado: mientras Scaloni llevaba adelante la Copa América en un canal de televisión Marcelo Gallardo se prestaba a la opereta auto postulándose como futuro técnico mientras reprochaba que en la AFA no había proyecto. Por eso hay que prestar mucha atención a qué es lo que comunica cierta gente que desea que pierda la Selección por intereses personales como bien contó Pablo Carrozza en este video.
Lo bueno es que la opereta (por ahora) no prosperó y que Gallardo estaba equivocado. Proyecto hay, no sólo futbolístico sino también dirigencial. Por eso es tan importante la victoria contra Países Bajos, por eso es tan importante tener un muy buen Mundial, por eso es tan importante apoyar a Scaloni, Messi y al equipo en su conjunto: no sólo están a dos pasos de darnos una alegría tan postergada, sino que van a afianzar las bases para que el fútbol argentino siga siendo de la gente.