Una multitud inundó el Congreso
EL 8M, UN TSUNAMI VIOLETA Y VERDE
Por Beatriz Chisleanschi
Todo hacía prever que este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y Paro Internacional Feminista, iba a convocar a las calles a miles de mujeres y disidencias. Los ataques y provocaciones cotidianas del gobierno de Javier Milei y el protocolo de Patricia Bullrich, lejos de amedrentar, envalentonó a las mujeres que, desde hace meses, vienen organizando este día desde las diferentes Asambleas a lo largo y ancho de todo el país.
La última provocación fue la de, justamente ayer 8 de marzo, cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, vestido con una particular corbata celeste (el pañuelo celeste fue el que surgió para enfrentar a los pañuelos verdes) anunció que, por orden de Karina Milei, hermana del presidente y secretaria General de presidencia, el Salón de las Mujeres de Casa Rosada se transforme en el Salón de los Próceres.
Pocos días antes, en la inauguración del ciclo lectivo que Javier Milei hiciera en el Instituto Monseñor Capello, donde estudiara oportunamente, se refirió al aborto como un asesinato agravado por el vínculo.
Cada gesto, cada decisión política contraria a los derechos conquistados, en años de luchas y en las calles, agrandaban las movilizaciones del 8M. Fueron masivas en todo el país, pero, la principal, en la Plaza de los dos Congresos, se convirtió en una bandera humana violeta y verde. «Fuimos marea y ahora somos tsunami» rezaban varios carteles.
Por supuesto, no faltaron los tradicionales bailes al ritmo de los tambores que, en diferentes cuadras reunía a decenas de personas que se asomaban a ver y a contagiarse de esa alegría.
La sororidad, la fuerza, el coraje y la valentía sobrevuelan las marchas feministas y contagian. Vaya si contagian.
Bajar del subte en la estación Congreso hacía que lo primero que aparecía ante la vista era una valla que impedía copar avenida Callao y Entre Ríos y policías, muchos policías custodiando el Congreso. Pero, las mujeres son respetuosas en las luchas y más allá de Entre Ríos y de cara a ese emblema nacional, que es el Congreso, se veían a las organizaciones feministas, a los Centros de Estudiantes de las facultades y secundarios; los movimientos sociales; ; los sindicatos; las centrales sindicales; partidos políticos y gente suelta, mucha gente suelta.
Caminar por Hipólito Yrigoyen llevaba a realizar una parada obligatoria, la radio abierta de la AM 530 que transmitió todo el día desde la puerta de la Universidad de las Madres.
Por allí cerca una bandera de Hijas era acompañada por un cartel que decía «Milei tuiteate esto: #500 niñes nacides en cautiverio. #400 personas LGTB desaparecides en dictadura. #1 femicidio cada 29 horas. El ajuste de la casta». Por Avenida de Mayo jóvenes portaban una bandera que llamaba a un «Estudiantazo. Para frenar el plan de Milei. Presupuesto ya, boleto educativo, salario para docentes y no docentes».
Por supuesto, a cada paso se cantaba a coro «El que no salta votó a Milei» y «la Patria no se vende».
Cerca de las 19 hs. se leyó el documento que acordaron todas las organizaciones «Fuimos marea seremos tsunami» el que, entre otras señala: «Con esta jornada de lucha decimos que LA LIBERTAD ES NUESTRA Y NO DE LOS MERCADOS NI DE LOS GOBIERNOS.»
Asimismo, desde el documento se repudia «el desguace del estado: la desregulación, privatización y vaciamiento de políticas públicas. ¡Repudiamos los despidos!».
Y, luego de exigir «¡Abajo el protocolo de Patricia Bullrich!» hace mención al cierre de la agencia nacional Télam y el recuerdo a lxs 30 mil desaparecidxs «Por eso la violencia política y el cierre de Télam van de la mano: pretenden acallar la protesta, reprimir y disciplinar como lo hizo la dictadura en los días más terribles de este país: decimos NI OLVIDO NI PERDON. No a la impunidad de los genocidas, hoy más que nunca: ¡Son 30.000 compañeres detenides desaparecidos presentes, hoy y siempre!».
El hambre y el ajuste; la defensa irrestricta del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo; por el trabajo y contra los despidos; contra el DNU y el extractivismo de los cuerpos y territorios; contra el protocolo antipiquete y la violencia institucional y contra la violencia machista son los motivos que explican, desde el documento, porque ayer se congregó tanta gente en el país y para decirle a Milei que «no le tenemos miedo» y que «Ni Un Paso Atrás».
La concentración tenía horario de cierre, las 19 hs., pero siempre quedan ganas de continuar con los festejos de la lucha un rato más. Y así fue.
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