Informe de CEPA: El ajuste en el Plan Progresar.
PROGRESAR… PERO MERITOCRÁTICAMENTE
De acuerdo al informe de CEPA, el Plan Progresar, nacido allá por el año 2014 ha cambiado fuertemente su concepción: de un sistema de beneficios universales para estudiantes de bajos recursos a un sistema de becas basado en el mérito académico. Es decir pasó de ser un plan universal a una beca individual.
Además, asegura el informe, debido a la no actualización de los montos transferidos, estos han perdido capacidad de compra en el orden de un 52%. El relanzamiento del Plan, recientemente anunciado viene con varias novedades, además de destinar menos fondos.
“El Plan Progresar había sido planteado originalmente como un beneficio «puente» para familias que cobraban la AUH o tuvieran ingresos bajos (se orientaba a poblaciones vulnerables). El objetivo era permitir que cuando los hijos continuaran o retomaran los estudios y antes de que se inserten en el mercado laboral, el grupo familiar no dejara de percibir un ingreso como la AUH o el Salario Familiar por el hecho de que el hijo cumpliera los 18 años”, explica el informe de CEPA.
En ese marco, mientras antes podían acceder todas las personas que cumplieran con los requisitos correspondientes, hoy el Progresar se encuentra atado a una partida presupuestaria y abandona el rumbo de la universalidad con el que había nacido. La concepción meritocrática del actual Progresar inevitablemente impactará más fuerte en los sectores de mayor desventaja en términos sociales y claro está, particularmente en las mujeres.
Ya no se trata de ofrecer a los ciudadanos de menores recursos mayores posibilidades para poder estudiar sino de premiar a aquellos con mejor rendimiento académico. En este sentido, el informe hace el análisis con una perspectiva de género y asegura: “Las alumnas de menores ingresos son doblemente discriminadas por este esquema meritocrático, ya que la mayor carga del cuidado de personas y familiares recae sobre las mujeres y pone en desventaja a las alumnas para que puedan cumplir con los requisitos de cantidad de materias aprobadas.” La consecuencia de esta política es que cada vez serán menos las mujeres de bajos ingresos que estudien. Una historia que se repite una y otra vez en la historia Argentina.
Asimismo, otros de los puntos que destaca el informe es que el programa de BECAS, a diferencia del Plan PROGRESAR, solamente cubre 10 cuotas anuales cuando uno de los requisitos es que los alumnos no tengan trabajo registrado, y que esto derivará en que aquellxs estudiantes que cuenten con ayuda familiar, tendrán dificultades para sostenerse económicamente los meses que no cobren el beneficio.
El informe también expone que para mantener las mismas becas con los aumentos previstos por el Gobierno, para cada beca es necesario disponer de $17.320 millones aproximadamente. Pero se prevé solo $10.000 millones. El juste entonces será de al menos $7.320 millones.
En ese sentido, nobleza obliga, estamos volviendo a la normalidad que nos prometía Cambiemos en épocas de campaña, la normalidad de la desigualdad, la injusticia y las oportunidades sólo para los que tienen mayor poder adquisitivo. Sin dudas, para el gobierno nacional el Plan Progresar original de 2014 es una anomalía imposible de tolerar.