Lo que no dejó el 8 A:
NO VAMOS A DESCANSAR HASTA SER LIBRES
Por Agustina Borgonogne
Fotografía: Amadora Pajolchek – Agustina Borgonogne – Walter Velazquez
Corrían los años 70, la dictadura militar estaba en puerta y Dora Coledesky partía al exilio en Francia. Allí se vinculó al movimiento feminista, participando en reuniones que convocaban centenares de mujeres hasta el momento de su retorno en 1984. Dora traía con ella un compromiso a cumplir, sin vuelta atrás: luchar por el aborto voluntario en su país. Se acercó a sus antiguas compañeras de militancia, viajó por todo el país contactándose con dirigentes barriales, médicas y abogadas para sumarlas a la Comisión por el Derecho al Aborto (CDA). El primer proyecto que presentaron fue en 1992. Hoy, la lucha por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito continúa con la misma fuerza y efervescencia que hace 26 años atrás, y es por eso mismo que, sin saberlo, Gabriella Michetti, a las tres menos cuarto de la mañana, al pronunciar la frase “El proyecto queda rechazado en los términos del artículo 31 de la Constitución Nacional” nos impulsó a redoblar la apuesta, oferta que no vamos a rechazar. Nuestra lucha no se terminó acá, vamos a seguir llegando de a millones a las plazas porque no vamos a descansar hasta ser libres.
A las 10 de la mañana del día miércoles, no sólo comenzaba la convocatoria de lxs senadorxs al Senado, afuera también empezaba a conformarse la marea verde feminista que estos últimos días fue la protagonista de momentos históricos. Mientras lxs pibxs bancaban afuera, comenzaban las exposiciones. Quiero resaltar algunas que se destacan y no precisamente por su capacidad de reflexión, de argumentar o fundamentar.
Sin duda, quien generó más repudio fue el senador Rodolfo Uturbey (PJ) quien sostuvo que “algunos casos de violación no tienen esa configuración clásica de violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo, en el abuso intrafamiliar, donde no hay violencia pero no se puede hablar de consentimiento”. Quiero aclarar que el aborto no punible en casos de violación, riesgo de vida o capacidades diferentes es legal en Argentina desde 1921 y fue ratificado en 2012.
La senadora Cristina del Carmen López Valverde (PJ) admitió: “sería muy irresponsable de mi parte votar un proyecto al que yo no he podido acceder, analizar, estudiar en profundidad”. Y cómo única explicación de por qué no hizo su trabajo fue “No tuve tiempo”. ¿Se puede agregar algo acá? El proyecto tenía 13 páginas.
Carlos Menem (PJ) dijo votar “por convicción personal” en contra del proyecto, y sin embargo, acompaño personalmente a Zulema Yoma a practicarse un aborto en el año 1969.
Alfredo De Angeli (Cambiemos) nos habló de su mamá y su diez hermanos y de lo lindo que es regalarle una planta a una mujer embarazada.
Silvina Garcia Larraburu (FPV) fue muy autorreferencial y justificó su voto negativo porque las más violentas al comunicarse con ella fueron “las militantes del género”.
José Mayans (PJ) decidió citar a The Beatles y traer al debate a las madres de Mozart y Vivaldi.
Esteban Bullrich (Cambiemos) señaló que sin vida no habría Senado y filosóficamente explicó: “¿Qué es la vida? La vida es lo que hoy nos hace estar hoy acá”.
Las citas expuestas ponen de manifiesto el nivel de ignorancia, irresponsabilidad y peligrosidad que existen en las palabras de quienes están representando al pueblo en la Cámara Alta del Congreso de la Nación.
Las exposiciones de lxs senadorxs duraron toda la noche y parte de la madrugada, a esa altura afuera ya se habían juntado miles de personas a pesar del viento, del frío y de la lluvia. Finalmente, por 38 votos contra 31, el Senado se posicionó en contra de la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. El bloque Cambiemos (UCR-PRO) sumó 17 votos en contra de la iniciativa, a los que se sumaron 11 del justicialismo, 1 del FpV, 5 de partidos provinciales, 3 del Interbloque Federal y 1 del puntano Adolfo Rodríguez Saa. Por el contrario, a favor se sumaron 8 votos del oficialismo, 12 del PJ, 8 del FpV, 1 del Interbloque Federal y 2 del Frente Progresista. Si bien no suman al conteo, hubo dos abstenciones y una ausencia.
“¡Vamos todavía!” exclamó la vicepresidenta de la Nación al darse a conocer los resultados, como si se tratara de un River-Boca. Pero esto no es fútbol. Se ponen en juego 41 vidas por hora. 41 vidas estimadas porque en la oscuridad de la clandestinidad no hay certezas. Podemos decir que, a pesar de los festejos de quienes se autodenominan a favor de la vida, lo que “ganamos” es un año más de muertes, un año más de dolor, un año más de negar, como dijo Pino Solanas, el derecho al goce. Un año más, lxs jóvenxs deben enfrentarse a una sociedad adulta recalcitrante, punitivista, envalentonada, una que castiga el placer femenino, las disidencias, la autonomía. Una que aún cree que la vida puede ser regida por un Estado-Iglesia puritano.
Pero como mencionaba al principio, vamos a redoblar nuestras militancia feminista, lo que se vivió ayer en Argentina fue una gran muestra de sororidad. La historia la escribimos nosotrxs segundo a segundo, y quienes hoy, y en estos últimos meses, detractaron la ley quedaron lejos, no sólo del futuro sino del presente. La sociedad ya decidió. Contamos con una juventud comprometida, fuerte y pujante que no se banca los conformismos, que lucha por todxs y para todxs, que sin importar la edad se compromete porque sabe que nos toca de lleno, que quizás hoy es por nosotras pero mañana será por nuestrxs hijxs y luego por nuestrxs nietxs. Conociendo la historia tal, y como es sabemos que nada se nos regaló nunca, que todos los derechos que tuvimos las mujeres se los arrancamos de las manos, sabemos muy bien que la única lucha que se pierde es la que se abandona, por eso la calle fue nuestra y será nuestro el mundo.