Negativa para Cambiemos
RECHAZO A LA CAUTELAR QUE PRETENDÍA PROHIBIR LA INVESTIGACIÓN SOBRE DISCURSOS DE ODIO
Por Daniel Bello
La campaña de estigmatización contra el observatorio NODIO en base a fakews news y desinformación, como las que generó el diario InfoBae con declaraciones de la presidenta del ENACOM durante el gobierno macrista, Silvana Giudici, marcaron una bisagra en estos días.
Miriam Lewin, actual Defensora del Público, ha tenido que declarar en reiteradas oportunidades que ni el observatorio ni la Defensoría del Público tienen por objetivo controlar o censurar la información que circula por medios y redes sociales, como así tampoco tiene lo que se conoce como poder de policía, es decir, un poder punitivo.
Incluso, aclaró que el Observatorio trabajará sobre material emitido, es decir, ya publicado y que ya ha circulado.
Bastaba buscar y leer, o bien googlear, para encontrar esa información.
Sin embargo, como indicamos, desde el diario InfoBae se desplegó una batería de fakes y desinformación para obtener una verdad que no es tal.
Si se tiene en cuenta, a su vez, que esto habilitó la vía judicial mediante la denuncia que impulsaron el martes pasado los diputados macristas Waldo Wolf, Fernando Iglesias, Graciela Ocaña y Jorge Enríquez, entre otros, y por la que el fiscal federal Carlos Stornelli pidió la indagatoria de Lewin, queda expuesto que con la excusa de defender la libertad de expresión, la oposición político mediática y judicial buscan acallar al organismo, amedrentar a su defensora y atacar a la misma libertad de expresión que dice defender.
Es menester remarcar que el organismo de la Defensoría fue creado tras la sanción de la ley 26522, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y que los mecanismos que se aplicaron durante el gobierno de Cambiemos para cercenar la Ley son los mismos que se están desplegando sobre la Defensoría.
No se puede dejar de mencionar que el fiscal Stornelli está procesado por ser penalmente responsable de una asociación ilícita, violación de la ley de inteligencia, coacción y por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Fue luego de la denuncia del empresario Pedro Etchebest, la cual dejó al desnudo una maquinaria creada bajo el gobierno macrista para espiar y extorsionar, que involucró a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), al falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio -actualmente detenido- y al periodista Daniel Santoro, quien también está procesado por haber desempeñado un papel clave en las actividades delictivas de D’Alessio.
Por todo esto, Stornelli fue citado a declarar en 6 oportunidades, negándose a ello durante 8 meses amparándose en sus fueros y por lo que fue declarado en rebeldía.
En este marco, la jueza Capuchetti rechazó la cautelar que había solicitado insólitamente Stornelli, dado que pretendía “impedir la producción de cualquier acto administrativo y/o decisión y/o ejecución por parte de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y/o cualquier otro organismo estatal, que pudiera tender a llevar adelante las actividades del citado Observatorio Nodio y que facilitara de esa forma la consolidación de posibles o mayores efectos dañinos”. La jueza consideró que el fiscal no aportó ninguna prueba “que evidencie siquiera hipotéticamente” el alegado perjuicio a la libertad de expresión.
Sobre la proliferación de noticias falsas, Ponce y Rincón (2020)[1] señalan que pueden incidir en el estado de la opinión pública sobre cualquier tema:
- la información que maneje la prensa nacional e internacional sobre cualquier tema;
- la información que se maneje incluso por parte de actores como la Justicia, que pueden tomar como evidencia información que está basada en noticias falsas y
- el ataque directo y la reproducción de discursos de odio sobre determinadas entidades, personas y/o grupos de personas que terminen en violencia física.
Calvo y Aruguete (2020)[2] indican:
No importa si esas fake news son desmentidas algunos minutos, horas o días más tarde. De hecho, su intención no es durar, sino lastimar. No conforman una estrategia informativa, sino un acto de bullying destinado a activar, movilizar y confrontar.
Si tomamos estas definiciones, queda claro hacia dónde dirige sus acciones la oposición:
- impulsar denuncias sin fundamentos, con el agravante de que Wolf preside la Comisión de Libertad de Expresión en el Congreso de la Nación, para perseguir judicialmente;
- estigmatizar al organismo y su titular;
- generar reacciones que finalicen en agresiones hasta físicas.
Queda evidenciado que es necesario – y urgente- que el Observatorio comience a brindar asistencia y a relacionarse con las audiencias en lo que se refiere a tratamiento sobre fake news, discursos de odio y desinformación, porque en definitiva es, además, un fortalecimiento de la democracia.
[1] https://www.editorialbiblos.com.ar/libro/fakecracia_108300/
[2] https://sigloxxieditores.com.ar/libro/fake-news-trolls-y-otros-encantos/