San Lorenzo de Almagro de Almagro y Boedo
SI SIEMPRE ESTOY LLEGANDO
Por Daniel Bello
San Lorenzo se comienza a gestar porque, según se sabe y se cuenta, el padre Lorenzo Massa sacó a unos pibes que peloteaban en la calle porque a uno de ellos casi lo pisa un tranvía. El pibe era Juan Abbondanza.
Como dato a tener en cuenta cabe destacar que en abril de 1897 se inauguró un servicio de tranvía eléctrico, cuyo recorrido era por la Avenida Las Heras desde Canning hasta los portones de Plaza Italia, y que viajaba a la “violenta” velocidad de 30 kilómetros por hora… Ante esta realidad, suponemos que Juan debió haber estado papando moscas, sin embargo, y para suerte suya, zafó. Así fue que Lorenzo Massa, que trabajaba en el Oratorio de San Antonio ubicado en la calle México al 4000, les propuso que jueguen en unos terrenos del Oratorio.
La cuestión es que se armó la primera Asamblea Extraordinaria el 1 de abril de 1908 y se terminó definiendo el nombre de San Lorenzo, con la particularidad que uno de los fundadores, Federico Monti, le agregó “de Almagro” con la argumentación de que todos eran de ese barrio.
Ahora bien, ese Almagro duró hasta la Ordenanza N° 23.698 del 11 de junio de 1968, que definió los límites de todos los barrios de Capital Federal. Y Boedo quedó delimitado por la Av. Loria (ahora Sánchez de Loria), Av. Caseros, Av. La Plata, Av. Independencia.
El barrio tomó su nombre de la avenida que homenajea al Dr. Mariano Boedo, un salteño – amigo de Mariano Moreno- que dedicó su vida a la Independencia y que finalmente terminó nombrado como Vicepresidente del Congreso de Tucumán, jurando como tal la Declaración de la Independencia.
San Lorenzo vivió una época de oro que comenzó en 1968- siendo el primer equipo del fútbol argentino que logró un torneo de manera invicta-, y finalizó en 1974 con el triunfo del Torneo Nacional con Héctor Scotta como el mayor anotador anual de la historia del profesionalismo.
Después del apogeo vendría una etapa triste que culminaría con la pérdida del Viejo Gasómetro.
Esa cancha que en 1939 fue la primera en tener iluminación artificial en el país, dónde la celeste y blanca jugó por más de 30 años de local, y donde el 20 de junio de 1977 las Madres de Plaza de Mayo hicieron una de sus primeras apariciones públicas, empezaba a quedar en manos ajenas.
En 1978, el pésimo presente del club impulsó a buscar la ayuda salvadora afuera y el salvavidas fue Moisés Annan, un textil que llega a Presidente del club por ser un empresario reconocido y exitoso. Asumió en julio de ese año y en agosto se definió la venta en asamblea.
En 1976, el genocida Videla había nombrado intendente de la Ciudad de Buenos Aires a Osvaldo Cacciatore. El brigadier, que participó de los bombardeos del ‘55, destruyó villas con topadoras o levantó muros para esconderlas, promulgó la ordenanza 35.160 el 22 de agosto de 1979, en el cual se le quitó hectáreas al club y además se le exigía la refacción del estadio bajo amenaza de clausura.
Como es sabido, cierto periodismo fue vocero de la dictadura, y fue el relator José María Muñoz quien se comunicó con la comisión directiva para avisar: «el brigadier (Cacciatore) está muy enojado con San Lorenzo por la demora de la aprobación por asamblea de la cesión del terreno».
En diciembre de 1979 se reunió la Asamblea del club nuevamente para ratificar lo del año anterior. Se hizo por unanimidad.
Para 1980, entre Cacciatore y Ann se consumó una de las estafas al Pueblo argentino, porque se firmó el convenio publicado el 24 marzo, aniversario del golpe, y en el cual se afirmaba que se construiría una escuela en los 4500 metros cuadrados que San Lorenzo cedía gratuitamente.
En 1981, San Lorenzo desciende y asume otro empresario: Héctor Habib. Ya en 1983 una sociedad fantasma, creada pocos días antes de la venta, le paga al club U$S 900.000. Sin embargo, el 25 de septiembre de 1985 pese a la prohibición de establecer supermercados, esos terrenos se vendieron a Carrefour por U$S 8.000.000 para que la cancha definitivamente desaparezca por la complicidad entre el empresariado y la dictadura cívico militar de 1976.
Recién en diciembre de 1993 se inauguró un nuevo estadio al que se le puso Pedro Bidegain, quien no sólo fue presidente entre 1929 y 1930 sino que también fue uno de los impulsores de que se compraran los terreno en los que se levantaría el Gasómetro -al que proyectaba de Cemento-, a raíz de esto los socialistas de la época por estas intervenciones llamaron a San Lorenzo como un “Ateneo del radicalismo Yrigoyenista”.
Bidegain también sufrió las consecuencias de la dictadura del ‘30: fue perseguido y torturado por el gobierno del general José Félix Uriburu y el 7 de marzo de 1931 fue confinado al presidio de Tierra del Fuego.
San Lorenzo logró su primera Copa Internacional: La Copa Mercosur 2001, cuya final debía disputarse el 19 de diciembre de 2001. La final debió reprogramarse para el 24 de enero de 2002 debido a la crisis que causaron los más de 10 años de continuidad de políticas neoliberales inauguradas por la dictadura del 76’.
Finalmente, San Lorenzo venció 4 a 3 por penales al Flamengo -tras empatar en 1 a 1- y conquistó la última edición de la Copa Mercosur.
Tras ganar en 2002 la primera edición de la Copa Sudamericana, son los hinchas de San Lorenzo quienes empiezan a presionar para la vuelta a Boedo, juntando en 2012 más de 110 mil hinchas en Plaza de Mayo, que volverían a juntarse también en 2013.
Quizás ese aliento logra que en 2014, el Ciclón -acaso ese “Ateneo del radicalismo Yrigoyenista”- obtenga su primera Copa Libertadores, con un grito que aún hoy retumba en las tribunas: “!Vamos a volver¡”.