Cuba:
UN INTENTO DESESTABILIZADOR CON OLOR A ESTADOS UNIDOS
Por Beatriz Chisleanschi
Desde el 1º de enero de 1959, día que marca el triunfo de la Revolución Cubana encabezada por Fidel Castro Ruz, que Estados Unidos idea, organiza y ejecuta ingentes esfuerzos por poner fin al “hecho maldito americano”.
Imperdonable, para el imperio, perder al país que, como bien se muestra en la serie de Coppola “El Padrino”, era epicentro de la prostitución y el juego ilegal.
Un “monstruo grande” que intenta pisar fuerte y aplastar, de una vez y para siempre a la revolución cubana y que carga sobre sí 62 años de fracaso en su intento colonizador.
La Isla, de apenas 109.884 km2, con un poco más de 11 millones de habitantes enfrenta al poderío económico, armamentístico e ideológico más grande del mundo a fuerza de inclusión social, alta formación educativa, desarrollo en ciencia y salud que es modelo planetario, y una fuerte convicción fundada en las ideas de Martí, Fidel y de lo que les ha dado la Revolución. Nada compatible con un sistema opresor, desigual e indigno como propone el sistema capitalista liderado por EE.UU.
El pasado 11 de julio fuimos testigos de un nuevo intento por parte del país del norte de desestabilizar el proceso revolucionario. En doce localidades diferentes, entre ellas, el Centro de la Habana, Camagüey, San Antonio de los Baños, y otras más pequeñas reunieron a no más de 500 personas cada una en una protesta contra el mal manejo de la pandemia de parte del gobierno de Miguel Díaz Canel y quejarse por la escasez de alimentos, de productos de aseo y medicamentos y por los asiduos cortes de luz.
Un día antes, Cuba había denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que estaba siendo blanco de ataques por medio de noticias falsas y fake news que partían desde EE.UU: “Nuestro país a diario está sometido a avalanchas de este tipo de informaciones, divulgadas por plataformas digitales que radican y disponen de financiamiento federal en otro país”, advirtió el diplomático Jairo Rodríguez al intervenir en un diálogo interactivo sobre libertad de expresión.
Es imposible hablar hoy de Cuba y sus carencias si no se menciona el bloqueo irracional, injusto y genocida al que el Imperio ha sometido a la Isla desde el año 1962 a estos días, el cual fue reforzado por la Ley Helms-Burton aprobada por el Capitolio en el año 1996, que establece la imposibilidad de hacer negocios en el país o con el gobierno cubano. Un bloqueo de carácter económico, comercial y financiero que llega al extremo de impedir el ingreso de comercialización de alimentos y medicinas. E incluso, en medio de una pandemia, como la que vivimos desde hace un año y medio, no se permitió el ingreso de respiradores ni de jeringas. Mientras que Cuba avanza en la creación de tres vacunas contra el Covid-19, la Soberana, Abdala y Mambisa, esta última será la única que se administraría en forma oral en el mundo, en Argentina se lanzó la campaña “Jeringas para Cuba. Tu solidaridad rompe el bloqueo” que invita a la población en general a realizar un aporte económico para la compra de tan importante insumo.*
Año tras año los países del mundo votan en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el fin del bloqueo. Desde el año 1992 a la última que se realizó este año, ha sido creciente el apoyo a Cuba, sin embargo Estados Unidos y su aliado Israel continúan con su voto en contra. Un triunfo en términos diplomáticos que EE.UU. se niega a oír.
El bloqueo trae, indefectiblemente, dificultades en la vida cotidiana de lxs cubanxs, aupado en ellas y en la crisis a la que la pandemia sometió a la humanidad, el país del Tío Sam encontró un espacio propicio para extender sus tentáculos.
¿Autoconvocadxs o convocadxs desde las sombras?
Investigaciones y denuncias de distinto orden demuestran cómo las movilizaciones del domingo 11 de julio, las cuales tuvieron más de amplificación que de cantidad de manifestantes, lejos estuvieron de ser un clamor nacidas de las entrañas del pueblo cubano y mucho de organización desde las sombras.
