EL HOSTIGAMIENTO Y LA (IN) COMUNICACIÓN

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EL HOSTIGAMIENTO Y LA (IN) COMUNICACIÓN

Por Daniel Bello

Daniel Feierstein en su libro «El Genocidio como práctica social» plantea las etapas por las que pasa un genocidio hasta consumarse – escribimos sobre esto en una nota anterior referida al accionar del gobierno respecto del kirchnerismo ( http://bit.ly/2cUVbTL ) -.

Sin embargo, es necesario aclarar que un genocidio no culmina una vez eliminado el sujeto sino que continúa hasta (re) establecer nuevos vínculos sociales e institucionales, es decir, continua ese proceso de disciplinamiento y reorganización social como, por ejemplo, se puede observar en el genocidio ejecutado por la dictadura cívico militar de marzo de 1976. Las Instituciones «normalizadas y reorganizadas» no solo fueron la Justicia y la Educación sino también los Medios de Comunicación.

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Durante la dictadura, Papel Prensa fue obtenido a precio vil por La Nación, Clarín y La Razón: los datos de la venta oscilaron de 3 a 7 millones de dólares, es decir que se pactaron acuerdos de entre un 40 y 80 por ciento menos del valor real.
A esto se le suma que Lidia Papaleo, viuda de David Graiver, nunca recibió el dinero de la operación porque fue secuestrada, torturada y violada, luego de haber recibido amenazas para concretar la «venta».

El objetivo de que el control de Papel Prensa pase a manos de esos medios respondió al interés claro, por parte de la dictadura, de controlar la información, ya que no solo bastaba la censura que había en los medios de comunicación «formales» sino que también necesitaban impedir que surgieran voces alternativas que contaran la realidad.
La creación de la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) y la última noticia que emite Rodolfo Walsh son una muestra: copias hechas en máquinas de escribir con papel carbónico y despachadas por correo.
Los medios y las redacciones del pueblo trabajaban en la clandestinidad y sufrían el constante hostigamiento, acaso de ahí deviene que durante los ’80 y los ’90 todo medio popular que existió siguió siendo denominado «clandestino».

En la actualidad, el proceso político de 2003 a 2015 marcó avances en la lucha comunicacional -que lograron mayores niveles de conciencia-, y que se plasmaron en la Ley 26522 en 2009, dotando a los medios populares no sólo de dinero sino también de legalidad ( tal y como lo menciona Gonzalo Carbajal en su nota publicada por página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-312100-2016-10-19.html ).

La derogación parcial de la 26.522 muestra que el gobierno busca volver a instalar en materia comunicacional, los objetivos obtenidos por la dictadura, es decir, la homogeinización del sentido común, la supresión del sentido crítico y la atomización del campo popular.

Los Medios Comunitarios y Populares en un proceso de retroceso

Actualmente, los medios comunitarios que han podido desarrollar y sostener proyectos políticos sostenibles se ven en serios problemas debido al estrangulamiento económico causado por los tarifazos generados por el gobierno, como sucede por ejemplo con FM Fribuay, que debió tomar la decisión de suspender su transmisión por aire durante la franja de trasnoche (de 00 a 06 hs) o la Revista Güarnin que debió reformular su tirada mensual y pasar al blanco y negro en pos de seguir saliendo a la calle.
ARECIA (Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina) -de la cual Güarnin y PPV son parte- realizó un censo que indicó que el año pasado 35 revistas dejaron de ser publicadas. En ese mismo informe, el editor de En línea, de Mar del Plata, afirmó que su revista se dejó de imprimir hace más de 6 meses por los costos elevados del papel.
Durante el año pasado, el precio del Papel Prensa tuvo una inflación del 23%, esta situación derivó en que  varias revistas tuvieran que migrar al formato digital. (En este marco toma mayor importancia el Proyecto de Ley de Revistas Culturales que, entre otros punto,  exige un tratamiento impositivo más justo para con el sector, un sustento económico de parte del Estado destinado a redistribuir los recursos destinados a los medios de comunicación, el acceso prioritario a licitaciones y concursos, y el acercamiento de los mecanismos de difusión y circulación estatales a través de sus instituciones).

El reclamo que se realizará el miércoles 26 de octubre a las 16 horas frente al ENACOM para exigir entre otros puntos el pago de los FOMECA adeudados y la habilitación de los canales concursados ( Barricada TV, Urbana TV y Pares TV), dan muestras del estrangulamiento que sufren los medios comunitarios sin distinción de soporte y de la presión que ejerce el Gobierno Nacional por quitar el trabajo que realizan los medios comunitarios y populares del territorio.

El rol de los Medios Comunitarios y Populares ante el hostigamiento

En su libro Feierstein cita a Begrer y Luckam, quienes afirman que para quebrar la posibilidad de una subjetividad distinta (o para construir una nueva representación de la sociedad) deben destruirse las representaciones rebeldes a esa interpretación en el propio campo objetivo.
Este hecho lo enmarca en la segunda etapa que transita un genocidio, que es el hostigamiento. En ella indica que el hostigamiento se desarrolla con mayor rapidez en momentos de crisis.

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El intento constante de poner en el centro de la escena al kirchnerismo como una banda de ladrones y corruptos funciona como una forma de marcar al otro, de tratar de anularlo y de generar que el sujeto que se opone a la «normalización» pase a la defensiva. Porque, simplemente, por propiedad transitiva se tenderá un manto de sospecha y legalidad sobre los medios comunitarios que han surgido al calor de la lucha por la ley 26522.
A esta situación se le sumarán las acciones que los grupos de choque realizarán sobre el otro a normalizar, así estudiarán – como bien lo repite Aranguren con su «vamos aprendiendo mientras hacemos»- las capacidades de reacción y respuesta tanto del otro como de la sociedad.

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Vivimos tiempos en lo que es menester comprender que el gobierno ha desatado su furia sobre el campo popular sin preguntar procedencias o pertenencias. Se ha lanzado decididamente sobre las comunicaciones como uno de sus objetivos.
Y en esto disfruta de completa libertad para elegir medios, tiempo y lugar, porque irá, en está política de hostigamiento, oscilando entre la Ley y las armas. Nos alcanza con mencionar el ataque a la redacción de Tiempo Argentino y el decomiso de los equipos de Antena Negra TV como claros ejemplos.

Apartado:

El mismo día en el que fue publicada ésta nota, y en el marco político y comunicacional al que hacemos referencia en la misma, hemos recibido la noticia del cierre del diario Buenos Aires Herald.

http://www.buenosairesherald.com/article/223576/el-final-de-un-diario