LA ESTRATEGIA POLÍTICA Y SOCIAL DE CAMBIEMOS:
Desde la perversión hasta la indefensión
Por María Quintero
En estos meses de gobierno de Cambiemos se ha transformado en habitual nuestra cara de perplejidad seguida de una profunda tristeza o bronca.
Empezamos, a días de la asunción, con el avasallamiento a las leyes y los decretazos. La censura a medios, a través de la derogación de la LSCA y la censura a periodistas a través de la rescisión unilateral de contratos (despidos encubiertos).
Pasamos desde allí a 70 mil despidos en dos meses y medio, acompañados de la justificación estigmatizante de “ñoquis”, “ineptos”, “grasas”, el achicamiento del Estado, la vulneración de los derechos y el intento de quebrar el futuro de miles de familias.
La puesta en marcha de un Plan Económico de desindustrialización, de toma de deuda, de hiperdevaluación, de techo en las paritarias irá destruyendo la economía de nuestro país en menos de lo que creemos.
Aún no terminábamos de asimilar este futuro económico de la Nación cuando nos levantamos una mañana y la Justicia tenía su primera presa política, Milagro Sala. Y horas y horas veíamos en los programas de televisión de los medios hegemónicos como justificaban la detención – así fuera ilegal y fuera criticada por todos los organismos de Derechos Humanos del mundo-.
Pero claro, en esta gestión poco importa la política de Derechos Humanos, aunque el Presidente grite Nunca Más en su apertura de sesiones en el Congreso. No sólo se desmantelaron las políticas de Derechos Humanos sino que además se establecieron normas contrarias a ese Nunca Más: nos encontramos en la calle con un nuevo protocolo que permite la represión y el amedrentamiento de la protesta social.
Tuvimos represión en Cresta roja, a trabajadores en La Plata, represión a una murga de niños en una Villa, dos muertos un mes después cuando se reprimió también en una Villa, balacera a una Unidad Básica en Mar del Plata, balacera desde un edificio a una Unidad Básica en Villa Crespo- que además dejó dos heridas internadas un hospital-, allanamiento a casas de militantes y trabajadores de Telam, a la de un concejal de La Cámpora en Carlos Tejedor…
Y esperamos un 24 de marzo con la presencia de Obama en el país, casi como una provocación psicópata. Como también es parte de ésa provocación que Mauricio Macri haya copiado en su discurso de asunción un párrafo del discurso del dictador Eduardo Lonardi a comienzos de la dictadura del 55’, o la “desafortunada” frase de Laura Alonso a Axel Kicillof: “El silencio es salud”, entre otras tantas que venimos padeciendo.
Y aún miramos absortos cómo se lleva adelante una persecución ideológica en la Universidades creadas en diferentes puntos del país para que todos los ciudadanos tengan las mismas posibilidades de educarse. Son “demasiadas Universidades”, dijo Macri hace un tiempo y hoy agrega que además tienen demasiada participación política: “muchas de ellas han sido espacios de militancia política más que de excelencia académica”, dice, como si la militancia política y la excelencia académica fuesen opuestos. Recientemente un comunicado de REDCOM (Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo de Argentina) ha lanzado un comunicado en contra de estos dichos del Presidente y a en defensa de nuestras Universidades públicas.
Link Comunicado
Pero es no es todo, también nos endeudamos, otra vez, con el FMI. Y algunas palabras que estaban fuera de nuestro vocabulario volvieron con la misma fuerza con la que se ejerce el revanchismo: FMI, deuda, devaluación, desocupación, represión, miedo, censura.
Todo esto se llevó adelante – en sólo dos meses y medio- por un gobierno tan hipócrita como cínico y perverso que pone la responsabilidad siempre en el Otro.
La pesada herencia es la responsable de la destrucción de la economía y de la autoestima de un pueblo que vuelve a oscilar entre la desocupación y el miedo a ser despedido por tener ideología.
La culpa es de la violencia generada por la intolerancia kirchneristas, que nos lleva a que hoy se reprima o se balee a locales y a militantes desde el cielo.
La culpa es de los legisladores de Frente Para la Victoria que no entienden que el silencio es salud y aún quieren seguir exigiendo que respeten los derechos del Pueblo.
La culpa es de la corrupción del Estado anterior que generó puestos de trabajo y obligó a esta gestión a despedir trabajadores -para llenar esos puestos con familiares que no califican para los cargos pero que tienen sueldos descomunales- .
La herencia corrupta del gobierno anterior también es la culpable del caso paradigmático de Laura Alonso, designada como Directora de la Oficina anticorrupción sin siquiera tener el título de abogada, y por lo cual debió modificarse el estatuto del organismo para que esta señora, no calificada par el puesto, pudiera asumir.
La culpa del cierre de la universidades es de la militancia y no del sesgo ideológico y la intolerancia de Cambiemos.
Asistimos a una etapa de virulencia contra los sectores populares, los trabajadores y la clase media argentina, contra la idea de Justicia social, los derechos para todos y no sólo para unos pocos privilegiados. Asistimos a la violencia del golpeador que mira a los ojos a su mujer luego de darle la paliza y le dice: es por tu culpa, que hiciste las cosas mal.
El discurso de Cambiemos es la violencia disfraza de libro de autoayuda, de palabras de amor vacías de contenidos pero cargadas de individualismo y de superación en soledad.
Un discurso de paz que caló hondo en parte de la sociedad casi como un mantra de secta y al modo de “Un Mundo feliz” de Aldous Huxley. Un dogma que ya venía preparándose para este momento con estrategias como las del masivo encuentro con el gurú esotérico Ravi Shankar en la Ciudad de Buenos Aires solventado por el gobierno de la Ciudad y auspiciado por el grupo Clarín. Recordemos que netre deseos de amor y paz este gurú aseguró que las “Escuelas públicas son cultivo de terroristas y que por eso habría que entregárselas a manos privadas”. (http://www.infonews.com/nota/35032/el-guru-de-macri-dice-que-las-escuelas)
Es esta quizá la vuelta de rosca que le dio la derecha, en el mundo, a su estrategia para aggiornarla a los nuevos tiempos y que no sea tan literalmente igual a los procesos de “revoluciones” libertadoras o argentinas o procesos de reorganizaciones nacionales.
Una mezcla justa entre la defensa de la oligarquía de la Década Infame, el autoritarismo ideológico del 55, 66 y 76 y la pizca de ése posmodernismo naif y fashión necesario para crear un discurso tan cegado por la luz de la inventada felicidad que logre poner a los ven la realidad en el lugar oscuro de la sociedad.
Un discurso de autoayuda que habla de un “vos” y jamás de un “ustedes” “nosotros”, de un colectivo. Porque para generar la vulnerabilidad de un pueblo primero hay que separarlo de sus pares, romper toda posibilidad de organización, y si es que persiste en existir reprimirla, quitarle la posibilidad de educarse, y la posibilidad de tener las necesidades básicas satisfechas para que quede tiempo para pensar, repensar, militar por una causa justa.
Para Cambiemos, transitar hacia la meta solos es la tarea: EN TODO ESTÁS VOS. Porque lo que ese slogan en realidad esconde no es TU responsabilidad en tus logros sino TU responsabilidad de las derrotas de TODOS.