QUE LA ORGANIZACIÓN VENZA AL TIEMPO

QUE LA ORGANIZACIÓN VENZA AL TIEMPO

Por Giuliana Antonella Zocco

El movimiento obrero nacional está en estado de alerta: Paritarias amenazadas, flexibilización de convenios, modificación de la Ley de Arts, pérdida de poder adquisitivo del salario real y un número de despido que sobrepasa los 200 mil en escuetos 15 meses de gestión amarilla. La ruptura de los canales de diálogo y el constante avasallamiento de los derechos del pueblo trabajador demandan la necesidad de hacer historia.

El 29 de abril, las entonces tres CGT (Confederación General de los Trabajadores) y las dos CTA (Central de Trabajadores de la Argentina) se hicieron presentes en el Monumento al Trabajo en repudio a las políticas laborales y sociales que rozaban la emergencia. La devaluación, el abrupto aumento de la inflación y los servicios y el incesante flujo de despidos, dieron lugar a innumerables movilizaciones que llenaron la plaza de mayo bajo la convocatoria de «Marcha Federal» impulsada por la CTA. En un contexto que suma nuevas amenazas, mientras se engrosa el monstruo de la deuda externa y la hipocresía, la conducción sindical argentina toma nueva forma.

Caló, Moyano (CGT Azopardo) y Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) condujeron el congreso que dio como resultado una CGT unificada que pretendía la consagración de una nueva conducción de la lucha de los trabajadores. Modificado temporalmente el estatuto, la CGT quedó dirigida por Héctor Daer (sanidad), Juan Carlos Schmid (Federación Marítima Portuaria.) y Carlos Acuña (estacioneros). El frente no contó con apoyo total: Gerónimo «Momo» Venegas (UATRE) se manifestó con voluntad de impugnar el acto.

Sergio Palazzo, por los bancarios y también dentro de la CGT, pero en disidencia con la conducción del Triunvirato, está al frente de la Corriente Político Sindical Federal lanzada en Ferro Carril Oeste en agosto de 2016.
En el armado de la Corriente confluyeron la Corriente Político Sindical Federal, el Núcleo del MTA,  la Asociación Bancaria entre otras organizaciones. De esta organización, surgió una mesa de conducción con Horacio Ghilini  (Docentes Privados), Carlos Minucci (APSEE), Víctor Carricarte (Farmacia), Walter Correa (Cuero), Vanesa Siley (Judiciales) Carlos Ortega (Secaspfi), Osvaldo Moreno (Autores), Fabían Feldman (Educadores) Horacio Arreceygor (Televisión) y Pablo Biró (Pilotos), entre otros.
En el lanzamiento de Ferro, todos cantaron la marcha peronista y el himno argentino con los dedos en V.

No obstante, el dirigente sostiene que un paro general nacional no es posible sin  CGT unida.

Por su parte, la CTA comienza un camino a la unificación que promete elaborar un esquema de trabajo conjunto de cara a las elecciones internas próximas en 2018. La CTA de los Trabajadores y  la CTA Autónoma ratificaron que llevarán un plan de acción contra las medidas de Cambiemos y con el fin de que los trabajadores tomen de una vez el protagonismo de las calles. Hugo Yasky (docentes) y Pablo Micheli (estatal), respectivos titulares, comunicaron que comienza a funcionar una comisión conjunta que preparará el terreno para la definición de un único Secretario General que cierre la veta abierta hace ya años.

En tanto la facción opositora dentro de la CTA de los Trabajadores, liderada por Hugo «Cachorro» Godoy armó una fracción bautizada como CTA Perón, recoge trabajadores estatales,  Federación de Portuarios, Jerárquicos del Cuero y Agentes de Propaganda Médica. No obstante fue desconocida por la CTA, prontamente unificada, y tomada como una corriente más, cuyos dirigentes aún tienen responsabilidades hasta 2018, y a la que suman a la batalla.

Si bien Daer había anunciado medidas más duras, finalmente la convocatoria se concretiza y los trabajadores saldrán a la calle  contra el Imperium Pro. LaCTA confirmó su presencia y marchará y también estará presente. En palabras de Hugo Yasky: «No volveremos a los 90′ «.

Pese a las rispideces, a través del Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA), la dirigencia sindical toda mostró adhesión a la medición inflacionaria mensual e interanual que azota a los hogares argentinos, la cual difiere mucho de las cifras oficiales.

CITRA fue creado por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y es llevado adelante junto a investigadores del Conicet. Según pudo conocerse la canasta básica es distinta a la del INDEC. El dato alarmante es que el informe ubicó la inflación interanual en el 44,2% entre mayo de 2015 y el mismo periodo de este año. En tanto, la inflación mensual creció del 1,4% al 1,6% y se estima que se ubicará por sobre el 2% cuando tomen forma los tarifazos de los servicios de luz, agua y gas que ya se han anunciado como parte de la política de sinceramiento.

El Gobierno nacional pateó las promesas de aire nuevo del «segundo semestre» hasta principio de este 2017. Cerró un presupuesto controversial en dónde prevé un techo a inflacionario del 17% – techo que pretende ser, desconociendo el impacto del ajuste y pérdida de un 6,2% de salario real respecto de noviembre 2015, también para la paritaria – objetivo que cada día se aleja un poco más. Para una gestión que ve al pueblo como consumidor y no como sujeto de derecho, los números siguen empeorando. Dada la temporada de receso, y recesión económica, se observa en los sectores con mayor poder adquisitivo un impacto considerable. No sólo por el aumento en Bienes y Servicios que se registró en 5,3%, sino también por los exacerbados aumentos en hotelería que sufren la temporada sombría y el golpe bajo de las naftas, que aún seguirá sumando incrementos al 8% de suba. El costo de vida cada vez más elevado y el índice de empleo, pese al buen humor del Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, continúa siendo negativo. Noviembre de 2016 arrojó más de 70.000 despidos, esta vez sí tomando cifras oficiales.

El panorama es desolador, pero las diferencias estratégicas y operacionales entre las dirigencias no soslayan la lucha por los derechos adquiridos. Desde el gabinete nacional llegaron acusaciones de la utilización política de un paro sindical. Lo que todavía sorprende es que estos personajes del ámbito privado categoricen negativamente a «la cosa política» y no entiendan que, efectivamente, todos los paros son políticos. Con un Estado en retirada, ausente en previsión y planificación social, y en avance de políticas neoliberales, la economía no logra recuperarse a costa de llenar los bolsillos de siempre y el costo solo lo pagan los trabajadores. Mientras crecen las barreras en el mundo, al interior es momento de que la organización venza al tiempo.