Detrás del baile viral
MYANMAR: GENOCIDIO E INTERNET
Por Daniel Bello
El primero de febrero se conoció en el mundo la noticia sobre el golpe de estado en Birmania, o Myanmar; sin embargo, en las redes sociales digitales lo que más hizo trascender dicho evento fue la profesora de gimnasia, Khing Hnin Wai, que realizaba un baile en la Rotonda del Loto Real mientras detrás se observaba una barricada y la avanzada de un convoy militar en el momento que se concretaba el golpe.
El video en twitter, en algunos casos, alcanzó las 21 millones de reproducciones e incluso pasó a formar parte de un compilado de memes.
Sin embargo, lo que sucedió en Birmania tiene su contracara que también puede contarse desde las redes.
El día del golpe, el ejército, comandado por el general Min Aung Hlaing, arrestó a varios integrantes del gobierno, entre ellos a Aung San Suu Kyi, quien se desempeñaba como Consejera de Estado. Kyi, además, había sido distinguida con el Premio Nobel de la Paz en 1991.
A los días de concretado el golpe, se ordenó el corte de acceso a internet a escala nacional justo cuando comenzaban a organizarse las movilizaciones contra la junta militar.
Este dato se conoció gracias a que la teleoperadora Telenor, con sede en Noruega, indicó en un comunicado que su subsidiaria en Birmania -y las demás operadoras del país- recibieron la orden de bloquear toda red de datos por parte del Ministerio de Transporte y Comunicación con la excusa de impedir la divulgación de «noticias falsas» y garantizar «la estabilidad y el interés» de la nación.
Netblock también había advertido que el día previo al golpe el servicio de internet se había bloqueado.
Sin embargo, Myanmar estuvo cerca de una semana con internet reducida – incluida la restricción sobre Facebook, Instagram, Messenger y WhatsApp – a un 14 % de su capacidad operativa y niveles ordinarios.
Es necesario remarcar que en la última década -sobre todo en los últimos años- se acentuó desde facebook una campaña sistemática de odio contra una minoría étnica musulmana: los rohingyas.
Históricamente, los rohingyas han sufrido discriminación en Myanmar que, desde 1982, les niega la nacionalidad al considerarlos inmigrantes ilegales que deberían volver a la que señalan como su tierra de origen: Bangladesh.
Esta campaña, buscó en cierta manera justificar el genocidio que impulsó el ejercito bajo las ordenes del general Min Aung Hlaing, en agosto de 2017, cuando lanzó una oleada violenta contra la comunidad rohingyá, que incluyeron asesinatos, torturas, violaciones contra mujeres y niñas y la quema de viviendas.
En diciembre de 2019, comenzó el juicio contra las autoridades de Myanmar por genocidio, tras la denuncia presentada por Gambia, un pequeño país de África occidental, en un sorprendente gesto al argumentar que la cuestionada nación incumplió la Convención sobre Genocidio que prohíbe esta práctica.
Según ACNUR, la Agencia de la ONU para Refugiados , en Myanmar el ejército realizó una “limpieza étnica” y echó del país a casi 700 mil rohingyas, constituyendo uno de los desplazamientos humanos más importantes de las últimas décadas.
Aun hoy no hay información confiable sobre los acontecimientos ocurridos durante el apagón entre el día del golpe y hoy.
Finalmente, está previsto para el mañana, 11 de febrero, que se convoque a una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos sobre Myanmar.