Pese a la cancha Inclinada
LA SELECCIÓN FEMENINA DE FÚTBOL VA POR TODO
Por Daniel Bello
El domingo pasado, se sortearon los grupos para el próximo Mundial de Fútbol Femenino que se realizará en Francia en 2019. La selección Argentina integra el grupo D junto a Japón, Escocia e Inglaterra.
El sorteo pasó casi desapercibido porque se realizó en horas previas a la final de la Copa Conmebol Libertadores que disputaban Boca y River en España.
Sin embargo, esta desatención parece obedecer más a una postura social que se avala e impone desde las Instituciones.
En primer lugar, hay que remarcar que la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) recién este año, y gracias a los reclamos de la selección mayor de fútbol femenino, les dio lugar para que utilicen las mismas instalaciones y predios que usaron los varones en la antesala al mundial de Rusia 2018.
Mientras tanto fueron dos años de inactividad en los que la entidad madre del fútbol argentino no abonó siquiera los escasos 150 pesos -aumentó solo 10 pesos tras discutir con Ricardo Pinela, presidente de la comisión de fútbol femenino de la AFA- acordados para garantizarles el traslado a las instalaciones para que puedan entrenar.
El resultado de la lucha tuvo sus frutos -y les dio la razón- porque, tras 12 años de ausencia en el máximo compromiso del fútbol mundial, la Selección clasificó para Francia 2019.
Por otra parte, encontramos que la Copa Libertadores en su edición 2018 destinó un total de 103.850.000 de dólares en premios para los varones, mientras que para la edición del fútbol femenino sólo se destinó 110.000 dólares.
O sea, sólo un 0.10%.
Además de esta diferencia en el plano económico, también prevalece una fuerte invisibilización sobre las futbolistas mujeres. En ese sentido, Ecofemini(s)ta hizo una campaña en la que aseguraba que al navegar por la red buscando datos sobre perfiles de mujeres futbolistas, en el caso del buscador Wikipedia, solo había 33 biografías de mujeres contra 5343 biografías de hombres.
Para contrarrestar estos datos, Ecofemini(s)ta, junto a otros espacios, impulsaros a horas de la definición de la superfinal entre Boca y River, una propuesta para cargar biografías e intentar equilibrar al menos un poco la cancha.
Pese a esto, y salvo excepciones, lo que devuelve la red mediante las Instituciones al buscar información sobre fútbol femenino sigue siendo poco y pone de manifiesto la necesidad de que los departamentos de prensa de cada club comiencen a tomar cartas en el asunto.
Profundizar la desigualdad
Del mismo modo que las Instituciones avalan esta desigualdad, tanto económicas como simbólicas, la sociedad, en gran proporción, repite este patrón.
En septiembre, el ex Vélez y Boca, Claudio “El turco” Husaín, durante el programa “De fútbol se habla así” y en la previa del partido de River ante Platense por la Copa Argentina, puso en duda las condiciones para opinar de la periodista Antonella Valderrey por su condición de mujer. La periodista respondió: “Ya queda claro que las profesiones no tienen género. Que algunos son buenos, algunos son malos, algunas son buenas y algunas son malas en todos los ámbitos. Esa es mi opinión. Si no, tendríamos que hablar de que todos los jueces de línea y todos los árbitros son perfectos y estamos muy lejos de eso, me parece».
En octubre de este año, en la Liga de Neuquén, los hermanos Guillermo y Emiliano -técnico y jugador de Unión Vecinal respectivamente- fueron sancionados: uno con 15 fechas de suspensión por amenazar al árbitro Emiliano Peralta y el otro con 10 por mandar a lavar los platos a Agustina Faundez, jueza asistente de la Liga de Fútbol de Neuquén.
Hasta en lo punitivo se marcó la desigualdad.
Finalmente, a principios de diciembre de este año, se entregaron los balones de oro a lxs mejores jugadorxs y, más allá de la irrupción de Luka Modric en la hegemonía Ronaldo-Messi, fue importante que el premio se entregue por primera vez a una mujer.
La ganadora fue la noruega Ada Hegerberg, que se desempeña como delantera del Olympique de Lyon de la Primera División de Francia, y que este año también se coronó como la máxima goleadora de la Liga de Campeones Femenina de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) con 15 tantos.
Durante la entrega, el DJ francés Martín Solveig solo atinó a preguntarle si ella sabía bailar perreo. Por supuesto que el DJ debió pedir disculpas ante la catarata de tuits que recibió por su comentario sexista al que justificó como una broma.
El mundo ha cambiado y ya va siendo hora de que el fútbol, y todo aquello que lo rodea, acompañe los cambios y las luchas que son propias de un mundo del siglo 21.