TRIANGULACIÓN, DÓLARES Y ACEITERAS
Por Matías Jauregui
Existen varias diferencias entre las aceiteras chicas y las grandes aceiteras, que también son exportadoras de granos.
El 90 % de mercado de soja (con un 33 %, de retenciones) va a la industria de aceite y harina, que luego se exporta con una retención del 31 %.
Vale aclarar que las retenciones a las manufacturas de origen agropecuario (como aceite y harina) tienen que tener una correlación y ser menores a las retenciones de los granos, para que haya un incentivo a transformarlos en el país.
En el caso del girasol, el problema es que el aceite tiene una retención del 15 % y los granos un 7%, incentivando así a que se exporte el grano directamente y se procese afuera. Perjudicando a las aceiteras chicas, que dan trabajo en los pueblos.
Es importante, entonces, diferenciar dos tipos de industrias aceiteras, por un lado, las aceiteras chicas que se encuentran en los pueblos del interior. Por otro lado, las aceiteras grandes que tienen un negocio de doble propósito: procesan girasol y son exportadores de granos, procesándolos en otros países dependiendo de las políticas del momento.
El caso de una aceitera chica que están en el interior del país y no son exportadoras de granos es la siguiente:
- Generan más mano de obra por cantidad de grano procesado
- La extracción de aceite es por prensado mecánico, esto genera mayor desgaste en las prensas y más mano de obra.
- Sus subproductos (la cascara de girasol) tiene alta calidad, ya que queda el 10 % del aceite en este subproducto, que se vende localmente incentivando a actividades como tambos, criaderos o feed lot
Las aceiteras grandes multinacionales o transnacionales, que también exportan granos:
- Son más eficientes en la extracción x solventes, dejando 1-2 % del aceite en el subproducto, en la cascara, osea el subproducto es de menor calidad.
- Utilizan menos mano de obra gracias a la extracción con solventes, por eso tiene gremios fuertes, porque pagan bien a poca mano de obra, presionando a las aceiteras chicas.
- Menos desgaste de las prensas, ya que se hace un primer prensado liviano hasta sacar el 30 % y el resto se extrae por solvente químico.
- Menos mano de obra por tn de aceite extraído
- Mayor volumen de trabajo por día por extracción más rápida 10 a 1, comparado con las aceiteras chicas.
- Tienen un solo prensado mecánico, con esto desgastan menos las prensas.
- Cada 2 tn de girasol tienen 1tn de aceite (son eficientes).
Además de estos beneficios, estas grandes aceiteras y grandes exportadoras, hacían trampa.
Estas empresas cargaban en camiones con aceite de soja un pequeño porcentaje de aceite de girasol, y lo exportaban como aceite mezcla con menos retenciones, hacían aduana en Campana e, iban a Chile donde lo separaban y lo vendían como aceite puro. Por ejemplo, en vez de exportar aceite de soja solo lo mezclaban con un 5 % de girasol y lo exportaban como aceite mezcla, pagando menos retenciones, y no 31 % como si fuera aceite de soja. Quedándose así con la diferencia de las retenciones de aceite mezcla y con el aceite puro . Luego en Chile lo separaban y lo vendían a mayor precio.
Otra manera de evadir: por ejemplo, en el caso de Bunge, Bunge Argentina exportaba a Bunge Chile, y después desde Chile exportaban al mundo.
Para la exportación de girasol se toma el precio Minagri como precio de referencia. Por ejemplo, si Minagri marca 800 dólares/Tn, pero Bunge lo exportó a 900 Dólares/Tn, declara que exportó a 800 dólares/tn y los otros 100 dólares se los dan afuera, en otra cuenta, o los cobra Bunge Chile.
La triangulación entonces sería: el exportador exporta ácidos grasos, figurando que compra aceite de soja de mala calidad, en todos sus factores, lo exporta en 300 dólares/tn, a Chile, en Chile lo vende a 800 dólares/Tn a una empresa chilena, la empresa chilena paga 800 dólares, transfiere a Argentina 300 y los otros 500 dólares los ingresa vía cueva hacia nuestro país. Y son esos dólares son los que mantenían el dólar ilegal frenado.
En otros productos pasaba la mismo, exportan maíz o maíz partido, pero en realidad es maíz pisingallo o especial a un precio menor que el real, lo cambiaban de categoría, y afuera hacían la misma triangulación. Estas empresas multinacionales, tienen la ingeniería societaria suficiente para realizar esta triangulación, y no es un delito.
¿Qué pasa hoy? Se logró que el gobierno de Estados Unidos informe sobre esas sociedades que están asentadas, por ejemplo, en Delaware, que no habían declarado esas cuentas, con las que operaban la triangulación, y que ahora están esperando el blanqueo para ingresar esa plata que evadieron con las exportaciones.
Esos son los dólares que está esperando el gobierno de Milei.
Y así, colorín colorado el circulo queda bien cerrado.