Un video realizado por el periodista Juan José del Castillo “el Jota”, que se encuentra en su canal de Youtube Prensa Alternativa, demuestra cómo la frase convocante a las concentraciones “Cuba decide” que se repetía de igual manera, con el mismo logo y las mismas banderas en los doce puntos donde se desarrollaron las protestas, confluyen en el mismo lugar, la Fundación para la Democracia Panamericana, que preside Rosa María Payá, una cubana residente en Miami, dueña de la marca “Cuba decide”. Payá tiene vínculos con el titular de la OEA, Luis Almagro; con el senador estadounidense Marcos Rubio promotor de una invasión a Venezuela; con Carlos Vecchio, el representante del venezolano Juan Guaidó en EE.UU., y con la golpista boliviana, Jeanine Añez, entre otros. También la Fundación premió a German Tertsch, eurodiputado por la formación política Vox, el partido de ultraderecha español.
Pero, como bien sabemos la llamada “Nueva derecha”, aunque de nueva poco tiene, ha encontrado en las redes sociales su lugar de construcción política.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, acusó al presidente Biden, y, en particular a la administración del Estado de Florida de aportar dinero para articular la campaña desestabilizadora a través de la empresa Proactivo Miami Foundation Inc, creadora y difusora del hashtag #SOSCuba que se convirtió en tendencia mundial.
Asimismo, el analista español Julián Macías Tovar realizó desde su cuenta de Twitter un desmenuzado análisis sobre la campaña internacional contra la Revolución Cubana, la cual fue lanzada fuera de la isla y cuenta con un referente argentino, Agustín Antonneti, un operador político de derecha integrante de la Fundación Libertad, que se encuentra muy cómodo armando operaciones contra los gobiernos de izquierda o populares de América Latina.
Esa operación, denuncia Tovar, hizo uso intensivo de algoritmos, robots y cuentas creadas especialmente para la ocasión: “La primera cuenta que usó el HT #SOSCuba relacionado con la situación de la COVID en el país fue una localizada en España. La misma puso más de mil tuits tanto el 10 como el 11 de julio, con una automatización de 5 retuits por segundos”.
“Algunas de las curiosidades del HT es la repetición de tuits exactos, en las que vemos este tipo de patrones automatizados con cientos de miles de tuits y número similar de seguidos y seguidores, por el sistema automatizado de ganancia de seguidores” -continúa en su pesquisa Tovar.
También denuncia la manipulación en el uso de imágenes y, como “El Jota”, en los videos que daban cuenta de las movilizaciones.
Campañas orquestadas y diseñadas por el país del norte en complicidad con ONG sdisfrazadas de defensoras de los Derechos Humanos y la Libertad continúan en su tarea incesante por ponerle fin a Cuba, el legado de Fidel y su revolución. Mientras tanto, en distintas partes del mundo se llevaron a cabo movilizaciones en solidaridad con Cuba y su pueblo y su presidente Miguel Díaz Canel hizo, desde su cuenta de TW, “un llamado a la solidaridad y a no dejar que el odio se apropie del alma cubana, que es un alma de bondad, cariño y amor. No permitamos que nos desunan los que no quieren lo mejor para nuestra nación. ¡Ojo! Lo que hoy cuentan las redes sociales no es nuestra #CubaViva”.
“Su asalto al poder carece de principios que lo legitimen, ríase si quiere, pero los principios son a la larga más poderosos que los cañones. De principios se forman y alimentan los pueblos, con principios se alimentan en la pelea, por los principios mueren.” -le escribió Fidel Castro Ruz a Fulgencio Batista en el año 1953.
“De principios se forman y alimentan los pueblos, con principios se alimentan en la pelea, por los principios mueren.” –grita el pueblo una y otra vez ante cada intento de Estados Unidos por terminar con el socialismo cubano.
Quienes deseen aportar para la compra de jeringas, pueden hacerlo depositando en la siguiente cuenta: Banco Credicoop Cta. Cte. $: 191-173-010100/3
CBU 1910173855017301010032 / CUIT: 30-70127094-7.